La plataforma vecinal Russafa Descansa criticó ayer que las mediciones de los 16 sonómetros instalados en el barrio superan con rotundidad los 55 ... decibelios de tope diurno fijados en una Zona Acústicamente Saturada (ZAS), un proceso iniciado por el Ayuntamiento para esta parte de la ciudad tras una sentencia del Tribunal Supremo que obliga a su tramitación.
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Fuentes de la entidad señalaron que los 16 aparatos «atestiguan la saturación acústica de Ruzafa desde hace semanas». Los residentes han basado su registro en los datos del propio Consistorio de las últimas cinco semanas. La normativa indica que el tope en una zona acústicamente saturada es de 45 decibelios por la noche y 55 de día. Las consecuencias de una declaración ZAS completa supone la prohibición de la apertura de nuevos locales de ocio, así como el adelanto del horario de cierre.
Los sonómetros registraron en el periodo citado picos de 70 decibelios, lo que interpreta la plataforma como consecuencia del «proceso de relajación de las restricciones de esta pandemia». Desde el pasado fin de semana, los locales de ocio y hostelería han vuelto a su horarios habitual de antes de la crisis del coronavirus, al igual que los límites de aforo en los establecimientos.
«Los niveles de ruido en la mayor parte de sonómetros han sido superiores a los 65 decibelios en Ruzafa, llegándose en bastantes de ellos a niveles superiores a los 70 decibelios en promedio. Todo ello, a pesar de la ubicación por el Ayuntamiento de los sensores acústicos: sólo uno fue colocado en el entorno de una actividad molesta por ruidos y vibraciones, cuando este barrio acumula más de 360 establecimientos hosteleros, en su gran mayoría con autorizaciones de terrazas».
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En opinión de la entidad ya no se trata, por tanto, de convocar más reuniones de la mesa municipal sobre contaminación acústica de Ruzafa. «Hasta cinco tuvieron lugar entre 2015 y 2019. En ninguna de estas reuniones propuso el Ayuntamiento una medida para reducir los elevados niveles sonoros del barrio».
El paso del tiempo y la «deliberada inoperancia administrativa municipal abocó al vecindario de Ruzafa a la vía judicial, como está abocando a más barrios de la ciudad», apuntaron. Uno de estos es la plaza de Honduras, cuya entidad vecinal pedirá en un juzgado la declaración ZAS. La Policía Local ha aumentado la presencia en la zona de botellón y este jueves registró un desalojo de medio centenar de personas a las 3.30 de la madrugada de ayer, así como siete servicios relacionados, como multas por ruido, incautación de drogas o alcoholemia, informaron fuentes municipales.
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