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Convertidos en templos del producto y en el lugar donde nacen las comidas y las cenas de toda la ciudad, los mercados municipales se ... enfrentan a un lento declive desde que en 2015 llegó Joan Ribó a la Alcaldía. Desde entonces, hay 195 paradas libres más y el total de espacios disponibles en los mercados municipales asciende a 427, según ha desvelado el grupo municipal popular. Los vendedores advierten de que la vaca «no da más leche» y que la falta de relevo generacional agravará la situación que se vive en Mossén Sorell y que ya ha provocado el cierre de los mercados de Benimàmet y San Pedro Nolasco.
La portavoz de los mercados municipales en Confemercats, Alicia García Trenzano, ha lamentado este martes que es «muy complicado» quedarse una parada. «Si quiero traspasar la mía no puedo ponerla al precio que yo quiera, porque el Ayuntamiento marca uno que muchas veces es superior a aquel por el que quieres venderla», ha criticado. «Luego la sacan a subasta por mucho menos dinero del que te han pedido a ti», ha denunciado.
Eso es lo que ha ocurrido en el mercado de Mossén Sorell, donde los propietarios de las paradas de carne y pescado, que han cerrado recientemente, han puesto el cartel de 'se traspasa' sobre sus persianas bajadas. Pero por ahora o bien nadie se ha interesado o bien las negociaciones no han llegado a buen puerto, porque el antiguo mercado, una jaula de vidrio en pleno corazón del barrio del Carmen, se agosta rápidamente, inmerso en un hundimiento que parece complicado de detener y que se ha agravado tras la pandemia, cuando cerraron los puestos de carne y pescado. Actuaban, en este sentido, como auténticos motores del mercado. Sin ellos, parada en seco.
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García Trenzano detalla que lo que afecta a los compradores tiene que ver con una especie de tormenta perfecta que todo se ha llevado por delante. La pandemia, por supuesto, pero también «el tema de la burocracia»: «Se tarda mucho tiempo y hay que mover muchos papeles antes de poner en marcha una parada». «El arquitecto del Ayuntamiento te pide un montón de trámites para cualquier pequeña obra», ha lamentado. García Trenzano es consciente también de que los hábitos de compra han cambiado: «Vendemos menos porque la gente prioriza otras cosas».
«Y luego está la competencia». García Trenzano habla con resignación de las opciones que tiene un cliente y que en ocasiones fuerzan que los mercados municipales estén fuera de la discusión. «En una calle te puedes encontrar siete supermercados, tiendas de barrio, grandes superficies... por no contar la venta por internet, que es un furor, aunque los productos frescos nunca serán mejores», ha explicado.
La portavoz de los mercados municipales de Valencia en Confemercats ha explicado que también se encuentran con problemas derivados de las modificaciones en la circulación que decide, en muchas ocasiones de forma unilateral, la concejalía de Movilidad del Ayuntamiento de Valencia. «Para llegar a muchos mercados hay problemas con el transporte público. En Ruzafa, por ejemplo, no hay sitio para aparcar con la zona naranja y la zona verde», ha lamentado García Trenzano, que trabaja en ese mercado.
Además, los vendedores se encuentran con la falta de relevo generacional: «Son horarios muy duros y la cosa no da». «La vaca no tiene leche. No paran de subir impuestos», ha explicado García Trenzano, que ha desvelado cómo en paradas relacionadas con el pescado o la verdura es donde más se nota esta falta de relevo generacional debido a los horarios que han de llevar quienes se dedican a esto. Ella misma, por ejemplo, se levanta a medianoche y vuelve a casa a las 15 horas.
El grupo municipal popular ha explicado que en el año 2015 los mercados tenían ocupados 2.924 puestos y ahora hay 2.725 puestos con paradas. «Hemos sabido que el mercado que está en la senda del cierre por la falta de apoyo del gobierno de Ribó y PSPV es el de Mossén Sorell», ha dicho el concejal del PP, Santiago Ballester, que ha visitado este miércoles el mercado para conocer la situación. Ballester ha asegurado que cuando sea alcaldesa María José Catalá dentro de unos meses potenciar los mercados municipales será una prioridad.
Tal como ha indicado, en el año 2015, con el último gobierno del PP, en el mercado del Carmen había 8 paradas ocupadas, «que han ido marchándose y no ha entrado ninguna nueva». Ballester ha asegurado que el cierre de un mercado, como ocurrió en Benimàmet, «demuestra una vez más la mala política y planificación del Gobierno de Ribó y PSOE en materia de mercados y comercios. Nunca se debería llegar a este extremo pues debía haber actuado antes para revitalizarlo, cuando en estos años se han ido cerrando paradas».
Según la concejalía de Mercados, «podría ser mañana», por este jueves, cuando «miren una por una la casuística particular de cada parada», pese a que la petición de información se hizo poco después de las 17 horas. «Las cifras que da el PP manipulan la realidad, confunden concepto de parada y obvian procesos judiciales o paradas eliminadas», explican fuentes de la concejalía que dirige Carlos Galiana.
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