VICENTE LLADRÓ
VALENCIA.
Sábado, 30 de noviembre 2019, 01:13
Cada tarde, un pequeño grupo de veteranos vecinos de Silla se reúne en el pequeño embarcadero de este pueblo sobre el canal que comunica con la Albufera. Fue Vicente Carbonell, pescador aficionado, quien nos dijo una mañana: «Vengan por la tarde y le contarán de todo sobre el lago, las barcas y la historia del 'portet'; pregunten a los que se sientan en el pequeño banco junto al muro del 'motor', les llaman los del 'congrés' porque se juntan ahí y tratan de todo, del agua, de política, del campo...»
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El 'portet' de Silla es más recoleto que el de Catarroja y está igualmente repleto de encanto. Lástima que el agua, tanto en un sitio como en otro, esté como está, de un verde oscuro, casi negra, a veces con ribetes de espuma y porquería flotando. Esta vez olía mal, muy mal, porque el electricista estaba realizando pruebas de mantenimiento en el 'motor' del Progreso. La acción de la bomba removía el fondo y sacaba a flote emanaciones desagradables.
«Es el lodo que se acumula en los canales y en todo el lago, habría que dragarlo todo, pero no ponen un duro». Para los integrantes de este peculiar tertulia, el diagnóstico está claro: «todo empezaría a arreglarse depurando más el agua que llega, dragando los lodos acumulados y también cortando y quemando a su tiempo los cañares, la 'bova' y el 'senill', que desde hace años no se hace nada en las motas y todo acaba pudriéndose, unas matas encima de las otras, y así está el agua».
Los 'diputados' de esta especie de parlamento improvisado son Paco Marraes, Roberto Sanromán, Casimiro Zaragozá, Ramón Castelló y Juan Molina. Luego se suman Antonio Martínez, Salvador Alberola y Luis Peris 'Palabritas', el electricista que ha terminado las operaciones en la maquinaria del Progreso y se sienta con los otros.
Todos recuerdan que cuando eran jóvenes «esto estaba más limpio que un 'espill'». ¿Qué ha pasado después? El 'portet' sigue vivo, porque hay muchas barcas y afición a navegar por los canales y el lago, se construyen nuevos 'albuferencs', existe un club de piragüismo, acude mucha gente a explayarse en el pintoresco paraje, quedan pescadores... Pero el agua está muy sucia y cuando se remueve el fondo apesta. Siempre se llega a la misma conclusión: el problema del fondo.
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El portet de Silla fue punto de atraque de multitud de barcas que cargaban hasta tierra firme gavillas de arroz, para trillar el grano en trilladoras fijas, y también arena que sacaban del fondo y se empleaba como material de construcción. Aquel trajín arrocero duró hasta los años sesenta, cuando llegaron las máquinas segadoras que trabajaban directamente en los campos y suplieron mucha mano de obra. Lo de drenar la arena acabó prohibiéndose por razón medioambiental.
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