Isabel y Santiago Alcocer y Susi y Ángeles Ibáñez, en Mestalla. IVÁN ARLANDIS

La familia que sólo amó el escudo del Valencia

La leyenda de Amadeo Ibáñez se agranda con tres generaciones posteriores del goleador que jugó toda su carrera profesional en Mestalla

Lourdes Martí

Valencia

Lunes, 4 de julio 2022, 00:47

Muestra Asunción Ibáñez una pequeña recopilación de fotos y recortes de papá. Pero es en su memoria el lugar en el que más recuerdos atesora de él. Susi, como la llaman, llega acompañada de su hermana Ángeles, a ambas las ha traído el hijo de ... esta última, Santiago quien tampoco ha querido dejarse en casa a su hija Isabel. Ella es, con 13 años, la benjamina de la familia. Juntos forman parte de tres generaciones posteriores a Amadeo Ibáñez y mantienen viva la memoria del futbolista que en sus trece años como profesional sólo se enfundó la elástica del Valencia.

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Nació en Ruzafa el 22 de febrero de 1916 y falleció el 24 de noviembre de 1979, por aquel entonces, Santiago tenía apenas diez años, pero la huella que registró su abuelo fue tan profunda que incluso a Isabel nacida varias décadas después de la desaparición de Amadeo, un halo le ilumina el rostro. «Estoy muy orgullosa de mi bisabuelo, aunque no llegué a conocerlo, sé por lo que he leído y lo que cuentan en casa todo lo que hizo por el Valencia».

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Isabel es la muestra de que una persona nunca deja de existir ni de ser amada mientras se le recuerde. Las historias familiares, los comentarios de amigos y conocidos y las crónicas y noticias que han leído cientos de veces son temas recurrentes en las reuniones de los Ibáñez Alcocer. Los cuatro destacan dos rasgos de Amadeo Ibáñez: «Era buena persona y amaba Valencia y el Valencia sobre todas las cosas».

Hablan de un Mestalla que siempre fue exigente con los jugadores y que ya en los años 40 tenía predilección por futbolistas de ciertas características: «Mi abuelo era un futbolista muy técnico, con mucha calidad. Él era delantero, pero con la llegada de Mundo empezó a jugar de interior. Ha estado en todas las posiciones del campo, de hecho tengo una foto de él como portero». El otro futbolista que también ocupó todas las posiciones del campo fue Asensi. Las crónicas registran tanto broncas como ovaciones históricas. Ramón Encinas, entrenador del primer Valencia campeón de Liga, en 1942, decía de Amadeo que era el futbolista más técnico de toda España.

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La mítica delantera eléctrica formada por Epi, Amadeo, Mundo, Epi y Gorostiza. ARCHIVO FAMILIAR

En 1935 el Valencia se fijó en él, procedía del Gimnástico y pronto llamó la atención de equipos como el Atlético. Con la eclosión de la Guerra Civil, luchó en el bando Republicano en Barcelona. Al término del conflicto bélico, el filial del Barça quiso reclutarlo. Y hasta la ciudad condal se desplazó Luis Colina para traerlo de vuelta a su Valencia.

Formó parte de la delantera eléctrica junto a Epi, Mundo, Asensi y Gorostiza y cuentan que era el más «humilde» de los cinco. Logró el primer título nacional de la entidad, la Copa el 29 de junio de 1941.

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Programa A Mano de la desaparición de Amadeo Ibáñez. LP

De su amor por la tierra también da fe Santiago: «Cuando viajaban, al volver siempre hacía parar el autobús en la línea limítrofe de la provincia, por ejemplo Contreras y besaba el suelo. Me contaron que una vez estaba durmiendo y le despertaron para que lo hiciese». El nieto de Amadeo quiso emular a su padre en los terrenos de juego, pero una lesión le impidió, al menos, seguir intentándolo. Antes lo había intentado su hija Susi, pero eran otros tiempos. «Por circunstancias yo siempre iba con papá a todos los partidos. Recuerdo estar en el césped y que llamase a Españeta para pedirle un balón para que pudiese jugar y entretenerme mientras él trabajaba», afirma Susi. Ella fue una de las pioneras del fútbol valenciano aunque ciertas autoridades no dejó al equipo que había formado participar en algunos torneos.

Tras 13 temporadas en el primer equipo ocupó distintos cargos, fue entrenador, técnico del Mestalla o director de la escuela. «Los jugadores le tenían un gran cariño, muchos decían que era como su padre. Pasaba mucho tiempo con los más jóvenes y siempre les ayudaba y aconsejaba», comenta Ángeles, madre de Santiago y abuela de Isabel.

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El tiempo se detiene cuando piensan en aquel fatídico 24 de noviembre de 1979. «Había jugado el Mestalla y en casa se empezó a encontrar mal y se desvaneció, mamá lo cogió entre sus brazos...», recuerda conmocionada la familia. Se marchó en acto de servicio a su Valencia.

«Recibió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo y también tiene la insignia del club, tras su fallecimiento, mi madre las lucía en ocasiones especiales. Es un orgullo para toda la familia este tipo de reconocimientos porque con el tiempo te das cuenta del papel que tuvo en la historia del club», añade Susi. Andando por las entrañas de Mestalla, en la formación de los campeones de Liga del 42, Ángeles reconoce de inmediato a «papá», Santiago, su hijo, saca del bolsillo tres fotografías de Amadeo: «Siempre las llevo, la primera porque es de las más reconocidas, y las otras dos porque tienen un especial significado».

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Antes de abandonar un Mestalla que se prepara para celebrar su centenario, la familia Ibáñez reconoce la «pena» que siente porque el valencianismo tenga que abandonar «su» casa. «Este estadio tiene alma», comentan mientras recuerdan anécdotas. En el futuro, Isabel desea que algunos de los canteranos siga los pasos de Amadeo, Puchades o Paco Camarasa, el último 'one club man' del club de Mestalla. «Mi ídolo es Carlos Soler, ojalá se quede muchos años, como también Gayà», concluye la biznieta de la leyenda valencianista.

Amadeo Ibáñez fue titular en 339 partidos oficiales. ARCHIVO FAMILIAR

3 goles

Son los que anotó en su debut en el primer equipo del Valencia. Fue en un campeonato Regional, ante el Murcia, el 27 de octubre de 1937. Amadeo jugaba en el amateur, pero la mala racha del equipo le llevó a precipitar su estreno.

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Un palmarés copado y estreno nacional

Amadeo levantó ocho títulos como jugador. El de Campeón Regional en 1937 y 1940; la Copa en 1941 y 1949 y conquistó tres ligas 1942, 1944 y 1947. También la Copa Eva Duarte en 1949.

1 expulsión en toda su carrera futbolística

Fue ante el Barcelona en su último año como profesional en la temporada 50-51 y abandonó el terreno de juego entre lágrimas. En sus 344 partidos oficiales disputados no vio ni una sola tarjeta amarilla.

Polivalente, jugó en todas las posiciones

Aunque la zona de ataque la dominaba como nadie, las crónicas dejan constancia de que en sus 13 temporadas en el club de su vida, jugó en todas las posiciones.

135 goles es y 34 asistencias

Completan las estadísticas de un futbolista que empezó como delantero pero que con la llegada de Mundo jugó de interior.

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