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Un botellón en Valencia, en una imagen de archivo. IRENE MARSILLA
Tres noches de reyertas en Castellar terminan con una joven en coma

Tres noches de reyertas en Castellar terminan con una joven en coma

La herida se recupera de una pedrada en la cabeza mientras los altercados obligan a intervenir a un despliegue especial de Policía y Guardia Civil

Martes, 12 de septiembre 2023, 01:09

«Quedamos en Castellar para pegarnos». Un mensaje similar a este movido en las redes sociales provocó entre el viernes y el domingo de la pasada semana tres madrugadas de peleas multitudinarias en la pedanía del sur de Valencia que se han saldado con una joven herida grave por una pedrada en la cabeza y la participación de decenas de patrullas de Policía Local y Guardia Civil para sofocar las reyertas y terminar, antes de hora, con las verbenas, una vez que se dieron cuenta de que las fiestas, en las que participaron orquestas del famoso grupo Montecarlo, habían quedado en un segundo plano ante la violencia de las agresiones.

Y eso que Castellar es una pedanía tranquila. Situada al sur de Valencia, en ella viven unas 6.800 personas. Poco más de 1.000 de ellos tienen entre 15 y 30 años, que esperan con ansia las fiestas patronales que se celebran la segunda semana de septiembre y a quienes los vecinos de la localidad quitan responsabilidad sobre lo ocurrido: aseguran que las peleas las protagonizaron chavales de fuera del pueblo. Este año, todo iba bien hasta la madrugada del jueves al viernes, cuando todo se torció. Según ha confirmado este diario, hubo una reyerta en la que participaron unas 70 personas. Los vecinos se asustaron tanto que tuvieron que pedir ayuda a la Policía y la Guardia Civil, que acudieron para encontrarse con una pelea de proporciones enormes.

Así lo ha confirmado la alcaldesa pedánea, Sol Verdeguer, que vio de primera mano lo ocurrido. En medio de esa reyerta, una joven resultó herida de gravedad al recibir una pedrada en la cabeza. La chica fue rápidamente trasladada a un hospital donde quedó ingresada en coma inducido. Según ha podido saber este diario, tuvo que ser intervenida para reducir la presión intracraneal que había provocado un hematoma subdural, motivo por el que quedó en coma para que la inflamación redujera. La joven ya está en planta y evoluciona favorablemente: al cierre de esta edición, permanecía ingresada a la espera de un TAC que confirmara que lo peor había pasado y la familia estudiaba presentar una denuncia por lo ocurrido.

Este suceso, aunque es el más grave de una semana muy complicada en Castellar, no fue el único. Las peleas se repitieron también en la noche del viernes al sábado, tal como ha confirmado la Guardia Civil, y sobre todo en la madrugada del sábado al domingo, cuando la situación se complicó tanto que hubo que poner en marcha un dispositivo especial de vigilancia e intervención. Tal como confirman fuentes del Instituto Armado y también de la Policía Local de Valencia, en la avenida Doctor Ruiz y Comes se celebraba la discomóvil desde las 22.30 a las 23 horas. A las 2.06 horas llegó el aviso de que había 30 personas pegándose. En el lugar se encontraban presentes ya tres patrullas de la Guardia Civil y una de la Policía Local.

«Este año ha habido más patrullas que nunca»

La alcaldesa pedánea, Sol Verdeguer, ha explicado este lunes que lo ocurrido esta pasada semana en Castellar sorprende «porque había más policía que nunca». Asegura que desde el primer día hubo presencia de patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local, lo que no terminó de evitar los graves altercados. La alcaldesa lamenta lo sucedido pero insiste en que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado habían previsto una presencia masiva. «Al final es gente que viene de fuera a pegarse en el pueblo», lamenta. La alcaldesa estuvo a pie de verbena las primeras noches y presenció los graves altercados. Los vecinos que los vieron critican, eso sí, la pasividad policial. María, que vive en una calle cercana a la avenida pero que no quiere dar más datos para evitar represalias, ha explicado a este diario que los agentes «se limitaban a mirar desde lejos». Algunas fuentes, sin embargo, aseguran que los guardias civiles fueron rodeados por la turba y se vieron sobrepasados, por lo que tuvieron que pedir ayuda a la Policía Local de Valencia, que acudió con entre 18 agentes.

Los agentes, que comprobaron la magnitud de la reyerta, que recordaba a algunas ocurridas el pasado año que obligaron a Delegación de Gobierno a desplegar un plan especial en el centro de Valencia, pidieron refuerzos e intervinieron dos decenas de agentes del grupo de UCOS de la Policía Local. En total, fueron identificados 18 jóvenes y dos de ellos fueron denunciados por tenencia, según explican desde el Cuerpo municipal. Los agentes ordenaron el cese de la actividad de la discomóvil antes de hora, porque llegó un momento en el que la pelea ya había dejado en nada la fiesta. Las patrullas permanecieron en la avenida hasta las 4.30 horas, cuando terminó la intervención.

Lo ocurrido ha sorprendido a los vecinos de Castellar. La presidenta de la asociación de vecinos de Castellar-L'Oliveral, Empar Puchades, lamenta que quienes participaron en esas reyertas «no eran vecinos del pueblo». De hecho, la agresión sufrida por la joven, conocida en la localidad, fue la comidilla el viernes, en la cena de sobaquillo organizada por la noche. Nadie termina de entender qué ha pasado este año, y por qué unas fiestas que no solían ser conflictivas se han convertido en el epicentro de la violencia, una violencia que, según dicen quienes lo vieron, nunca se había vivido en el pueblo. «Se pegaban sin orden ni concierto, no parecía ni que hubiera bandos», cuenta un testigo que prefiere mantener el anonimato.

Según ha podido saber este diario, se trata de grupos de jóvenes de localidades cercanas, como Alfafar, que quedan a través de las redes sociales para saldar 'deudas' pendientes o, simplemente, para dar rienda suelta a sus instintos más violentos al amparo del alcohol y la música de una verbena de finales de verano. No es la primera vez que sucede algo así: es relativamente común que, de un tiempo a esta parte, las fiestas de los pueblos se conviertan en grandes batallas campales a las que acuden vecinos de las localidades cercanas.

O en la misma ciudad. Hace un par de semanas, los vecinos de la Creu Coberta se despertaron alarmados un domingo para descubrir que en la calle San Vicente Mártir quienes salían de una conocida discoteca decidían seguir con la noche pegándose en plena vía pública. En un vídeo facilitado a este medio, que informó de lo ocurrido en primicia, se podía observar a jóvenes que se agredían bajo la lluvia. Alguno llegó incuso al extremo de buscar muebles viejos en la basura para lanzarlos a otras personas. Los vecinos aseguraron, por cierto, que la Policía Local no llegó a intervenir esa mañana.

Estos arrebatos de violencia llegaron a tal extremo el pasado año que la Policía Nacional puso en marcha un operativo especial, sobre todo durante la Navidad de 2022, para controlar posibles reyertas en el centro de la ciudad, después de que se dieran varias peleas en entornos tan céntricos como la plaza del Ayuntamiento de Valencia. Se desplegaron un centenar de agentes especializados que intentaban frenar escenas como estampidas o peleas en las calles peatonales de Ciutat Vella. La Delegación de Gobierno mantuvo la vigilancia varias semanas para evitar estos sucesos.

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