

Secciones
Servicios
Destacamos
La imagen de una paella en el centro de la mesa y los comensales comiendo alrededor de ella ya no se va a repetir más. Tampoco la de compartir varias tapas o las barras libres de sangría y cerveza con litros y jarras de alcohol pasando de una mano a otra.
Escenas típicas de cualquier reunión entre amigos y familiares que se han tenido que borrar para evitar que se propague el coronavirus. Algo tan simple como pasar un salero ha supuesto en Alemania un brote de contagios. Por esta razón, ahora que en el conjunto del territorio español la mayor parte de los bares y restaurantes han subido de nuevo las persianas, es más importante que nunca tener en cuenta una serie de gestos típicos que se deben eliminar del comportamiento en la mesa.
En este aspecto, lo que más se va a echar en falta a la hora de salir a comer y cenar son las tapas y el picoteo, una costumbre muy arraigada en la cultura gastronómica nacional. Las olivas, los frutos secos, la ensaladilla rusa o las bravas de las que todo el mundo coge, ya no van a desencadenar la clásica pelea por decidir quién se lleva la última unidad, conocida como 'la de la vergüenza'. La razón, bien simple: ya no se va a compartir comida por el riesgo de contagio. A partir de ahora, las tapas son individuales; el personal del local será el encargado de dividirlas en pequeñas cantidades.
Noticia Relacionada
Lo mismo ocurre con la tradición de colocar la paella en el centro y comer todos de ella o con cualquier otro plato que sea servido para disfrutar entre varias personas. Pasar el aceite, la sal o el azúcar, igual. Compartir, en este caso, es peligroso. Ahora que las medidas de restricción se han relajado y las terrazas vuelven a llenarse de vida, el coronavirus puede convertirse en un invitado más de la quedada si no se tiene cuidado.
Además de todas estas medidas individuales, para poder abrir de nuevo, los locales tienen que garantizar una desinfección constante y correcta de sus instalaciones, controlar el aforo y mantener las distancias de seguridad entre unas mesas y otras. También se han eliminado los servilleteros, palilleros, vinagreras y aceiteras, priorizando monodosis desechables o su servicio en otros formatos bajo petición del cliente. Las cartas de los menús también han desaparecido. Ahora se cantan, se leen en pizarras y carteles o, incluso, se pueden descargar en el dispositivo móvil escaneándo un código de lectura QR que algunos bares colocan en las mesas.
En cuanto a los manteles, muchos locales se han decantado por la utilización de mantelerías de un solo uso. Los clientes cuentan con geles hidroalcohólicos en la entrada del establecimiento y a la salida de los baños. Estos solo pueden estar ocupados por una persona, salvo en supuestos de personas que puedan precisar asistencia. Deberá reforzarse la limpieza y desinfección de los referidos aseos garantizando siempre el estado de salubridad e higiene de los mismos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.