Borrar
Urgente Óscar Puente anuncia un AVE regional que unirá toda la Comunitat en 2027
El edificio de hormigón lleva once años años parado para desesperación de los propios vecinos del barrio, que aún esperan el polideportivo marsilla
El Valencia sólo contempla una prórroga de la ATE

El Valencia sólo contempla una prórroga de la ATE

El club planteará al Consell ampliar el plazo de las obras del nuevo estadio, aunque el Ayuntamiento se opone a esta medida

J. C. VALLDECABRES/P. MORENO

Viernes, 4 de septiembre 2020, 00:02

Una prórroga, como si de un partido de fútbol se tratase, pero sin penaltis. El Valencia va a plantear dentro de escasa fechas formalmente -todavía no hay fecha pero se cree que la reunión será en esta primera quincena- que la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente realice las maniobras legales oportunas para conseguir que la ATE (Actuación Territorial Estratégica Valencia Dinamiza) que afecta al nuevo y al viejo estadio se estire en el tiempo. Así se evitaría enterrar las pocas -o muchas- posibilidades del club de trasladarse al nuevo estadio de Mestalla. Sin la ATE vigente, el club se vería en un grave apuro, con un estadio viejo que retocar (la famosa grada que habría que derribar), un solar que ya no sería de uso residencial, un terreno con un armazón de hormigón inservible, un barrio como el de Benicalap sin pabellón municipal y una situación financiera verdaderamente terrorífica.

La ATE caduca en 2025, en concreto el 25 de mayo, cuando se cumplirán los diez años de la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia. Pero eso se refiere a la finalización completa, no las sucesivas fases de finalización del nuevo estadio, derribo del actual Mestalla, reurbanización del entorno de la avenida Aragón y construcción de más de medio millar de viviendas y una zona comercial.

El tiempo juega en contra de Peter Lim y a Anil Murthy no le va a quedar otro remedio dentro de unos días, cuando se vea las caras tanto con Ximo Puig como con Joan Ribó, de convencerles de que el máximo accionista sigue empeñado en cumplir su intención -no obligación- de acabar el estadio pero que para ello no hay otra opción que encontrar la fórmula para que la ATE no asfixie esta gran operación urbanística que desde 2009 y por la crisis está a medio hacer.

No son pocas las voces que han advertido de que los incumplimientos de la ATE que ya se han producido han puesto a los responsables políticos en una complicada situación y que el Valencia, ante todo esto, está por su parte también al borde del precipicio. El vuelco en los balances abriría una hemorragia difícil de contener.

Hay que tener en cuenta que el calendario marcado en su día por esta fórmula de la ATE, creada para grandes proyectos urbanísticos y que precisamente con el Valencia se puso fin, establecía que en la temporada 2021-22 el equipo ya debía jugar en el nuevo estadio. Después de que lo de ADU saltara por los aires y echara abajo una operación que salvo los propios implicados -incluido los políticos- levantaba entre los especialistas ciertos recelos, el tono precisamente de los representantes tanto de la Generalitat como del Ayuntamiento ha ido modificándose y creciendo. Del aplauso a la prudencia, y de ahí a la exigencia. Las sucesivas vueltas de tuerca que se han lanzado, sobre todo desde el gobierno municipal -Puig ha sido más cauteloso-, han endurecido el clima de cara a estas reuniones que en otros tiempos se presentaban mucho más reposadas y casi para la fotografía.

La ATE es una herramienta creada por la Generalitat para facilitar la gestión de los grandes proyectos, aunque la reforma de la Ley del Suelo en 2019 la borró de la normativa, siendo sustituida por otra normativa. Aún así, antes de que la Administración autonómica emita un dictamen sobre la más que probable petición del club de una prórroga, el Ayuntamiento debe emitir un informe preceptivo.

La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, fue ayer muy clara al referirse a este posible escenario, al señalar que no aceptarán una prórroga. «El club debe hacer un gesto claro antes de mayo de 2021, cuando en teoría debería estar acabado el nuevo estadio», al referirse así al reinicio de las obras paralizadas en 2009.

La edil matizó que se trata de un punto de vista suyo, que todavía debe pasar por la junta de gobierno. Admitió que la última palabra corresponde a la Generalitat, aunque vio lógico que «se tenga en cuenta la opinión de la ciudad» en este asunto.

Tanto Gómez como el propio alcalde Ribó han dado varios toques de atención, muy serios, este año, para que los propietarios del club se tomen en serio la finalización del nuevo estadio. La venta de las parcelas y la construcción de viviendas es algo que está ligado sin remedio a lo primero por la financiación, aunque lo que más preocupa al gobierno municipal es la mala imagen del coliseo inacabado y el incumplimiento de los acuerdos alcanzados hace ya cinco años.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias El Valencia sólo contempla una prórroga de la ATE