Efectivos policiales durante el lanzamiento de los okupas de la calle Berni i Català. D. TORRES

Desalojan a los okupas que intimidaban a los vecinos de Torrefiel

La Policía Nacional expulsa a seis personas atrincheradas en el bloque ocupado desde hace un mes en la calle Berni i Català

P. Alcaraz

Valencia

Miércoles, 31 de julio 2024, 12:21

«¿Ya se ha acabado la fiesta?», pregunta una vecina. «Ya se ha acabado», responde otra pareja de residentes habituales de Torrefiel. Y es que esta mañana en el barrio no se hablaba de otra cosa que no fuese el desalojo de los okupas que ... durante poco más de un mes habían ocupado un inmueble en la calle Berni i Català. La Policía Nacional ha efectuado el lanzamiento de seis okupas del bloque número 6 de la calle Berni i Català que habían atormentado al barrio durante los últimos treinta días.

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El barrio de Torrefiel ha amanecido sorprendido por un fuerte dispositivo de furgones de la Unidad de Intervención de la Policía Nacional acompañados por otro numeroso contingente de efectivos del Grupo Operativo de Respuesta de la comisaría del distrito de Tránsitos. Los agentes, equipados con cascos y escudos antidisturbios, han procedido a cerrar el paso en la calle Berni i Català a primera hora de la mañana para garantizar la seguridad en el lanzamiento de los ocupantes ilegales que se habían adueñado de la finca número 6 desde el pasado 29 de julio alterando fuertemente la convivencia vecinal. Pese a que el acordonamiento de la zona se ha llevado a cabo antes de las 8:00 de la mañana, el desahucio se ha culminado alrededor de las 10:30 horas.

El colectivo pro-okupación Sindicat de l'Habitatge había convocado una manifestación para evitar el desalojo de, según su versión, «14 familias vulnerables». Sin embargo, como ya pudo saber este diario el día en que se produjo la visita de la comitiva judicial semanas atrás, las autoridades solamente identificaron a dos varones de unos 40 años de edad que se encontraban en el interior del edificio. Según han explicado algunos vecinos, «nunca han vivido 14 núcleos familiares en el interior de la finca sino que los miembros de la asociación se turnaban para permanecer en el interior del edificio ocupado ilegalmente» y han tildado de «mentirosos» a quienes trataron de hacerles creer que allí vivían familias.

Una vez se ha hecho efectivo el desalojo, el legítimo propietario del inmueble ha empezado los trabajos de instalación de alarmas y refuerzo de los posibles accesos a la finca, según han asegurado a este diario los residentes de la zona. Las mismas fuentes han lamentado que este fenómeno se esté agravando en el barrio gracias a la presencia de nuevos okupas que antes ocupaban viviendas en el barrio de Orriols hasta que la Policía les estrechó el cerco para reducirlas a la mitad a principios de este año. Según confirmaron los datos del Ayuntamiento, durante el primer semestre se han logrado vaciar 25 de las 60 viviendas afectadas en Orriols.

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«El problema de la ocupación ilegal se está trasladando hasta Torrefiel, está por todas partes», han expresado algunos vecinos en referencia a que este fenómeno ya ha sido experimentado en algunos edificios o viviendas del barrio en años anteriores. Sin ir más lejos, el pasado martes la Policía también intervino para desalojar una vivienda ocupada ilegalmente en la calle Anna. El desahucio estuvo marcado por el enfrentamiento entre los miembros del colectivo defensor de la okupación que trataban de bloquear la puerta para que los agentes no pudieran acceder al interior del inmueble.

Como ya publicó LAS PROVINCIAS, el tiempo medio para echar a un okupa de una vivienda allanada o usurpada ha ido en aumento en los últimos cinco años pasando de una demora de 4,9 meses en 2018 a rondar el año en 2023, según los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial. Los residentes han apuntado a tres factores para que los trámites del desalojo de los okupas se hayan llevado a cabo en tan sólo un mes. Según los vecinos, la inmediata puesta en conocimiento de lo sucedido tanto al propietario como a la Policía, el hecho de que el inmueble no fuera residencia habitual y que, finalmente, no hubiese menores en el interior han ayudado a resolver el incidente lo antes posible.

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Con el regreso de la normalidad a Torrefiel, los vecinos destacan la tranquilidad tras la marcha de los okupas así como «saber que todavía hay justicia». «Hay mucha inseguridad y no es justo que tengamos que vivir con el miedo en el cuerpo», han denunciado los residentes.

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