«No se trata de quedar bien, sino de hacer lo que toca». Con esta frase, la vicealcaldesa de Valencia Sandra Gómez quiso resumir así el apoyo que otorga al concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, en el conflicto abierto en el gobierno municipal por la sanción propuesta al Arzobispado el domingo pasado, al considerar el segundo «irresponsable y premeditado» la apertura de una de las puertas de la Basílica de la Virgen tras la misa de la festividad. En el acceso se congregaron un centenar de personas guardando la distancia de seguridad.
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La Delegación del Gobierno todavía no ha decidido si tramitará la multa propuesta por la Policía Local, lo mismo que la sanción, aunque la opinión del alcalde Ribó al ser preguntado el lunes es que no consideraba que se produjera ninguna concentración que vulnerase el decreto por el estado de alarma.
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Gómez, sin criticar al alcalde por esta réplica al edil socialista, dijo que el domingo «no era día de estar en la calle» por la festividad, recordando la suspensión por ejemplo de los actos de la Semana Santa Marinera. «Hay que velar por la salud de todos y Cano está asumiendo buena parte de este gestión», en referencia al Centro de Coordinación del Consistorio. «Los ciudadanos esperan que seamos ejemplares en esto y a la Iglesia hay que pedirle también ese plus. No es momento de relajarnos y debemos seguir cumpliendo con las directrices del Gobierno», finalizó.
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