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Los conductores que circulen por Valencia a partir de los próximos meses se van a encontrar seis nuevas cajas con radares. De ellas, solo dos estarán llenas con los nuevos cinemométros que ha comprado el Ayuntamiento de Valencia para el uso de la Policía Local. Dos radares sorpresa que irán cambiando de ubicación de forma rotatoria ( o no), aleatoria (o no) y en función de las decisiones policiales.
Los radares están ubicados en grandes avenidas y, según el Ayuntamiento, tienen «una función disuasoria, no recaudatoria». Como pyyedes ver en el mapa adjunto, los radares están situados en bulevares donde se alcanzan altas velocidades y donde no se puede circular a más de 50 km/hora.
Estos radares, con efecto doppler multicarril con captación de imágenes se instalarán en los próximos meses en:
- avenida de los Hermanos Machado en el cruce con Vicente Canet (sentido de entrada)
- avenida de Antonio Ferrandis en el cruce con Pou Aparisi
- en el Camí Nou de Picanya a la altura del nº 49
- avenida de Fernando Abril Martorell con Malilla
- avenida de los Naranjos a la altura del número 8
- avenida del Maestro Rodrigo a la altura del número 84.
El importe total de la compra es de 247.047,80 euros, de los que 165.987,80 euros corresponden a la inversión y el resto corresponde al mantenimiento y certificación de los aparatos durante 4 años. El plazo de entrega e instalación es de 3 meses a contar desde la formalización del contrato, por lo que estarán plenamente operativos a partir de 2025.
Las ubicaciones de los radares han sido decididas por la Policía Local y por el área de Movilidad al ser puntos de mayor siniestrabilidad y donde los conductores alcanzan mayores velocidades. «Son vías donde en la mayoría de los tramos la velocidad no puede exceder de los 50Km/h o menos, pero donde muchas veces se circula a mayores velocidades. Con esta medida queremos disuadir a los conductores de que corran al volante y así evitar atropellos y accidentes», señala el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Jesús Carbonell.
«La medida no tiene un fin recaudatorio sino disuasorio, ya que habrá más cabinas de poste vacías que con radar pero los conductores no sabrán en cuál de ellas se encuentra el radar que irá rotando en los diferentes emplazamientos. No queremos multar, sino que queremos concienciar a los conductores de que el cumplimiento de las velocidades marcadas en cada una de las vías hace que nuestras calles y avenidas sean más seguras tanto para el peatón, como para el ciclista o para el propio conductor», añade Carbonell.
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