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Centro de Menores La Resureccion de Segorbe. Jesús Signes
Nuevo varapalo judicial a Oltra por cerrar el centro de menores de Segorbe

Nuevo varapalo judicial a Oltra por cerrar el centro de menores de Segorbe

Una sentencia del TSJ anula el traslado de los jóvenes y tilda de «grave infracción» la decisión mientras la conselleria estudia cómo recurrirla

Daniel Guindo

Valencia

Lunes, 21 de octubre 2019, 11:15

«Una grave infracción del ordenamiento jurídico». Así se refiere el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat a la decisión unilateral de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de trasladar a los menores tutelados del centro residencial de Segorbe a otros emplazamientos sin un acto administrativo que lo avale y después de que la titular del departamento, Mónica Oltra, denunciara la existencia de supuestos malos tratos en el recinto, con los que argumentó el cierre de la residencia.

En concreto, la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del citado tribunal ha anulado, por ser contraria a derecho, la decisión de la conselleria de reubicar en mayo de 2017 a todos los menores que se encontraban en el centro de acogida Nuestra Señora de la Resurección del municipio castellonense a otros centros de la provincia. La sala ha estimado así el recurso interpuesto por la Congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, quienes gestionaban la citada residencia. Los magistrados argumentan que la actuación de la conselleria constituyó «una vía de hecho de la Administración valenciana». El fallo, por tanto, refrenda la competencia de la jurisdicción Contencioso-Administrativa para dirimir este pleito, de forma independiente al procedimiento que sigue en la jurisdicción civil, al versar sobre una actuación administrativa que supone una vía de hecho, que está considerada como «una grave infracción del ordenamiento jurídico».

La consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, en una comparecencia. EFE

«No está preparada, sólo le mueve el rencor ideológico»

«Oltra debe pedir disculpas y explicar qué va a hacer para reparar las dolorosas consecuencias de su sectarismo que afectó a menores, propietarias del centro y a los 17 trabajadores que perdieron su puesto de trabajo». Desde el PP criticaron el lunes duramente a la también vicepresidenta después del conocer el fallo que anula el traslado de los menores de Segorbe, por lo que acusaron a Oltra de no estar preparada para gestionar este ámbito porque «sólo le mueve el rencor ideológico», al interpretar que la medida se adoptó por ser una entidad religiosa la que gestionaba el centro.

Ya sobre el fondo del asunto, el TSJCV ha dictaminado que la decisión de reubicar a los menores adoptada por la Dirección General de Infancia y Adolescencia no se formalizó «previo procedimiento administrativo alguno; tampoco, por cierto, de procedimiento incoado directamente -o por orden superior- de la Dirección Territorial en Castellón». Esa medida, según la sala, «no formó parte de ningún supuesto procedimiento que le diera soporte» y generó 'de facto' para la entidad titular del centro de Segorbe «el mismo efecto que la sanción impuesta a la congregación mediante la mentada resolución» de la citada Dirección General, multa que asciende a 10.000 euros y al cierre de las instalaciones.

En esta línea, los magistrados señalan que no sólo «se privó a la parte actora de toda posibilidad de defensa, sino que tampoco colaboró la conselleria con la institución autonómica que es el Síndic de Greuges, que en fecha 31 de junio de 2018, seguía sin recibir si quiera la documentación que requirió de la Administración en relación al asunto que nos ocupa».

La sala argumenta su postura en que no existe un expediente que justifique la medida

Por su parte, desde Igualdad indicaron ayer que la Generalitat «estudiará los posibles recursos a la sentencia», fallo que como admitieron desde la conselleria, expresa «serias dudas» sobre la tramitación de esta denuncia por la vía Contencioso-Administrativa en lugar de que se determine mediante la vía civil». «A pesar de las dudas, y en contra del criterio de la fiscalía, la sala falla en favor de la Congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia», apuntaron desde el departamento liderado por Mónica Oltra.

Igualdad insiste en que se empleaban duchas frías como castigo o les daban comida caducada

También quisieron recordar que la conselleria adoptó la decisión del traslado de los menores tras conocer un informe del Servicio de Inspección (compuesto por personal funcionario) en el que se relataban hechos como el empleo de duchas de agua fría en invierno como castigo, comida escasa y en mal estado o llevar a los niños a supermercados a pedir comida; un informe que «en ningún caso es cuestionado por la sentencia al igual que tampoco lo son los motivos que ocasionaron el traslado», añadieron.

