No miren cuánto dinero tienen en la cartera, ni en el banco, que no van a poder comprar la Lonja. No está a la venta. ... Pero no deja de resultar curioso el valor que los técnicos del Ayuntamiento de Valencia han otorgado a los edificios históricos de la ciudad que son propiedad municipal. Destacan los 5,9 millones de la obra maestra de Pere Compte (en 1925, en el primer inventario, se cifró el valor en 2 millones de pesetas. La inflación, ya saben), los 3,2 de las torres de Quart y los 2,7 de las torres de Serranos. El patrimonio histórico de la ciudad está cifrado en más de 14 millones de euros.
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Son algunas cifras del último inventario de propiedades municipales de la ciudad, donde las torres comparten espacio con los 6 millones en que se valora la Harinera. En total, el patrimonio histórico-artístico de Valencia, donde aparecen también estatuas o cuadros que son propiedad de todos los valencianos, alcanza un valor superior a los 14 millones de euros. El inventario total cifra el patrimonio total en más 3.700 millones de euros. Y aquí no figuran ni los bienes que son propiedad de la Generalitat, como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, o de la Diputación, como el Palau de la Generalitat.
Además de los monumentos, destacan otras cifras. La Casa Consistorial, el edificio de la plaza del Ayuntamiento que es la vieja Casa de Enseñanza remozada, tiene un valor de 26,9 millones de euros, mientras que el Cementerio General, que alberga obras de artistas como Benlliure, llega a la astronómica cantidad de 81,4 millones de euros. Son, con todo, cifras orientativas. Ninguno de estos espacios, por supuesto, está a la venta, pero así los han valorado los técnicos municipales para incluirlos en el inventario.
Se trata de un documento aprobado este martes por la Comisión de Patrimonio, que será aprobado definitivamente en la próxima sesión plenaria del mes de mayo. Se trata de una fotografía detallada del patrimonio que atesora el Ayuntamiento de Valencia, desde monumentos y edificios de un valor incalculable hasta parajes como la Dehesa y el real lago de la Albufera, la colección de pesas y medidas donadas por el conde de Trénor, los Silos de Burjassot o la ermita de Sant Jordi en el término de El Puig.
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El inventario municipal es un documento vivo que sufre cambios a través de las altas, las bajas o las modificaciones de los bienes. Tal como marca el Reglamento de Bienes de las Entidades Locales, el Ayuntamiento ha efectuado las operaciones necesarias para actualizar la situación del Inventario a 31 de diciembre de 2022. Para ello, el Servicio de Patrimonio cuenta con una potente aplicación informática: SIGESPA. El Sistema de Gestión Patrimonial se implantó en 1997 y permite instruir con celeridad y eficacia todos los expedientes administrativos vinculados con las variaciones del inventario. Hay que tener en cuenta que los 4.382 bienes inmuebles municipales suponen aproximadamente el 94,32% del valor total de patrimonio del Ayuntamiento de Valencia.
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El inventario municipal está distribuido en ocho epígrafes. Los más destacados son los que se corresponden con los inmuebles, los muebles históricos o de considerable valor económico, los vehículos y los 18 caballos de la Policía Local. En bienes inmuebles se incluyen también parques urbanos, jardines, edificios públicos, mercados, cementerios, fuentes y todo tipo de parcelas municipales. El valor global a 31 de diciembre de 2022 supera los 3.490 millones de euros.
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Aunque la legislación actual obliga a indicar «el valor que correspondería en venta al inmueble» es evidente que los monumentos históricos declarados como Bien de Interés Cultural (BIC) son edificios únicos e insustituibles, están fuera de mercado y no se pueden poner a la venta. Así sucede, por ejemplo, con la Lonja y las torres de Serranos y de Quart, que fueron declarados «monumentos histórico-artísticos pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional» por el gobierno español en junio de 1931.
Entre los parajes que figuran en el inventario destacan, sin duda, las 778 hectáreas del monte de la Dehesa del Saler y las 2.964 hectáreas del real lago de la Albufera. Desde el punto de vista medioambiental e histórico tienen un valor, literalmente, incalculable.
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El primer inventario municipal elaborado por el Ayuntamiento data del 31 de diciembre de 1925, en la época de Luis Oliag como alcalde de la ciudad. El valor del patrimonio municipal de hace un siglo era de poco más de 38 millones de pesetas. Para hacerse una idea del coste de la vida en 1925, una consulta a la prensa valenciana en la Hemeroteca Municipal nos revela que el precio de la entrada de butaca para disfrutar de una zarzuela en el teatro Apolo, en la Nochevieja de 1925, era de tres pesetas.
Los esforzados funcionarios que elaboraron el primer inventario municipal en 1925 se encontraron con muchas dificultades técnicas y lamentaron no haber anotado la colección de cuadros existentes en la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer y no haber valorado tampoco la colección conquiliológica municipal, entre otros elementos. Eso sí, le otorgaron un valor económico a inmuebles como la Lonja (dos millones de pesetas), torres de Serranos (500.000 ptas.); palacio municipal (450.000 ptas.); Cementerio General (300.000 ptas.); torres de Quart (200.000 ptas.) o El Almudín (150.000 ptas.).
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