Miguel Zorío presenta a Peter Lim una oferta de 250 millones para comprar el Valencia

El empresario valenciano remitió la oferta a Peter Lim el pasado 19 de diciembre con el objetivo de adquirir las acciones del magnate de Singapur y sobre los préstamos que Meriton Holdings ha concedido al Valencia. En su oferta, Zorío exige a Lim un periodo de exclusividad en la negociación de la compra y a partir de ahí un periodo de noventa días (bussines days) para elaborar una auditoría completa (due dilligence) de la situación real del Valencia Club de Fútbol a todos los niveles.

La propuesta de compra de 250 millones de euros remitida por Miguel Zorío por la compra de las acciones y los préstamos de Meriton está vigente hasta el martes 30 de enero, aunque la intención del empresario valenciano es extenderla un mes más. De momento, y según las fuentes consultadas, Zorío está a la espera de la respuesta del máximo accionista del Valencia Club de Fútbol.

La propuesta de Zorío está acompañada de un documento con el membrete de Bravo Capital, uno de los brazos inversores de Toro Finance, cuya misión es garantizar el respaldo económico a una operación como la compra del club de Mestalla, que está desde hace una década en manos de Lim tras el proceso de venta que llevó a la entidad a manos del inversor asiático. El documento refleja el respaldo financiero para la compra por esos 250 millones de euros, una cantidad con la que respalda el movimiento de Miguel Zorío hasta el 22 de diciembre de 2028 en el caso de que se abriera un proceso de negociación posterior para la adquisición de la mayoría accionarial a Peter Lim.

La tercera pata de toda la operación es una sociedad de valores que garantiza la operación y el plan de Zorío de democratización del club en el caso de que su oferta de compra fuera aceptada por el máximo propietario del Valencia. La propuesta se divide en tres fases. Una vez adquirida la mayoría accionarial del Valencia a Peter Lim, el objetivo es que la sociedad de valores contratada coloque el 51% de las participaciones, la mayoría, entre los accionistas, socios y aficionados del club de Mestalla.

En una la segunda fase, una vez colocada la mayoría accionarial entre los valencianistas, el objetivo sería colocar otra parte del capital social «entre los inversores que apoyen el crecimiento deportivo y económico del club, dando preferencia a los patrocinadores y con un pacto de recompra una vez finalizados los contratos de patrocinio».

El tercer movimiento sería sacar un tercer paquete minoritario al mercado con «la mayor dilución posible», es decir que el reparto estuviera muy fraccionado. Una de las condiciones es que los inversores en cualquiera de las tres fases «en ningún caso» tendrán capacidad de intervención en la gestión deportiva del Valencia Club de Fútbol. La propuesta que maneja Zorío incluye una salida a Bolsa, que se produciría en paralelo a la construcción del nuevo Mestalla, que deberá estar finalizado en un plazo no superior a tres años. En el documento firmado por esta sociedad de valores, el compromiso de la empresa no es sólo el de colocar las participaciones del Valencia CF una vez compradas a Peter Lim, sino buscar en el mercado de capitales los fondos necesarios para financiar la gestión en el día a día de la actividad de la sociedad de Mestalla.

Es la primera vez, desde la llegada del magnate de Singapur a Mestalla, que se pone encima de la mesa una propuesta de compra del club que sea visible con datos, plazos y dinero. Una oferta acompañada de un documento de financiación de la operación por valor de 250 millones de euros y un plan de reparto de las acciones entre los valencianistas.

El empresario Miguel Zorío lleva persiguiendo una propuesta de compra de la entidad a Meriton Holdings, empresa que se impuso en el proceso de venta en el 2014 y que llegó a un acuerdo con Bankia para la venta de la entidad. Desde la llegada de Lim al Valencia, el club mantiene una deuda millonaria, el nuevo estadio sigue sin reiniciar las obras poniendo en peligro ser sede del Mundial 2030 y a nivel deportivo sus aspiraciones se han devaluado hasta convertirse en un club de la clase media de la Liga con pocas posibilidades de entrar en Europa y flirteando con el descenso, como la temporada pasada cuando salvó la categoría en el último partido de Liga.