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Cavani, protagonista por el gol, pide explicaciones al colegiado. EFE/ Domenech Castelló

Al Valencia se le siguen atragantando los finales (2-1)

El equipo vuelve a perder en Nochevieja, como el año pasado | Los de Gattuso han perdido puntos durante los minutos postreros en cuatro de los últimos seis partidos

Moisés Rodríguez

Valencia

Sábado, 31 de diciembre 2022 | Actualizado 01/01/2022 13:35h.

Gennaro

Precisamente ha sido un campeón del mundo, Juan Foyth, el que ha descosido al Valencia de Gattuso… una vez más. A este Valencia se le siguen

En 2021, el Espanyol privó al proyecto de José Bordalás de despedir el año en Champions. Desde 1950 (0-2 en Málaga), el Valencia no gana en Nochevieja. Cayó en el 61 ante el Oviedo (1-0), empató en el 67 en su visita al Atlético de Madrid (0-0) y en el 72 al Sporting de Gijón (1-1). La lista negra la completan dos visitas a Vila-real: la de este sábado y la de 2015 (1-0). Y esta vez, en el momento en el que el Valencia viene perdiendo puntos: en los últimos minutos.

En el 89, en un córner botado por Parejo al área pequeña y mal defendido, no caben excusas, por la zaga valencianista. Diakhaby pierde la marca y estorba a Mamardashvili que, desequilibrado, no puede atacar el balón, ni para desviar su trayectoria ni para blocarlo. Foyth aprovecha el regalo para desatar la locuara en el estreno de La Cerámica. Inaceptable para un equipo de élite encajar un gol así que, además, hurga en la herida.

El Valencia ha perdido puntos en el tramo final en cuatro de los últimos seis partidos. Se dejó empatar por el Sevilla en el 86 (1-1) en el Sánchez Pizjuán. Además, Lewandowski castigó en el tiempo añadido y Kang In, para la remontada del Mallorca, en el 86. Con la de Vila-real, tres derrotas y un empate, que podrían traducirse cinco puntos más, con los cuales el Valencia habría despedido el año en puesto europeo.

Cuerpo técnico y plantilla quizás sepan las razones de esta amarga estadística. «En un balón parado se nos marcha todo el trabajo del partido», se lamentaba el capitán, José Luis Gayà. El de Pedreguer negaba que fuera fruto de la inexperiencia, pero alguna razón debe haber para algo que incluso se ha percibido en alguno de los amistoso que el equipo de Gattuso ha disputado durante el Mundial. Al italiano se le ha acabado el tiempo de tregua para corregir los errores que hayan ocasionado esta hemorragia y ahora deberá hacerlo sobre la marcha.

Mimbres tiene. Para empezar, un artillero de los que atascan partidos: Cavani, máximo realizador con cinco tantos. No hay excusas para desasprovechar un estilo y una plantilla que, siendo de low cost, puede llevar al Valencia a luchar por la zona media-alta de la clasificación. Porque si algo ha demostrado el regreso de la Liga es la enorme igualdad que hay en el campeonato. Se ha visto en La Cerámica donde, como apunta Gayà, han sido pequeños detalles los que han separado al equipos de polos teóricamente tan opuestos como son la victoria y la derrota.

¿Qué habría pasado en el caso de que Gerard Moreno no hubiera fallado lo inexplicable en el primer minuto de partido? Pues eso, que el derbi habría sido otro. Pero esta acción en la que el delantero ha errado a puerta vacía ha sido el preámbulo de la mejor versión del Valencia. Con Nico, Samuel Lino y las aportaciones puntuales de Gayà, este Valencia es mucho más. La guinda la pone Cavani, el cazarrecompensas. El uruguayo puede tener el tobillo destrozado pero jamás perderá el olfato. Donde pone el ojo, coloca la flecha. La primera se la ha interceptado otro incombustible, Pepe Reina. Ante la segunda, el meta, que volvía a defender la portería del Villarreal en Liga 17 años después, nada ha podido hacer.

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Con el Villarreal noqueado, el Valencia se ha venido muy arriba. ¿Quizás demasiado? Lo de antes: eso lo dicen los hechos, porque las sensaciones han sido buenas. El equipo se ha desgastado en buscar el 0-2 y en presionar muy arriba la salida del Villarreal. Y casi en el intermedio -por primera vez en el partido en un tramo final-, ese fútbol alegre le ha supuesto un tortazo. Pérdida y contragolpe amarillo con sello de Setién: acción de tiralíneas entre Gerard y Chukwueze. El catalán ha mostrado toda la precisión que no había exhibido en el primer minuto y el africano ha definido de fábula ante Mamardashvili.

El partido ha sido de empate porque es cierto que, conforme han pasado los minutos, ambos equipos han ido juntando las líneas en la segunda parte. Gayà dice que este Valencia no peca de inexperiencia, pero las acciones puntuales dicen lo contrario. Ese 1-1, la falta al tobillo de Baena cometida por Comert y que milagrosamente no ha sido revisada en el VAR… y el 1-2. Capoue ha tenido el tercero y después Samu Castillejo ha rozado el 2-2 con un testarazo al centro medido y con veneno del capitán desde la izquierda.

No ha habido manera. La maldición de los finales vuelve a castigar al Valencia. La de los últimos minutos y la de Nochevieja. Otro año que se despide con un regusto amargo. En esta Liga sólo se ha ganado un partido fuera de casa (Osasuna, 1-2). Estadísticas a mejorar sí o sí en 2023. No hay tiempo que perder y el calendario así lo proclama: este martes hay Copa en La Nucia y en el Cádiz visitará Mestalla la noche de Reyes en partido de Liga.