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Cruce de las calles Castellón, San Martín y Segorbe. Damián Torres

El laberinto de Grezzi

Autoescuelas y un catedrático de Seguridad Vial tildan de «ininteligible» un cruce del Ensanche que incumple el reglamento

Álex Serrano

Valencia

Viernes, 1 de marzo 2019, 01:10

El cruce de las calles General San Martín y Castellón es «ininteligible» y choca con el Reglamento General de Circulación. Así lo aseguran expertos consultados por este diario, tras al revuelo formado por los vecinos y conductores de la zona, que se encuentran con varias marcas viales en el suelo que pueden complicar la comprensión de la señalización que se ve en la plaza, agravada, además, por los aparcamientos de motos.

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El cruce en cuestión es el que hay entre las calles anteriormente citadas y Segorbe, entre la plaza de toros y la estación del Norte y las grandes vías. Los conductores que vienen desde Castellón (una de las salidas más utilizadas al segundo anillo de circulación, el que conforman las mismas grandes vías) se encuentran con una línea discontinua a mano derecha para acceder a una zona de carga y descarga y con una zona de aparcamiento para motos en la isleta central. Además, pueden girar a la izquierda para salir por General San Martín a Ruzafa o a la gran vía, o pasar de largo la isleta para de nuevo girar a la izquierda por General San Martín, pero en este caso se encuentran un stop. También pueden seguir recto hacia la gran vía. Por su parte, los que vienen por Segorbe pueden acceder a una zona de carga y descarga a la izquierda, a una zona azul a la derecha o girar a la derecha para ir por Castellón o seguir recto para aparcar en la plaza central si se lleva una moto. En este caso, también pueden circular por General San Martín en dirección a la gran vía Germanías o a la calle Ruzafa.

«Es imposible que se procese de manera rápida el entorno para evitar accidentes»

Luis Montoro | Catedrático de Seguridad Vial

Se trata, en definitiva, de un galimatías. Así lo asegura Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial de la Universitat de València. «Las señales deben de cumplir una serie de principios entre los que destacan cuatro: ser visibles, legibles, creíbles e inteligibles», señala. Montoro explica que el cruce «atenta directamente contra dos de estos principios». El experto apunta a que la visibilidad queda «deteriorada» ante tal «cúmulo de estímulos», lo que provoca que sea «imposible» que se procese correctamente «de manera rápida el entorno, que es lo que interesa para evitar accidentes». El también presidente de la Fundación Nacional por la Seguridad Vial cree que el cúmulo de marcas «es de tal magnitud que para mucha gente, especialmente para los conductores mayores, es una situación cercana a lo ininteligible». «La capacidad del conductor para atender, interpretar y comprender el entorno es limitada y por ello no se le puede sobrecargar, especialmente porque los vehículos están en movimiento y hay que captar bien todo el entorno y tomar decisiones en milésimas de segundos, que pueden desembocar en un accidente», explica Montoro.

Grezzi ya recibió críticas cuando se inventó señales horizontales en el anillo ciclista

El profesor de la UV augura, con toda seguridad, «estrés perceptivo y atencional, con frenadas bruscas, paradas, giros inesperados, etc». «Sería interesante, antes de que se produzcan accidentes, observar y filmar lo que harán los conductores en este caso», indica Montoro, que señala que la conducción es «algo muy complejo». «Por ello hay que facilitar la toma de decisiones al conductor, cosa que no parece darse en este caso», comenta el catedrático de Seguridad Vial.

Montoro señala, además, que el paso de peatones central es «absolutamente desaconsejable». En este sentido ahonda Juan Carlos Muñoz, presidente de la Asociación Valenciana de Autoescuelas. «No entiendo ese paso para peatones diagonal si el peatón puede, a través otros pasos de cebra, bordear la plaza», explica Muñoz, que dice que así se sigue «la norma general que se aplica en las glorietas por el Reglamento General de Circulación». Según la norma, dice, «los peatones no podrán atravesar las plazas y glorietas por su calzada, por lo que deberán rodearlas».

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«El cruce de peatones no es adecuado porque crea la costumbre de cruzar las plazas de forma diagonal, haya o no haya paso marcado en el suelo»

Juan Carlos Muñoz | PRESIDENTE AUTOESCUELAS

Muñoz cree que la señalización que hay en el cruce «no es adecuada, ya que crea costumbre en los peatones para cruzar las plazas de forma diagonal haya o no señalización». El experto en seguridad vial apunta también que no sabe «por qué se ponen stops y no ceda el paso, si hay visibilidad». Muñoz «suspende» la señalización en el enclave y, además, añade que las marcas viales «son resbaladizas para las motocicletas», como la Plataforma Motera por la Seguridad Vial ha explicado en varias Mesas de la Movilidad, sin que el concejal del ramo, Giuseppe Grezzi, se haya dado por aludido: las primeras quejas llegaron con el uso de pintura roja en la puerta de entrada a la zona 30 de la calle Eugenia Viñes.

Tampoco es la primera vez que los expertos en seguridad vial afean al concejal de Movilidad Sostenible (él siempre se escuda en los técnicos municipales y asegura que las críticas a su labor son críticas a los funcionarios) determinadas medidas en materia de señalización vial en las calles de Valencia. En mayo de 2017, Muñoz aseguró que las señales verticales que establecen la preferencia ciclista en las intersecciones con otras calles o puentes a lo largo de los 4,7 kilómetros de recorrido del anillo ciclista «no existen». Echó mano del Reglamento General de Circulación, donde no existe ninguna señal como la colocada por el Consistorio, cuadrada, con fondo azul y un ciclista dentro de un triángulo blanco. Debajo hay una leyenda que indica «preferencia ciclista». Se trata de una de las señales más visibles en el anillo.

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Los expertos apuntan que la pintura de las marcas viales es «resbaladiza» para las motocicletas

Grezzi, que por cierto recibió ayer el premio Bikefriendly 2019 a la mejor infraestructura ciclista entregado por la Red de Ciudades por la Bicicleta, anunció en verano de 2017 que Fomento iba a añadir la señal al nuevo catálogo, pero en abril del pasado año en una respuesta remitida al grupo municipal de Ciudadanos ya dejaba caer que Fomento había apuntado que la inclusión de la señal en el nuevo reglamento dependía de que el Consistorio lo pidiera. Además, el Ayuntamiento ha colocado semáforos ámbar para peatones en varias calles como Chiva que han creado dudas entre los expertos sobre su validez y la utilidad que puedan tener.

La nueva plaza peatonal. Irene Marsilla

Otro carril bici elimina aparcamiento en la calle Cuenca

Las obras de construcción del nuevo carril bici de la calle Cuenca entre Obispo Amigó y la gran vía Ramón y Cajal han creado una amplia plaza peatonal que, además, ha supuesto la eliminación de una docena de plazas de aparcamiento en una zona donde encontrar estacionamiento por la noche es bastante complicado, según denuncian residentes en la zona.

Estas obras, que terminarán la semana que viene, pretenden corregir el carril bici del PP, que iba pegado a la acera y que ha sido criticado en varias ocasiones por asociaciones ciclistas, que lo consideraban uno de los peores de la ciudad. Además, las obras han ampliado la acera en la esquina norte del mismo cruce y se ha eliminado una isleta cebreada central que se usaba para estacionar, de manera indebida, sobre todo las noches de los fines de semana. Una de las plazas eliminadas era para personas con movilidad reducida.

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