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Uno de los árboles de la Alameda. Irene Marsilla

La falta de riego dispara la mortalidad de árboles en la Alameda

Vecinos denuncian el estado de especies autóctonas como los llidoners y critican el escaso mantenimiento del Ayuntamiento

Juan Sanchis

Valencia

Martes, 24 de septiembre 2024, 00:42

A estas alturas del año tendrían que estar con las ramas llenas de hojas. Pero no es así. Los árboles de la Alameda de Valencia, ... uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad, presenta un aspecto más que mejorable. Y es que hay plantas que se encuentran en un estado agonizante.

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Los llidoners que se enrraizan en este jardín, especialmente los que se encuentran entre el puente del Real y el de la Exposición, aparecen con partes secas y sin hojas, según denuncian vecinos. La falta de riego, en opinión de Santiago Reyna, profesor jubilado de Silvicultura en la Escuela de Ingenieros de Montes de la Universitat Politècnica de València, ha provocado el aspecto que presentan en estos momentos cuando tendrían que estar en plena floración.

«No es un problema de ahora. Se arrastra ya desde hace muchos años», explica Reyna y añade que antes estos árboles eran regados a mano por jardineros y entonces no existía este problema.

Santiago Reyna explica que los llidoners se empezaron a plantar hace 30 o 40 años después de la muerte de los plátanos peloteros. Esta especie es un árbol mediterráneo de copa frondosa y excelente sombra. Prefiere los suelos frescos, profundos, preferiblemente con agua freática a cierta profundidad y se adapta muy bien a la sequía estival propia de este clima.

Pero muchos de los que se encuentran en la Alameda están defoliados en más de un 80% y van muriendo poco a poco. El problema ha sido la falta de agua, una situación que se extiende a los últimos tiempos. Se trata de un problema que también ha afectado a otras especies como los magnolios o los cedros que ya desaparecieron hace unos años.

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En este sentido, ha explicado Reyna, el arbolado de la Alameda mantenía un equilibrio gracias al riego frecuente que proporcionaban los antiguos jardineros con las mangueras que llegaban a todas partes, además de evitar las polvaredas que ahora se dan en estas zonas por el suelo compactado.

«Ahora ya se llega tarde. Las soluciones que se pongan tendrán que ser para el año que viene», señala y añade que no cree que las lluvias caídas en los últimos días tengan alguna influencia en el estado de los árboles.

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Uno de los factores que han influido en el estado de estos árboles es el riego por goteo. Según Reyna, ha hecho que las raíces de los llidoners se localicen en unos pocos puntos por lo que no tiene raíces de suficiente profundidad para hacer frente a un periodo de sequía.

Por otro lado, el suelo compactado tiene un alto grado de impermeabilización que impide que el agua se filtre y provoca que el agua vaya hacia los alcantarillados sin ser aprovechada por las plantas. Por esta razón los árboles que se encuentran cerca de parcelas con césped están en mejor estado porque estas contienen más cantidad de agua al regarse a horas concretas.

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Para Reyna, la solución de riego localizado no cubre las necesidades de los árboles. «Lo ideal sería un sistema de riego de cobertura total de madrugada para que no moleste a nadie o bien volver a los clásicos jardineros con mangueras que hacían un excelente trabajo», ha explicado.

El experto ha advertido que los monumentales ficus empiezan ya «una discreta defoliación» y espera «que no sigan la senda de los llidoners ni el triste final de los cedros y magnolios».

Este periódico ha intentado conseguir una valoración del servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Valencia sin que al cierre de esta edición se haya recibido ningún comentario.

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