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Tres días después de que a Parejo se le soltara la lengua y pusiera públicamente en una comprometida situación a Lim, a Murthy y también a César Sánchez, el presidente del Valencia, acompañado por el director deportivo, citó a los cinco capitanes de la primera plantilla en la ciudad deportiva para apaciguar los ánimos del vestuario y hacerles ver a los futbolistas que la temporada no se puede dar por perdida y que con trece jornadas por delante (39 puntos y la Champions a cinco) el proyecto todavía se puede salvar. En algo más de media hora de reunión –después del entrenamiento–, el intento de los dirigentes de concienciar a Rodrigo, Kondogbia, Gayà, Jaume y, sobre todo, a Parejo –tras sus críticas al club por no traer un central– se fundamentó sobre todo en la idea de insistir en la autoexigencia colectiva, en que no se ha perdido la confianza en estos futbolistas y que desde el club se está por supuesto haciendo las gestiones oportunas para parchear los problemas en defensa lo antes posible (caso Feddal).
En la dirección entienden que independientemente de errores cometidos sobre el césped (también en los despachos), son al fin y al cabo los jugadores los únicos que tienen capacidad para enderezar el rumbo de los acontecimientos. Y eso pasa, por ejemplo, por ganarle al Betis en Mestalla. De hecho, el club ya ha dado un paso en ese sentido y, aprovechando la visita de Carlos Soler a la donación de sangre que hubo en Mestalla, aireaba unas declaraciones del centrocampista en la línea de alimentar el ambiente idóneo para esta próxima cita en Mestalla. «Los objetivos principales, como el de entrar en Champions, lo tenemos ahí. Tenemos que ir trabajando en los entrenamientos, corregir los errores y el sábado, con la ayuda de todos los valencianistas, será mucho más fácil».
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No es la primera vez, de todas formas, que a Murthy le toca afrontar un cara a cara con la plantilla para dar algún tipo de explicación cada vez que se ha dado algún patinazo (una crónica en la web atacando a los jugadores o para decirles cómo quedaba el rol de Mateo Alemany tras la crisis de verano). La última vez fue algo más grave. Ocurrió en Londres, en el partido contra el Chelsea, con un grupo todavía en estado de 'shock' por la destitución de Marcelino. Aquel día el presidente explicó someramente los motivos del porqué se echó al técnico asturiano y para pedir, además, apoyo en la labor de Celades. Parejo respaldaría públicamente después la línea editorial del club, aunque una cosa siempre es lo que se diga y otra el caldo de cultivo que queda: «El equipo ha sacado la casta y el carácter en un momento difícil y se ha demostrado que somos profesionales y una familia. Vamos a muerte con el míster y con cualquier decisión que tome, porque nos debemos al club que está por encima de todos», dijo entonces el capitán.
El problema es que con el Valencia desmoronándose ahora, después de cinco partidos sin ganar y sin fichar, a Parejo ni se le pudo enfriar a tiempo ni en toda su dimensión en Anoeta. Sus palabras tras el encuentro, señalando más a los dirigentes que a la propia autocrítica, dejaron en el aire una sensación de peligrosa división. Fueron conscientes los propios directivos, apenas instantes después de salir del mismo estadio, de la herida que se abría y de las posibles consecuencias que se iban a generar. Hasta ayer, primer día de entrenamiento de la semana, aunque también se ejercitaron en la mañana del domingo. La presencia de César en esta cita, persona de buen manejo verbal, de talante conciliador y siempre cercano a los futbolistas, ayudó en gran medida y teóricamente al éxito del propósito. Por supuesto también hablaron los jugadores pero el tono no fue chocante. Queda después de todo la impresión de preocupación que hay por el ambiente que se puede generar en el Valencia-Betis del sábado, con el público muy predispuesto a mirar enseguida al palco si las cosas se empiezan a torcer sobre el césped. A Meriton le cuesta manejar las situaciones de crisis.
El presidente del Valencia, Anil Murthy, ha asegurado este martes, tras mantener en la ciudad deportiva de Paterna una reunión con los cinco capitanes del equipo, que es el momento de «luchar con compromiso y exigencia», ya que están «muy cerca de los objetivos».
«Estamos de acuerdo todos, los capitanes y yo, de que estamos muy cerca de los objetivos. Es el momento de trabajar, de luchar con compromiso y con exigencia», dijo Murthy ante los medios de comunicación.
El presidente del Valencia, que hizo estas declaraciones en la exhibición de fútbol en silla de ruedas realizada este martes en el vestíbulo principal de la Estación del Norte de Valencia, confirmó la reunión mantenida en Paterna con los capitanes y aseguró que los objetivos del equipo todavía son alcanzables.
«Hay que ir a por los trece partidos que quedan en LaLiga y la remontada contra el Atalanta», apostilló el máximo dirigente del club valencianista.
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