En la actualidad, el centro funciona de nuevo como centro de acogida tras hacerse cargo otra entidad, que cuenta con subvención de la conselleria para el mantenimiento de las plazas. Esta sentencia confirma la del Juzgado de Primera Instancia de Castellón, que apunta que el desalojo fue «contrario a derecho e ilegal» y fue recurrida por la conselleria.

La indemnización podría rondar los cuatro millones de euros

Cuando la conselleria ordenó el traslado de los menores de Segorbe y la sanción a las Hermanas Terciarias no imaginaba que podría salirle tan caro. En el momento que la sentencia sea efectiva -casi con total seguridad, el departamento recurrirá el fallo del TSJ- y siempre que se mantenga el mismo sentido, tanto la congregación como los menores podrán solicitar indemnizaciones que, según calculan desde los servicios jurídicos que han llevado el caso, podrían rondar los cuatro millones de euros. Este cálculo surge al tener el cuenta tanto los importes del contrato suscrito con la congregación para la gestión del centro que se dejaron de percibir al dictaminar el cierre, como el agravio provocado a la cerca de una veintena de trabajadores, que perdieron su trabajo.

Por otra parte, recuerdan que a principios de año el centro de acogida reabrió sus puertas con otra congregación al frente después de que el informe de la inspección constatara que las deficiencias detectadas se habían subsanado. «Queremos que la conselleria reconozca su error y compense los perjuicios causados», subrayan, para resaltar también que las Hermanas Terciarias no pudieron presentarse al concierto implantado a principios de año para la gestión de estos centros al estar sancionadas.

Los citados servicios jurídicos ya han remitido la sentencia del TSJ a la Audiencia Provincial de Castellón, donde la conselleria ha presentado un recurso al fallo del Juzgado de Instrucción de Castellón, también contraria a la decisión. El juez también desestimó una denuncia por una presunta agresión sexual de un monitor a una residente fuera de las instalaciones.

El galimatías de las residencias para los niños tutelados

En la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas se las prometían muy felices con su anunciado nuevo modelo de atención a la infancia, especialmente a la hora de confeccionar centros de acogida para los menores tutelados más hogareños. Sin embargo, la oposición de vecinos y ayuntamientos, los recursos judiciales, y los impagos que han venido sufriendo estas instalaciones durante los últimos meses -y que ha derivado en protestas de los trabajadores a las puertas del Palau de la Generalitat- están lastrando su actividad y dejan en entredicho la atención a este colectivo.

Los futuros centros de acogida de Llíria y Paterna, en el aire

El traslado del centro de recepción de Monteolivete a Buñol -en lugar de reformarlo y dotarlo de más personal- desató las quejas de vecinos y el Ayuntamiento por el incremento de actos vandálicos en la localidad, lo que con posterioridad obligó al Consell a trasladar a algunos de los internos a Alborache, donde ya han aparecido algunas voces críticas con la situación.

Un menor en un centro de acogida. Guillermo Carrión

Paralelamente, la Generalitat ha intentado que Paterna acogiera la apertura de un nuevo centro de acogida, también pese a la postura contraria del Consistorio; y todavía tiene en mente reubicar el centro de recepción en Llíria, un caso que ha llegado a los tribunales.

En Paterna, por un lado, el Ayuntamiento congeló la concesión de licencias para actividades asistenciales hasta que se elaborara un estudio en el marco del Plan General de Ordenación Urbana de la localidad. Posteriormente, se incluyó una modificación que prohíbe la construcción de estos centros en zonas residenciales de baja densidad y que, en la práctica, impide su ubicación en la zona de adosados de Montecayada donde estaba previsto.

Conflictos vecinales, judiciales e impagos lastran el día a día de las instalaciones y su implantación en algunos municipios de Valencia

En el caso de Llíria, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo 6 de Valencia admitió a trámite la demanda presentada por la portavoz del grupo municipal del PP en el municipio, Reme Mazzolari, contra la adjudicación por parte del Ayuntamiento de las obras del futuro centro de menores proyectado. La demanda interpuesta apunta a irregularidades administrativas. La demanda reclamaba la suspensión cautelar de la actuación, pero como explicó ayer Mazzolari no ha sido necesario, puesto que ha sido el propio Ayuntamiento el que finalmente ha anulado la adjudicación de las obras.

El cambio al modelo en el pago de la gestión indirecta de estos centros también ha originado impagos a las entidades, que han convocado protestas.

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