El sabor de nuestra tierra: Cara a cara entre Ricard Camarena y Noraya Montáñez

El sabor de nuestra tierra: Cara a cara entre Ricard Camarena y Noraya Montáñez es la segunda entrega de la serie Nueve de Octubre, nueve miradas, que LAS PROVINCIAS publica con motivo de los festejos del 9 d'Octubre. El reportaje inaugural, publicado el domingo 9 estuvo protagonizado por Mavi Mestre y José Capilla, rectores de la Universitat de València y de la Politècnica de València respectivamente. Su mirada se completará con otros encuentros planteados de forma semejante, mediante la contraposición de ideas respecto a un mismo ámbito temático.

Nueve miradas -nueve capítulos- multiplicadas por dos que encarnan la aportación de LAS PROVINCIAS al propósito central de cada 9 de octubre: indagar sobre nuestro ADN y poner las bases de una sociedad valenciana más responsable cuanto mejor informada.

Ella es la benjamina de esta serie de nueve encuentros: se llama Noraya Montáñez, nació hace 18 años en Valencia y cursa sus estudios en Ecotur, la escuela de hostelería que forma a nuestros cocineros del mañana. Llega a la redacción de LAS PROVINCIAS acompañada por su profesora, Carla, y por una sonrisa de timidez que se evapora cuando se pone la chaquetilla blanca, saluda al maestro Ricard Camarena (Barx, 1974) y conversa con él sobre este 9 de octubre que ambos coinciden en celebrar desde una doble vertiente: desde una mirada festiva pero también reivindicativa. «Claro que se puede hacer las dos cosas la vez», reflexiona el reconocido cocinero, entre gestos de asentimiento de su joven interlocutora. «Y también se puede festejar y reivindicar la identidad valenciana todos los días», añade.

¿Cómo? La pregunta casi se contesta sola: en palabras de Camarena, se trata de mantener una posición en el mundo «pulcra, respetuosa, exigente con uno mismo», que permite a continuación reclamar del resto de la sociedad valenciana una actitud semejante. «Nos falta un pelín de autoestima», advierte. «Debemos ser un poco más reivindicativos, más exigentes. Pedir lo que nos corresponde o sacar pecho a veces no estaría mal», sugiere con una sonrisa, compartida con Noraya, quien apostilla: «Estoy totalmente de acuerdo».

Su coincidente punto de vista se proyecta durante el encuentro organizado en nuestra sede a medida que la conversación avanza, saltando desde lo particular (su mutua pasión por la gastronomía, baza ganadora de la cultura valenciana) a lo panorámico, cuando su coloquio se detiene en reflexionar sobre la importancia del 9 de octubre para la Comunitat. «Es una fiesta para sentirnos valencianos, con pleno derecho. Para estar empoderados, por qué no», sostiene Camarena. Y añade una recomendación para el conjunto de nuestra sociedad: «Desde ese empoderamiento, debemos ser conscientes de lo mucho que tenemos en nuestra tierra y exprimirlo al máximo».

Un discurso nacido a partir de una reflexión compartida con Noraya: la idea de que el privilegiado entorno valenciano, que sirve de base para una cocina creativa mundialmente admirada, puede operar como una metáfora de los genuinos sabores que encierra esta tierra, a menudo pendientes de ser explorados en profundidad. «Somos mucho más que huerta, somos mar y somos montaña, pero a mí Valencia siempre me sabe a huerta», confiesa Camarena. Y Noraya coincide: «Tenemos unos productos de kilómetro cero tan buenos, unas tierras tan fértiles, que nuestros sabores llaman mucho la atención y atraen a la gente de todo el mundo». Un punto de vista que merece de la joven estudiante una reflexión adicional sobre la Comunitat («Queremos siempre mostrar lo mejor que tenemos», opina) como tierra de acogida. Un carácter hospitalario que también destaca el maestro de Barx: «Los valencianos sabemos defender lo nuestro pero sin demasiada vehemencia. Estamos dispuestos a compartir». «Somos una sociedad muy acogedora», insiste. «Es la palabra que mejor nos define».

La charla va concluyendo. Noraya ha confesado antes de sentarse ante las cámaras su ilusión por trabajar algún día en los fogones del prestigioso cocinero, mientras dudaba si atreverse a pedirle que le acogiera en prácticas. Respuesta positiva. Camarena le animará a enrolarse en su equipo, se interesará además por el programa académico de la escuela donde estudia, coincidirá con ella en la necesidad de añadir una vertiente práctica al plan formativo... Luego, Ricard le pregunta directamente.

-Si somos una sociedad tan envidiable, qué crees que tenemos que hacer para mejorar.

-Yo creo que para seguir siendo un referente, debemos seguir en la línea en la que estamos. No decaer.

Fin de la cita. Noraya quiere volver a clase y pide a su profesora que la lleve en el coche. Toca práctica de fabada, nada menos. Mientras se despiden afectuosamente, Ricard deja una frase que resume su conversación: «El secreto de que seamos una tierra envidiable somos nosotros. El secreto de esta tierra es la gente».

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• 9 d'Octubre