Cientos de rosas blancas por Cristina

Dolor, indignación, deseos de justicia, una plaza del Ayuntamiento abarrotada como en pocas ocasiones, desbordada por la emoción, y cientos de rosas blancas agitadas al aire. Todos concentrados en recuerdo por Cristina B., la joven asesinada, presuntamente, por su pareja en una vivienda de la calle Conde Altea de Valencia. El acto respondió a un llamamiento realizado a través de redes sociales y mensajes por la familia de la fallecida. Y la sociedad valenciana respondió con creces.

A la concentración asistieron aproximadamente 600 personas, según fuentes policiales, en respuesta a la convocatoria que se personificó en la hermana. «Pedimos a todos los valencianos que se unan a nosotros por ella y por todas las mujeres. Que se haga justicia», clamó en la misiva difundida.

Las rosas blancas se alzaron mirando al cielo para homenajear a Cristina. El minuto de silencio, respetuoso, sentido, emocionado, se quedó muy cortó en el tiempo. Llegó a extenderse hasta rozar los tres minutos. Todo por ella. Supuso «el mayor ruido por Cris, por todas», como declararon miembros de la Falla Maestro Gozalbo-Conde Altea, quienes también participaron de forma activa en el llamamiento.

Aurelio Sanz, el presidente de la comisión fallera a la que pertenecía la joven asesinada, de 30 años, lamentó de manera muy sentida el crimen: «Ojalá estas cosas no volvieran a suceder».

El representante de la comisión abrió su alma para relatar lo vivido: «Ha sido un momento duro pero muy emotivo. Al mismo tiempo precioso, a la vez que desgarrador por el sentido que tiene esta concentración». La solidaridad valenciana se volcó para acompañar a la madre y a la hermana de la víctima, ausentes en esta concentración debido al profundo dolor por la pérdida.

La pena espesó el aire de una fría y ventosa mañana de diciembre. El llanto de las personas de su entorno fue la mayor denuncia del delito que acabó con la vida de Cristina la semana pasada. Entre los asistentes también se encontraron la fallera mayor de Valencia, Carmen Martín, y su corte de honor, así como varios representantes de la corporación municipal, que también se sumaron al llamamiento realizado por la familia de la joven.

Desde la falla Maestro Gozalbo-Conde Altea resumieron el sentir del mundo fallero en general. «Estamos de luto. Ha sido un golpe duro, han matado a una de las nuestras, a una fallera excepcional, a una persona maravillosa. Le han arrebatado la vida a los 30 años de la forma más cruel que se puede arrebatar», manifestó visiblemente emocionado Aurelio Sanz.

Las flores blancas en honor al color favorito de la víctima quedaron esparcidas frente a la entrada del consistorio, como muda ofrenda contra el horrendo crimen. El Ayuntamiento de Valencia también se pronunció en denuncia contra la barbarie. En el balcón municipal colgó una pancarta en la que se podía leer en valenciano: «Basta de violencia machista. Nos queremos vivas».

Familiares de la víctima y del presunto homicida encontraron en la casa de este último el cadáver de la joven cuando acudieron el sábado para preguntarle si sabía algo de la desaparición de Cristina. La Policía detuvo al día siguiente al abogado y profesor universitario Alberto L. por el asesinato después de que resultara herido al caer por el deslunado cuando huía de la escena del crimen.

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