Hasta julio tenía de margen pero esta vez y a diferencia de anteriores ocasiones, no ha querido apurar al máximo. El Valencia tenía tareas que hacer si no quería estropear aún más su relación con la Generalitat y el Ayuntamiento y se ha puesto manos a la obra. Ya sin Anil Murthy y con Sean Bai capitaneando este nuevo rumbo, el club ha presentado a Ayuntamiento y a las dos consellerias implicadas una modificación de la licencia para la construcción del nuevo Mestalla y, sobre todo, nuevas garantías para convencer a las autoridades de que su proyecto se puede llevar adelante sin temor al fracaso. Las novedades es que se compromete a hacer la cubierta (antes sujeta a encontrar financiación) y sube ligeramente la capacidad inicial del futuro estadio, que de 43.000 pasa a casi 50.000 butacas.
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Es la respuesta oficial del club a la multitudinaria reunión que celebró en el Palau de la Generalitat el pasado 3 de mayo, todavía con Anil Murthy como presidente. Aquel día, tanto el conseller Arcadi España como Rafa Climent dejaron muy claro cuál era la posición del Consell respecto a la ATE y sus beneficios urbanísticos. El Valencia no pasó el corte porque al IVF sobre todo no le bastó con la documentación de los 80 millones de CVC y un plan para hacer frente al otro pellizco con el que terminar el estadio. Le dejaron claro al entonces presidente blanquinegro que debía primero reconducir la tensión con el Ayuntamiento y, sobre todo, ajustarse a los requisitos que marca la propia ATE, ya sea en contraprestaciones (véase la construcción del pabellón) como en características del estadio.
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Juan Carlos Valldecabres
Si hace unos días entró al Ayuntamiento la nueva documentación para que los técnicos municipales la sometan a estudio, este jueves mismo llegó tanto a la conselleria de Territorio como a la de Economía una petición formal del club para mantener una reunión con el fin de exponer las matizaciones técnicas realizadas sobre el proyecto y, especialmente, para acreditar la solvencia económica que le pidieron y que ahora –según considera el club– ya le bastaría para pasar el examen.
El Valencia ha solicitado al Ayuntamiento la licencia de actividades (área que corresponde a la concejala Lucía Beamud) e incluye, y esta es una de las cuestiones que más polémica ha generado, el compromiso de llevar a cabo la construcción de la cubierta del estadio. Es este uno de los asuntos que más oposición encontró por parte de Urbanismo. Sandra Gómez siempre tuvo claro que si la ATE concedía al Valencia unos beneficios generosos desde el aspecto urbanístico, la obligación del club era corresponder con el mismo nivel de obra en lo que respecta al estadio, sobre todo porque está en los acuerdos firmados. Y el aforo señalado por el Valencia sólo hablaba de llegar a 70.000 espectadores en las siguientes fases, algo que no fue aceptado por la vicealcaldesa. Ahora el planteamiento, al menos así lo considera el propio Valencia, ha cambiado sensiblemente.
A la espera de respuesta
Según confirma el propio club, con este nuevo proyecto sí se incluye el compromiso de llevar a cabo la construcción de la cubierta, algo que antes estaba en el aire. Además y en lo que se refiere al aforo, se vuelve a señalar que el objetivo es llegar a los 70.000 espectadores que tanto reclama Sandra Gómez si bien vuelve a condicionarlo a diversas fases. Eso sí, el club ha aumentado la capacidad inicial, que ahora se sitúa en torno a los cincuenta mil espectadores. Habrá que ver ahora qué posición adopta al respecto Sandra Gómez.
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