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Lugar (en rojo) en el que se pretende ubicar una de las fotovoltaicas, junto a la Sierra de Salinas. D.G.

Premier reactiva el parque solar Montesa III en Aielo de Malferit

La promotora también proyecta construir dos megaplantas de 270 megavatios que rodearán la Sierra de Salinas en la comarca del Vinalopó

B. gonzález

Aielo de Malferit/Montesa

Martes, 26 de octubre 2021, 23:55

Premier Group ha retomado el proyecto de fotovoltaicas Montesa III y como ya informó LAS PROVINCIAS hace unos meses, se traslada a Aielo de Malferit. La empresa ha remitido una encuesta del Plan de Participación Pública del Estudio de Integración ... Paisajística a colectivos y particulares del Aielo y también de Montesa. Se trata de un documento necesario para la resolución del Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto de Instalación del Parque Solar Fotovoltaico en Aielo y Montesa con 49,99 megavatios.

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Con esta encuesta, Premier pretende «recopilar» la valoración que los vecinos de la zona tienen sobre el paisaje y cómo consideran la actuación, si negativa o positiva.

Aunque principalmente afectaría al término de Aielo, la empresa mantiene la evacuación de la energía a la subestación de Montesa. Desde Montesa Territorio Viu entienden que su insistencia es porque cuentan con los proyectos Montesa I y Montesa II, además de con la planta de Almansa, donde parece ser que no hay reacciones en contra.

La línea de alta tensión necesaria pasaría por el municipio de Montesa y el Paraje Natural de Barranc de la Fosch provocando, según insisten desde el colectivo, «un gran impacto paisajístico y visual».

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Otros proyectos

Pero Premier Group tiene en exposición pública el anteproyecto de dos plantas solares fotovoltaicas, Elda y Carlit, en una zona cercana, en la comarca del Vinalopó. Ambas rodearían, junto con otros siete proyectos más previstos, la Sierra de Salinas. Estas dos plantas se ubicarían en 422 hectáreas de Monóvar y Pinoso y algo en el término de Yecla (Murcia). Se instalarían unos 490.000 paneles solares, con una potencia de 270 megavatios.

A estas plantas se suma otra prevista en los términos de Villena y Salinas, Argos, que abarcaría 353,92 hectáreas, con 161.448 paneles para una potencia de 88 megavatios. El proyecto está también en exposición pública.

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Al igual que en otros territorios, en esta comarca también ofrecen una suma atractiva por el alquiler de los terrenos. Pero ha habido algún propietario que la ha rechazado.

Habla de ocultación de información. Parece ser que los dueños de los campos tienen que pagar IVA, así como hacer frente a parte del mantenimiento de las placas. Además, se tendrían que hacer cargo del desmantelamiento tras finalizar el contrato.

Paisaje de almendros de la zona que denuncian podían verse afectados por las solares. D.G.

«Vine a vivir a Salinas porque es un paraíso verde, ahora amenazado»

Elspeth McFarlane hace años decidió trasladarse a vivir a Salinas porque cuando conoció la zona «vi que era un paraíso verde» y no es la única, hay otros muchos vecinos que dejaron la ciudad para instalarse en este pequeño municipio de la comarca de Vinalopó.

Ahora, como presidenta de la asociación de vecinos del municipio, está encabezando un movimiento para evitar que ese paisaje que le cautivó se cambie por placas solares. «Estamos asustados porque hay una gran cantidad de proyectos, todos pegados a la sierra».

Habla de falta de información porque desde el consistorio no se pronuncian y están intentando ver cómo y dónde presentar alegaciones.

Pero uno de los inconvenientes es la división que este asunto está provocando en el pueblo. Hay agricultores dispuestos a alquilar sus terrenos, porque consideran más rentable una cantidad anual de 1.500 euros por hectárea que cultivar.

Sin embargo, hay otros que se muestran preocupados, incluso con problemas de ansiedad, tras conocer que sus terrenos están incluidos en el terreno a raíz de la publicación de los proyectos.

Así lo explica otro de los vecinos que decidió irse a vivir a Salinas, Daniel García, también muy crítico con estas instalaciones. «Tenemos la sensación de que nuestro entorno natural está preso en el corredor de la muerte, esperando su sentencia condenatoria definitiva», asegura.

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