El carril bici de la Gran Vía Fernando el Católico incumple la normativa estatal que marca la anchura que deben tener estas vías. La Dirección General de Tráfico recomienda un mínimo de 1,50 metros en este tipo de vías unidireccionales, mientras que el trazado puesto en marcha ya en parte alcanza loa 1,20 metros, llegando incluso a un metro en la parte que pasa entre las calles Azcárraga y San Ignacio de Loyola.
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Otro varapalo al carril ciclista todavía en obras que discurre por la Gran Vía Fernando el Católico, en esta ocasión a través de un manual de la Dirección General de Tráfico (DGT). El itinerario incumple la normativa estatal que marca la anchura que deben tener estas vías. El organismo dependiente del Ministerio del Interior recomienda un mínimo de 1,50 metros en este tipo de vías unidireccionales, mientras que el trazado puesto en marcha ya en parte alcanza loa 1,20 metros, llegando incluso a un metro en la parte que pasa entre las calles Azcárraga y San Ignacio de Loyola.
El concejal del grupo popular Carlos Mundina alertó ayer que según recoge el manual de recomendaciones de Tráfico «en condiciones adecuadas de circulación se puede considerar que el ancho estricto necesario de carriles unidireccionales es de 1,50 metros». Se recogen en el Manual de Recomendaciones de Diseño, Construcción, Infraestructura, Señalización, Balizamiento, conservación y mantenimiento del carril bici. (Ministerio del interior, DGT, 2000). El edil recordó que el nuevo carril bici «ni dispone de informes de Policía Local, Emergencias ni Bomberos, pero también incumple las recomendaciones de la DGT».
«Este carril bici es un nuevo despropósito del Gobierno de Compromís y el PSPV, ya que se ha convertido en un auténtico peligro para los ciclistas que lo utilicen al tener una anchura insuficiente para poder circular incumpliendo las recomendaciones de la DGT. Además, los taxis tendrán dificultades para recoger y dejar a sus clientes al tener que invadir el carril bici que no estar segregado».
Tanto los conductores de la EMT como los taxistas se quejaron al conocer el proyecto hace un año de los inconvenientes para la circulación tanto del transporte público como los propios ciclistas. No existe separación física como un bordillo o jardineras, sino que todo se limita a una señalización con pintura roja.
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El concejal presentó ayer a la comisión de Desarrollo Urbano una moción para que, con carácter de urgencia, se haga un estudio sobre la seguridad del carril bici, una propuesta que no salió adelante. Las recomendaciones de la DGT dicen que «para velocidades normales, entre los 15 Km/h y los 30 Km/h, y en condiciones adecuadas para la rodadura, se considera que la anchura ocupada por un ciclista en marcha es de un metro».
El mismo documento recoge que «aunque un metro es el ancho mínimo estricto para la circulación de un ciclista, en el diseño de un carril bici se recomienda dar un resguardo de 0,25 metros hacia ambos lados, por seguridad ante posibles movimientos, paradas o puestas en marcha. Por ello, en condiciones adecuadas de circulación, se puede considerar que el ancho estricto necesario en carriles bici unidireccionales es de 1,50 metros». Es decir, el trazado que ha ejecutado la concejalía de Movilidad se queda 30 centímetros lejos de dicho mínimo.
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La anchura del carril bus-taxi también se ha reducido para encajar esta infraestructura. En el tramo entre las calles Historiador Diago y Jesús se ha pasado de 3,75 a 3,20 metros. Entre la calle Jesús y la plaza de Vannes es todavía peor, al menguar hasta los 3,15 metros.
La realidad es que la mayoría de los vehículos invaden el carril del tráfico para quedar algo más alejados de ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos. La situación es todavía peor cuando un taxista está parando por la carga o descarga. El alcalde Ribó dijo que no tenía «otra opción» para el diseño del itinerario.
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El tramo que va en dirección al viejo cauce está ya acabado y en servicio, mientras que todavía están en plenas tareas de señalización la parte contraria, por donde los usuarios tendrán que hacia el túnel de Germanías. Las obras se han desarrollado de día, generando atascos desde hace meses, pese a que este tipo de intervenciones se realizan siempre de noche. Con el fin de mejorar la seguridad vial, se han añadido semáforos en cruces.
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