La venta de Rodrigo, la tabla a la que se acoge Meriton

A la tercera parece que tiene que ir la vencida. Y esta vez, aunque el fin siempre es el mismo (el de obtener beneficio y rentabilidad con su marcha), las circunstancias parece que son bien diferentes. Se intentó en su día con el Barcelona y con el Atlético de Madrid, y ahora de nuevo Rodrigo vuelve a convertirse en un futbolista al que desde Singapur y Portugal (por Jorge Mendes) se le planifica el futuro de una manera más decidida. Tal y como están las cosas, se hace difícil imaginar que cuando el Valencia empiece a jugar los partidos de la próxima Liga, Rodrigo esté todavía vistiendo la camiseta blanquinegra. El delantero mantiene hoy por hoy el mismo cartel de transferible que ha tenido casi desde el mismo momento en el que Lim se decidió a hacerse con sus derechos para cederlo posteriormente al Valencia, que acabó comprándolo por 30 millones de euros (lo mismo que le costó a Meriton) con un contrato por cuatro temporadas.

Rodrigo podría poco menos que escribir un libro de sus experiencias frustradas en lo que a compraventa se refiere. Todavía hasta 2022 vinculado al Valencia y pese a ser uno de los capitanes, lo cierto es que públicamente su exposición se ha reducido considerablemente desde que se vio envuelto en el traspaso fantasma al Atlético de Madrid. En ese sentido, su comportamiento siempre ha sido ejemplar porque nunca ha expresado una voz más alta que la otra por los vaivenes a los que ha sido sometido. El problema para él es que con la caída del rendimiento deportivo del equipo, el suyo propio también se ha visto afectado. Ha tenido además un final marcado por las lesiones en una temporada más irregular que otra cosa para él.

Desde luego, si hay un jugador por el que Meriton cree que puede sacar un pellizco interesante ése es Rodrigo Moreno. Con su salida se solucionarán situaciones económicas comprometidas y que afectan al grupo. Posee además una de las fichas más altas de la plantilla,

Silencio y ofertas

Su evidente silencio es síntoma de que en un mercado tan peculiar como el que se está viviendo este verano, cualquier situación de traspaso se puede dar. Con una cláusula de 120 millones de euros, su valor de mercado actual puede rondar los 40 millones.

Está casi al límite de esa barrera que incomprensiblemente Murthy estableció en lo que a jugadores veteranos se refiere. El delantero internacional tiene 29 años y le queda pues una última oportunidad de firmar un buen contrato, el último de su carrera, tanto en lo que afecta a sus aspiraciones deportivas como económicas.

Desde Italia ha surgido algún apunte pero también desde la Premier, el único mercado posiblemente que podría hoy por hoy satisfacer las pretensiones que sobre este futbolista tiene Peter Lim. Tasado en su momento por 60 millones, justo la mitad de su cláusula, ahora esa cifra queda un poco en entredicho por la situación general del mercado. Desde luego, para el nuevo técnico del Valencia, la marcha de Rodrigo le supondría un hándicap importante, un fijo para todos los entrenadores.