Los vecinos de Valencia exigen un plan de inspecciones y poner condiciones más duras para los apartamentos turísticos

Las distintas asociaciones representadas en la federación señalan que, ahora, además, «al tsunami de viviendas residenciales pasadas al alquiler turísticos, se suma el uso de bajos comerciales como apartamentos en condiciones de 'infravivienda hotelera' al no tener garantizadas en muchos casos las más mínimas condiciones de habitabilidad requeridas como ventilación o luz natural».

Dada la proliferación de apartamentos turísticos, tanto en fincas residenciales como en antiguos bajos comerciales, los vecinos reclaman un plan de inspecciones.

Detallan que las medidas anunciadas hasta ahora para limitar esta creciente actividad «están teniendo poco recorrido, pues las denuncias sobre la actividad de los apartamentos turísticos, al igual que ocurre con las terrazas de la hostelería, tienen un muy escaso recorrido pues se tramitan solo de forma testimonial y con sanciones sin ningún efecto disuasorio».

Aseguran que hoy por hoy «no se sabe a ciencia cierta cuántos apartamentos existen en la ciudad, posiblemente más de diez mil, y aunque ya constituyen la oferta de alojamiento más demandada, se trata de una oferta que en la inmensa mayoría de los casos carece de licencia y opera de forma ilegal como han señalado ya numerosas sentencias. Sí sabemos en cambio, que hay barrios donde ya hay más alojamiento turístico que residentes».

De igual modo, añaden que las consecuencias de esta transformación «son la falta de seguridad en las comunidades de residentes y crecientes subidas de los precios del alquiler y de la vivienda».

Desde la federación vecinal comentan que se está produciendo una burbuja inmobiliaria «que está dando lugar a la expulsión de residentes en algunos barrios de la ciudad y a la aparición de un estado de 'emergencia habitacional'' para muchas familias.

Añaden que mientras, la gente joven «está teniendo que organizar su vida fuera de la ciudad para encontrar una vivienda asequible, los estudiantes pagan precios cada vez más abusivos en condiciones más precarias por una habitación. Son algunas de las consecuencias directas de una actividad turística que está arruinando a su ciudadanía, especialmente a la más joven».

Además, de solicitar un plan de inspección reclaman una moratoria de licencias hasta contar con una ordenanza reguladora de la actividad.

También han preparado un listado de peticiones, además del plan de inspecciones y la moratoria, que quieren debatir con el Ayuntamiento. Y destacan las siguientes exigencias: La modificación del procedimiento sancionador actual.

Quieren que se haga un informe sobre el número y características del alojamiento hotelero en la ciudad y documentación de los criterios de concesión de las licencias de compatibilidad urbanística.

También piden conocer el número de hoteles y apartamentos turísticos y su distribución por la ciudad para poder abordar una regulación efectiva.

Exigen la redacción de una ordenanza que regule licencias y actividad. También reclaman «la obligatoriedad de la solicitud de licencia hotelera de acuerdo con lo previsto en el PGOU».

Otra petición es que haya licencias limitadas en el número y en el tiempo. Topes de carga turística y posibilidad de revocación.

Los vecinos solicitan, además, que se regule y limite los cambios de uso del suelo residencial a terciario.

La federación presentará estas ideas al Ayuntamiento de Valencia, ya que en verano acordaron con la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, poner en marcha tres mesas de trabajo, una de participación, otra sobre vivienda y una tercera de ocio y turismo.

Precisamente este viernes la presidenta de la federación vecinal, María José Broseta, tiene una reunión con la concejala de Turismo, Paula Llobet, a buen seguro que este tema sale en la conversación.