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Miguel López, tras ser declarado «no culpable». EFE/ Manuel Lorenzo

El jurado declara inocente al acusado de matar a la viuda del expresidente de la CAM

El tribunal popular dicta que Miguel López no disparó a su suegra y entiende que el asesinato lo cometió una persona desconocida

efe/EP

Domingo, 10 de noviembre 2019

Miguel López, yerno y único acusado del crimen de la viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) María del Carmen Martínez abandonó ayer el Palacio de Justicia de Alicante con lágrimas en los ojos. Muy emocionado y entre sonoros aplausos de amigos. Minutos antes, había escuchado el costoso veredicto emitido por el jurado popular: «No culpable». Para el tribunal popular, el acusado no disparó a su suegra en el lavadero que regentaba en Alicante el 9 de diciembre de 2016. Ese crimen, comprende el jurado, debió perpetrarlo alguien desconocido.

El dictamen llegó poco antes de las cinco y media de la tarde. Tras más de 72 horas de deliberación secreta e incomunicada, la portavoz del jurado leyó el veredicto de «no culpable» por el asesinato de la viuda de Vicente Sala. La mitad de la sala estalló entonces en aplausos y gritos de alegría.

El veredicto de no culpabilidad en el crimen contó con seis votos contra tres

López no pudo ocultar su emoción al verse exonerado. Ya a la salida, preguntado por una nube de periodistas, caminó llorando y abrazado por uno de sus mejores amigos, Ricardo, colega desde tiempos del colegio. Éste sí se paró un minuto para afirmar que López ha sufrido una «presión enorme» por un proceso judicial de «excepcional» seguimiento mediático que ha provocado en el entorno una «situación muy complicada». Y agregó: «El tiempo robado no se puede recuperar» pero que «los amigos estaremos ahí para ayudar a volver a la normalidad». «Miguel no es capaz de hacer daño a una mosca», insistió.

El veredicto fue leído 'in voce' a las 17.26 horas. Delante estaban López, los abogados de las partes, numerosos amigos, la parte de la familia que ha ejercido de acusación (su cuñado Vicente Sala Martínez y la esposa de ésta). El veredicto de no culpabilidad por el crimen contó con seis votos contra tres, mismo resultado con el que López también quedó exonerado del otro delito por el que se le juzgaba, el de tenencia ilícita de armas. A partir de ahora, la magistrada presidenta del tribunal del jurado, Francisca Bru, tiene un plazo de entre tres y diez días para emitir la sentencia absolutoria del yerno de la mujer asesinada.

El secretario del tribunal tomó la palabra antes de que se desvelara el veredicto para aclarar que una mujer miembro del jurado sufrió una crisis de ansiedad a las nueve y media de la mañana. Fue atendida por una médico forense que constató su «nerviosismo» y que estaba padeciendo valores altos de frecuencia cardiaca. Esta jurado explicó que, debido a la «presión psicológica» por la atención de este mediático caso, se veía «incapacitada para valorar de forma objetiva» los hechos y formar parte del veredicto, por lo que fue sustituida por uno de los dos suplentes, concretamente otra mujer.

Una mujer miembrodel jurado sufrió una crisis de ansiedad y la sustituyó una suplente

Francisco Ruiz Marco, el letrado de la acusación particular que ejercía Vicente Martínez Sala, cuñado de López, abandonó el Palacio de Justicia visiblemente contrariado y no quiso realizar ningún comentario ante la prensa.

Cuatro días deliberando

El veredicto llega después de cuatro días de deliberaciones que se iniciaron el jueves. El viernes sobre las 21.30 horas se alcanzó una primera decisión, pero fue invalidada. La presidenta del tribunal, la magistrada Francisca Bru, consideró que había errores en la argumentación.

María del Carmen Martínez falleció poco antes de las siete de la tarde del 9 de diciembre de 2016. Recibió dos disparos en la cabeza en el lavadero del concesionario de automóviles de Alicante de su propiedad y que regentaba López.

Durante el juicio se han puesto de manifiesto las diferencias irreconciliables entre la víctima y su hijo primogénito, Vicente Sala Martínez, que ha ejercido la acusación particular. En el otro lado, las tres hermanas de la víctima y sus cónyuges. Estas desavenencias tienen su origen en la gestión de los negocios familiares, con un valor de unos 120 millones de euros, en especial por la firma de plásticos Samar.

Al parecer, la víctima del asesinato tenía previsto traspasar la 'acción de oro' a su primogénito, lo que le habría dado el control de las empresas en perjuicio de las tres hermanas.

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