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Veintitrés multas al día es la media de la primera y hasta ahora única campaña de controles realizada por la Policía Local en el acceso a la calle Colón desde la plaza Porta de la Mar. Ese es el resultado del trabajo realizado entre los días 1 y 7 de este mes, según la respuesta facilitada por el gobierno municipal al grupo Ciudadanos.
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El edil de esta formación Narciso Estellés había preguntado cuántas sanciones se han tramitado por este motivo desde el pasado 30 de abril, cuando acabaron las obras de remodelación de la calle, dejando sólo un carril para el tráfico, dos para el transporte público y la citada prohibición de acceso desde Porta de la Mar. Una decena de sanciones, según el servicio de Procedimiento Sancionador, salvo las referidas a la citada semana, cuando la Policía Local colocó un coche dotado con cámara de fotos en la entrada de la calzada y el balance fue de 164 boletines.
El concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, comentó que la preferencia es «hacer pedagogía porque somos animales de costumbres», para señalar que después de las primeras semanas actuando de este modo se decidieron por las multas. No obstante, el edil no confirmó que este tipo de campañas vayan a ser permanentes, dando así prioridad a su juicio a las que son más importantes para la seguridad vial, donde citó las dedicadas al exceso de velocidad y las alcoholemias. Después de cambios sustanciales en el tráfico, es habitual que se disponga de un dispositivo de la Policía Local para evitar incidentes, aunque en este caso la situación ha sido algo anómala al coincidir con desescalada del estado de alarma.
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La nueva planta viaria de Colón impide el acceso desde Porta de la Mar debido a que el carril para el tráfico se ha dispuesto en sentido contrario desde la esquina de la calle Conde Salvatierra, con el peregrino argumento de dar servicio a un aparcamiento privado, al que obviamente también se puede llevar desde la rotonda.
De este modo se crea una barrera para la circulación que obliga a los conductores a tener que entrar a Colón por las calles transversales desde la Gran Vía Marqués del Turia. El resultado es una bajada drástica de la intensidad del tráfico por los problemas que se originan, con un descenso que el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, fijó en un 70% al poco de que produjeran los cambios en mayo.
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Los atascos recientes en Marqués del Turia por las obras de renovación de un tramo de colector de 500 metros originaron en las últimas fases de la desescalada graves atascos por este motivo. Pese a contar sólo con un carril, los conductores que querían eludir las retenciones no han tenido más remedio que pasar a la ronda interior por Colón.
Faltan todavía algunas semanas para que la normalidad llegue al tráfico de Valencia, por lo que no podrá saberse hasta entonces el efecto de los cambios. La asociación de Comerciantes del Centro Histórico y la Federación de Vecinos reclamaron a mediados de marzo, nada más entrar en vigor el decreto del Gobierno, que se paralizara cualquier obra, lo que el gobierno municipal no hizo.
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Pese a que las obras están acabadas, no ocurre lo mismo con la polémica. El concejal Estellés preguntó la razón de que no se llevara entonces el proyecto a la comisión de Patrimonio. «La actuación consiste simplemente en un cambio de uso de un carril de circulación y la inversión de sentido de circulación de un tramo de calle», fue la respuesta.
La intervención en la calle Colón entronca con la reforma provisional de la plaza del Ayuntamiento y la pendiente de la plaza de la Reina. La remodelación de líneas de la EMT se puso en marcha cuando se iniciaron las obras de asfaltado de la primera, la que incluyó la colocación de 200 maceteros, por lo que la línea C1 de transbordo estuvo unos días con un itinerario alternativo.
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Ahora, los autobuses siguen pasando aunque las obras han vuelto a la Plaza. La concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, informó ayer de la finalización del tramo donde se sitúa la falla municipal, una explanada de unos 700 metros cuadrados donde se ha retirado el asfalto para destapar el antiguo adoquinado. Será la excepción, dado que en el resto de los 7.600 metros cuadrados de zona peatonal se colocará un pavimento rojizo.
El concejal de Ciudadanos Narciso Estellés denunció ayer sobre la nueva planta viaria de Colón que «lo que han hecho Ribó y Grezzi es la suma expresión del caciquismo en el gobierno de una ciudad. Ese caciquismo tiene un cómplice, el PSPV de la señora Gómez, que parece una concejala más de Compromís cuando se trata de apoyar las imposiciones en materia de movilidad».
A juicio del edil, desde el punto de vista paisajístico y funcional la calle Colón es «un caos impuesto de manera ilógica. Hay dos carriles casi vacíos todo el día y mientras, los valencianos se encuentran atascados en un solo carril, en una senda infinita de coches. Y la Gran Vía Marqués del Turia, como alternativa, también se encuentra atascada con frecuencia».
El modelo no convence para nada a la oposición, al señalar que Ribó y Grezzi «están provocando un colapso continuo en el corazón de la ciudad, su centro, que perjudica a vecinos y comerciantes y además provoca más contaminación acústica y ambiental».
Respecto a las cifras difundidas por el concejal de Movilidad, señaló que de «nada sirve decir que se ha reducido el 70% de coches en Colón, si el resto está atascado y en la Gran Vía el colapso es evidente. Si además, también se sanciona a quien se equivoca, nos preguntamos ¿Que más nos van a hacer Ribó y Grezzi a los sufridos contribuyentes? ¿Cuál va a ser la próxima cacicada de Compromís y PSPV en materia de movilidad?».
En una respuesta por escrito a principios de junio, la concejalía de Movilidad señala a Estellés que la actuación en la calle Colón «se expuso en detalle en el plenario de la Mesa de la Movilidad que se celebró el 24 de febrero. Previamente se redactó el PMUS en 2013 —en el que se recoge el mandato de reducir el tránsito motorizado en esta vía, priorizando el transporte público— con la participación ciudadana que se indica en el propio documento. Y además el Plan de Ciutat Vella recoge todas las directrices para reducir el tránsito motorizado y priorizar el transporte público». El edil de la formación naranja había preguntado por la razón de que no se hubiera hecho un proceso de participación ciudadana.
A principios de febrero, el presidente de la asociación de Comerciantes del Centro, Rafael Torres, criticó que la actuación estrenada el pasado mayo es una «tomadura de pelo» al no haber debate con el Ayuntamiento. «Nos han dicho que es una decisión tomada», aseguró.
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