El precio de la luz repunta este martes con la nueva tarifa: Las horas prohibitivas para encender los electrodomésticos
El Ensanche más noble de Valencia, zona donde se están instalando algunos norteamericanos. iván arlandis

El boom de la Golden Visa en Valencia

Crece en Valencia la compra de casas de lujo por extranjeros para tener residencia. Artículos que hablan de que la capital del Turia es la mejor ciudad del mundo para residir ha avivado el interés

Miércoles, 14 de diciembre 2022, 00:08

Conor Wilde muestra en el ordenador un mapa de Estados Unidos donde están sombreados California, Florida, Nueva York y Texas. «Son los estados desde los ... que hay mayor interés actualmente para instalarse en Valencia», cuenta Conor Wilde, un irlandés que a través de su empresa, Found Valencia, ha detectado tras la pandemia un flujo cada vez mayor de ciudadanos de Norteamérica que quieren instalarse en Valencia.

Publicidad

«Trabajamos con personas que pueden pagar más de medio millón de euros por una vivienda y de esta forma obtienen el permiso de residencia». Se refiere a la Golden Visa, un visado que se aprobó en 2013, y que permite que extracomunitarios de alto nivel adquisitivo puedan residir de forma legal en España. Ayudan artículos como el publicado recientemente en Forbes, que destacaba que Valencia había sido elegida como la mejor ciudad para vivir en una encuesta realizada a expatriados por la red social InterNations.

Varios periódicos norteamericanos han recogido la noticia y se ha notado en llamadas e incluso primeras visitas. «Estamos detectando mucho interés», reconoce Conor Wilde, quien explica que Valencia gusta porque es «un sitio seguro, una ciudad cómoda con un buen clima, donde los precios de las viviendas no son demasiado elevados y, además, tiene buenos servicios», explica.

La Golden Visa les permite conseguir el permiso de residencia y trabajo, con la ventaja de que ni siquiera tienen que residir permanentemente en el país. «Con venir una vez al año es suficiente, pero la realidad es que nos estamos encontrando con que una mayoría de expatriados sí quieren vivir o pasar largas temporadas en Valencia». Son empresarios o nómadas digitales que sobre todo tras la pandemia ya no están ligados a un puesto de trabajo y, con la libertad de instalarse donde quieran, eligen una ciudad con mayor calidad de vida y con entrada libre a Europa.

Publicidad

David Tornero, de la inmobiliaria Ritmongó, también destaca este creciente interés de estadounidenses por Valencia. «Les gusta mucho el centro histórico, también la zona del Ensanche, y sobre todo, quieren disfrutar del sol, así que demandan terrazas amplias», asegura.

En el caso de que prefieran una vivienda unifamiliar, eligen parcelas grandes y, a un nivel adquisitivo más alto, urbanizaciones con seguridad y colegios próximos, como Monasterios. «En ese caso hablamos de operaciones de más de un millón de euros», explica. Conor Wilde tiene en cartera incluso algunas masías, porque vienen americanos que quieren «vivir en el campo y tener gallinas».

Publicidad

En algunos casos, quienes aspiran a obtener el visado dorado compran varias viviendas por un importe mayor a ese medio millón de euros que luego suelen arrendar en alquileres de corta estancia. «Suelen reservarse algún mes para pasarlo en Valencia», explica Tornero.

Barcelona, la gran perjudicada por la situación política

Conor Wilde llegó hace veintiocho años a España, así que este irlandés conoce muy bien Valencia y también los gustos e intereses de cada cliente según la nacionalidad de procedencia. Tras pasarlo muy mal durante la pandemia -la empresa está enfocada sólo al cliente extranjero y con las fronteras cerradas era muy complicada la compra-venta- el interés por Valencia ha ido creciendo exponencialmente y Wilde ya tiene previstas la apertura de otras dos oficinas para atender a la demanda. Según sus datos, una tercera parte de los clientes que se interesan por Valencia acaban instalándose en la zona, mientras que el resto optan mayoritariamente por Madrid o la Costa del Sol. Wilde cree que Valencia se ha beneficiado además del flujo de potenciales residentes que hubieran ido a parar a Barcelona con un contexto político diferente al que ha vivido Cataluña.

Hasta 2020, la Golden Visa había sido el método más utilizado por los ciudadanos rusos -y algunos asiáticos- para poder residir una parte del año en España. En la Comunitat Valenciana, optaban en su mayoría por la Costa Blanca, y urbanizaciones como Altea Hills dan fe de estos flujos de inversiones muy elevadas. Con el cierre de fronteras y, sobre todo, tras el inicio de la guerra de Ucrania, la llegada de nuevos ciudadanos rusos se ha cortado de raíz, y, a cambio, son los ucranianos de nivel adquisitivo alto quienes protagonizan la demanda desde el Este de Europa.

Publicidad

Además de los estadounidenses, ha habido una mirada hacia Valencia de ciudadanos de nivel adquisitivo medio alto de países como México, Venezuela, Perú o Colombia. En este caso, la inestabilidad política y la búsqueda de una mayor seguridad a nivel personal son determinantes a la hora de elegir trasladarse a Valencia. «Hemos detectado un flujo intensísimo de latinoamericanos en los últimos meses», constata Julio Gómez-Perretta, arquitecto de un estudio que ha desarrollado varias promociones de viviendas en Torre en Conill, una urbanización de lujo con campo de golf en Bétera.

Los ingleses también se han visto obligados a recurrir a la Golden Visa para establecerse en Valencia después del Brexit. Pero desde que Conor Wilde comenzó a trabajar en el sector inmobiliario, ha visto cómo ha ido cambiando el perfil del cliente; desde los ingleses que buscaban una casa en la costa de Alicante para pasar sus años de jubilación a centralizar en Valencia y las urbanizaciones metropolitanas el interés de los extranjeros, con un perfil mucho más joven. Además, suelen venir acompañados de su familia y buscan colegios para sus hijos.

Publicidad

A nivel general, las nacionalidades de los nuevos residentes de alto nivel adquisitivo se han diversificado: Francia, Bélgica, Holanda, Italia e incluso Turquía. En el último año, sólo la empresa de Conor Wilde ha ayudado a instalarse a más de 300 familias extranjeras en Valencia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad