LOURDES MARTÍ
Viernes, 8 de mayo 2020, 17:04
Hace 19 años el Valencia celebraba su pase a la final de la Champions. Dos goles de Juan Sánchez y uno de Gaizka Mendieta al Leeds sirvieron para remontar al conjunto inglés y aspirar, por segundo año consecutivo, a la 'orejona'. Sin Carboni ni Baraja por sación pero con Cañizares, Angloma, Ayala, o Carew acompañando al delantero de Aldaia en el ataque, en Mestalla no se cantó algo pegadizo como el 'Sí, sí, sí, nos vamos a París' o 'Illa, illa, illa, nos vamos a Sevilla', pero esa noche en la que la afición volvió a llevar en volandas al equipo, las rimas, eran lo de menos.
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La final de Milán terminó con Santiago Cañizares maldiciendo y desolado en unas imagénes que se repetían en cada rincón donde había un aficionado blanquinegro con los sueños hechos pedazos por una tanda de penaltis. Pero pese a las derrotas frente a Real Madrid y Bayern, el Valencia había vuelto, con todas las letras. En temporadas posteriores, con Rafa Benítez en el banquillo, se proclamó campeón de Liga en dos campañas y una de ellas la aderezó con el complemento perfecto del título de UEFA.
La remontada frente al Leeds es precisamente una a las que apela el valencianismo siempre que hay que darle la vuelta al marcador aunque con mayor fe unas veces que otras. En las que menos, el último partido que el Valencia jugó esta temporada, a puerta cerrada en Mestalla frente al Atalanta. Los de Albert Celades, como la afición, ni aparecieron.
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