Se llama conocimientos constitucionales y socioculturales de España y se conoce entre los interesados por sus siglas, como CCSE. ¿De qué se trata? Del examen que la Administración española formula para que los extranjeros que llegan a nuestro países acrediten unos ciertos saberes al respecto de nuestra historia y nuestra cultura. Una prueba que tutela el Instituto Cervantes, que incluye normas de alta seguridad para evitar intentos de fraude como el conocido esta semana en Valencia: una trama integrada por inmigrantes que se hacían pasar por quienes pretendían examinarse y carecían del nivel suficiente para pasar el filtro. Un filtro por cierto lleno de curiosidades:
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Desde el Cervantes, consultados sus responsables por LAS PROVINCIAS, apuntan a su página web para desvelar algunas particularidades del examen. Por ejemplo, que se organiza a partir de dos grandes apartados, cada uno de los cuales corresponde a lo establecido en las leyes para la obtención de la nacionalidad española en determinados supuestos: por un lado, Gobierno, legislación y participación ciudadana en España; por otro, cultura, historia y sociedad españolas.
El Instituto evalúa el conocimiento de la Constitución y de la realidad social y cultural españolas, de acuerdo con una pauta estructurada en cinco tareas (o áreas de conocimiento) y de 25 preguntas: la primera tarea tiene diez preguntas (se interesa saber si el alumno conoce el funcionamiento del Gobierno, poderes e instituciones del Estado, leyes fundamentales y mecanismos de participación ciudadana, así como sobre los deberes y derechos que comporta la nacionalidad española), la segunda tiene tres (en plan test, modelo verdadero/falso) y la tercera, dos, en este caso, de selección múltiple con tres opciones posibles de respuesta cada uno y posible apoyo visual basado en un mapa geográfico porque se trata de saber su conocimiento de la organización territorial y geografía física y política de España.
La cuarta tarea, consistente en tres preguntas, indaga sobre tradiciones, arte, cultura y hechos históricos españoles relevantes y la quinta se resume en siete preguntas sobre distintos aspectos de la vida cotidiana y comportamiento en sociedad, así como al respecto de su conocimiento sobre trámites administrativos en España. Son preguntas de toda índole: en principio, no parecen demasiado complicadas pero se admiten apuestas del tipo '¿Aprobaría un español de toda la vida un examen de estas características''.
Veamos. En el apartado 1, el Cervantes pregunta cuántas firmas como mínimo tienen que presentar los ciudadanos para poder presentar una proposición de ley y da a elegir entre tres respuestas: la correcta es 500.000. En la tarea número 2, la pregunta da a elegir entre verdadero y falso cuando afirma que «la educación obligatoria consta de dos etapas: Educación Primaria Obligatoria y Educación Secundaria Obligatoria (ESO)». ¿Curiosidades de la tarea 3? Identificar cuál de estas tres regiones (Andalucía, Galicia o La Rioja) es uniprovincial (la respuesta correcta es la tercera, mientras que en la tarea 4 podemos encontrar una pregunta sobre qué ciudad tiene un acueducto romano patrimonio de la humanidad (Segovia) y en la 5, de qué región es típica la sidra (Asturias).
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Para los interesados en superar este examen, el Cervantes dispone por cierto en su web de un abundante material didáctico, desde una guía de la prueba dirigida a profesionales de la enseñanza, formadores de candidatos, prescriptores y candidatos, hasta una detallada explicación de la estructura de la prueba y de las tareas que la conforman, así como del sistema de calificación, así como el procedimiento de administración de la prueba CCSE.
También incluye un glosario para que los candidatos puedan familiarizarse con nuestro idioma y una guía de contenidos: una suerte de manual donde por cierto aparece con alguna frecuencia la Comunitat. Los aspirantes sabrán gracias a ese documento que el puerto de Valencia es uno de los más importantes de España, que el valenciano figura entre las lenguas oficiales de nuestro país y que entre nuestros artistas más destacados figura Sorolla. También incorpora las Fallas y la Tomatina como las fiestas más relevantes y que entre las comidas españolas con proyección internacional no falta la paella, acompañada del gazpacho y de los churros.
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