La inestable portería del Valencia

Parece difícil imaginar una situación más caótica que la vivida en la portería del Valencia esta temporada. A día de hoy, Mamardashvili, el joven guardameta de tan solo 21 años, ha conseguido consagrarse como guardián de la meta valencianista, un acontecimiento que para producirse ha tenido que pasar un auténtico culebrón marcado por las lesiones, en el cual Cillessen y Jaume también han acabado siendo grandes protagonistas. Hace seis meses los problemas en la portería del conjunto de Mestalla dieron comienzo.

Jasper Cillessen, el llamado a ser el portero titular del equipo por el propio Bordalás, sufrió su primera lesión de la temporada (acumula 34 partidos de baja desde que llegó a Mestalla), dejando una plaza vacante por la cual tuvieron que pelear Mamardashvili, Jaume y Rivero. Finalmente fue el georgiano quien, contra todo pronóstico, pasó de ser un fichaje para el filial a convertirse en el cancerbero titular del equipo blanquinegro.

Tras una irrupción exquisita en Primera, el joven guardameta, que por aquel entonces era un año más joven, logró relegar a Cillessen al banquillo, algo que generó una presión sobre el georgiano que acabó por sobrepasarle, viéndose sentenciado así en la jornada siete, frente al Athletic de Bilbao, cuando Bordalás decidió volver a apostar por el portero neerlandés. La nueva lucha contra las lesiones a la que consiguió sobreponerse Cillessen consiguió traer de nuevo su mejor versión, la cual llegó a ser hasta milagrosa en ocasiones, debido a las paradas que permitieron al Valencia salvar puntos decisivos por seguir vivo en la pelea por Europa. De nuevo, cuando mejor estaba el cancerbero aparecieron nuevos contratiempos.

Una lesión en el abductor puso sobre la mesa la difícil tarea de elegir entre Mamardashvili o Jaume para suplir al neerlandés. Finalmente fue Jaume el elegido por Bordalás, aunque su titularidad duró tres partidos. Tras esta cadena de infortunios, Mamardashvili ha vuelto a ocupar hasta la actualidad la portería del Valencia, algo que aparentemente iba a durar hasta el choque frente al Barça, pero que la intervención de urgencia llevada a cabo el pasado martes a Cillessen debido a un coágulo en el gemelo ha obligado a cambiar los planes.

Además del culebrón vivido en la portería del Valencia, los problemas físicos en el resto de la plantilla también han sido habituales. Sumando las ausencias por lesión –sin contar las situaciones de COVID– en los 30 partidos oficiales que ha disputado el equipo, Bordalás acumula 119 bajas y una media de cuatro lesionados por partido. Esto es algo que ha hecho comprensible la ruptura entre jugadores y el cuerpo técnico con el equipo médico del Valencia, que ha llevado a jugadores como Correia, Paulista o Alderete el inicio de procesos de recuperación de sus lesiones con expertos fuera del club debido a las constantes recaídas sufridas a lo largo del curso.

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