Un paseo para descubrir el origen de la naranja

Los cultivos citrícolas tiñen de verde el paisaje de la Comunitat. Un paisaje que en Carcaixent es mucho más que campo, es recuerdo vivo de la historia. Y es que esta localidad es la cuna de la naranja, donde se plantó en el siglo XVIII la primera explotación que transformaría la agricultura de la zona.

Ahora se puede descubrir este origen de la naranja y todos los secretos de su cultivo a través de una ruta por los huertos monumentales que se conservan en el término. Grandes explotaciones que se mantienen en activo y que conservan las casas del siglo XIX cuando se vivió el gran esplendor de la agricultura en la comarca de la Ribera.

El Huerto Ribera es una de las paradas de esta ruta. Esta finca, situada en la partida Barranc de la Vila, se construyó en 1870 y se mantiene igual que en aquella época. Durante todo el año se pueden visitar sus jardines y sus campos donde profesionales explican todos los detalles de este cultivo. Además, los visitantes pueden recolectar las frutas de temporada y ver cómo se trabaja en un pequeño almacén que también posee el huerto.

La vivienda principal, todavía habitada por los propietarios, se puede observar desde fuera ya que se conserva tal y cómo se construyó en su momento. La visita finaliza degustando la fruta recolectada y los zumos de naranja recién exprimidos.

Otro de los puntos obligados de esta ruta por los huertos monumentales de Carcaixent es el Huerto de San Eusebio. Esta finca, ubicada en la Partida de Vilella, ahora se dedica al cultivo ecológico y posee árboles de más de 150 años, los años que esta familia se dedica a la naranja en este mismo lugar, muy cercano a donde se plantó el primer árbol.

Durante la visita se puede pasear por el huerto, el jardín, entrar en la casa de los caseros donde se expone una colección de aperos de labranza y acceder a la capilla privada.

Este huerto permanece abierto al público durante todo el año concertando una cita y en él se puede descubrir cómo es el trabajo en el campo y además de probar hasta 30 variedades de naranjas que se cultivan en sus tierras.

La ruta de la naranja de Carcaixent es diferente en cada época del año. Estos primeros meses de primavera los huertos están en su momento de mayor esplendor, con la campaña a pleno rendimiento y la fruta brillando en los árboles. Pero en el resto de estaciones siempre se puede disfrutar de un paisaje diferente, la floración del azahar, la recolección de variedades más tempranas o tardías. Una experiencia rural inmersiva.

Pero no sólo se conserva la historia de la naranja en los campos, en el casco urbano de Carcaixent también quedan resquicios de la agricultura del siglo pasado. El Magatzem de Ribera es uno de ellos. Este edificio público que se construyó en 1903 fue uno de los almacenes más importantes de la época. Allí llegaba la naranja para prepararla para su comercialización por todo el mundo. El Magatzem de Ribera ahora se utiliza como sala de exposiciones o multiusos pero conserva su construcción modernista de gran belleza.

No todos los huertos monumentales son rurales en Carcaixent. El Hort de Carreres con el tiempo ha quedado inmerso en el casco urbano conservando sólo la edificación principal. Este inmueble comenzó siendo un centro de la ruta de la seda para pasar después a dedicarse a la citricultura. Ahora es de titularidad pública pero se encuentra cerrado aunque se puede observar su fachada exterior.

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