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J. MOLINS/L. MARTÍ
Lunes, 23 de octubre 2017, 00:08
Entre los más de 14.000 corredores que disfrutaron del Medio Maratón hubo historias curiosas, personales y de superación que realzan todavía más el gran ambiente que vivió una vez más la carrera en las calles de Valencia.
Sin duda resultó muy llamativo ver a un atleta vestido con un traje negro y corbata roja. No es la primera vez que Daniel Seguí se viste de esta guisa para una carrera, pero sí de tanta distancia. «Todo esto lo hago por una buena causa, que la gente me vea con traje tiene que asociarlo a Apadis Villena, que es una asociación para personas con discapacidad intelectual, y lo que necesito es una grúa adaptada para la piscina», indicó. «Se me ocurrió lo del traje para batir un récord Guinness, que ya está muy complicado, pero yo sigo haciéndolo así por una buena causa. Este ha sido mi debut en medio maratón, yo me entreno con chándal pero el traje es más cómodo, menos mal que no ha hecho mucho calor».
Los italianos fueron los de la nacionalidad más numerosa en cuanto a los corredores extranjeros en la prueba. Uno de ellos fue Patricio Giantono. «He venido unos días de vacaciones con mi mujer a conocer Valencia y no he dejado pasar la ocasión de correr. El letrero de mi dorsal pone 'Ti amo' por Nadia, que me ha acompañado, llevamos 35 años de amor», se sincera el veterano atleta. «He hecho una hora y media, estoy contento con ese tiempo. Me ha encantado la ciudad y sobre todo la carrera, bellísima, es la mejor de todas las que he corrido, creo que volveré».
Desde Essen, una localidad cercana a Dusseldorf (Alemania), vino Jan Loucka para disputar su primer medio maratón. «Me cogí cinco días de vacaciones para la carrera y he aprovechado para estar aquí y ver la ciudad. He venido solo, pero ya conocía Valencia porque el año pasado vine con mis amigos de fiesta, y entonces vi que la ciudad es perfecta para correr y he hecho mi primer medio maratón. Quiero volver el año que viene, me ha gustado mucho la experiencia».
Fran Burgo es boliviano y junto a su club de atletismo disfrutó de una nueva carrera en Valencia. «He corrido ya varias pero estoy encantado con este medio maratón y con la ciudad, me encanta vivir aquí, llevo ya 14 años y hace tres que corro. En mi club, Pioneros de Sudamérica, estamos repartidos, hay bolivianos, ecuatorianos, uruguayos, colombianos, venezolanos, etc. Cada año aumentamos, hace poco éramos 70, ahora somos más de 80. Estoy contento con el tiempo que he hecho y la satisfacción por disfrutar gracias al día que ha salido. Al mes que viene quiero correr el maratón».
Hace menos de un año Roberto Caballero fue padre y se marcó el reto de correr el medio maratón. «He conseguido rebajar por un minuto lo que me había marcado. Me he preparado durante cuatro meses, he hecho 10 y 15k pero nunca esta distancia, la he podido terminar y por debajo de lo que me había propuesto, así que estoy satisfecho. Fui padre hace poco y al ver a mi hijo cerca de la meta me ha dado alas para terminar», reconoce.
Aunque vive en Barcelona desde hace unos meses, Rachel Brown es de Detroit y quiso estrenarse en una carrera en Valencia. «Soy profesora de inglés y he venido expresamente a la carrera, es la primera vez que vengo a la ciudad pero tenía muchas ganas, me habían hablado muy bien y la verdad es que me ha parecido genial. Es mi primer medio maratón, me ha gustado mucho, he venido sola, pienso repetir en otras carreras, aquí o en otro sitio».
Ivan y Timotei esperaban tras cruzar la línea de meta a sus dos compañeras de equipo. Marí y Ana. Los cuatros son de Rusia y encuentran en el atletismo su excusa para viajar: «Una vez al año elegimos una carrera fuera de nuestro país. Leímos que esta era una gran prueba y lo queríamos comprobar». María, recién llegada a la meta alucinaba con el ambiente: «Es increíble, Valencia nos ha enamorado».
Durante los últimos 400 metros, Emi Pujadas recibió un empujón anímico: «Vi a mi entrenadora que me estaba esperando y ese esprint final simplemente volé». La atleta de Valencia prepara sus primeros 42.195 metros: «Además de ser el test perfecto para medir fuerzas de cara al próximo mes, también esto es una inyección de moral para el maratón. Ha sido espectacular con el ambiente que hay en la calle, es una auténtica fiesta para la ciudad».
Cristina Pérez tiene en su padre «la liebre perfecta» para correr: «Siempre me controla cuando me pongo eufórica», comenta la joven de Picassent. Es su segundo medio maratón y pese a repetir sigue emocionándole el circuito valenciano: «A partir de la plaza del Ayuntamiento, que es el kilómetro 15, parece que la gente te lleve sola hasta el final». Lo que más le gusta a este atleta de 25 años es ver el incremento de las féminas en un deporte que ama: «Me encanta ver que cada vez hay más mujeres que se animan a participar. Este año ha habido récord y espero que cada vez se sumen más».
David Torralba esperó dos minutos en la postmeta a su tocayo David Mas. «Es la primera vez que participamos en la prueba», comentaba el primero. Su compañero asentía: «No será la última si no pasa nada va a pasar a convertirse en una fija en el calendario». Ambos son de Albal y se unieron más en el club Escuela del Corredor Paco Milán, y ninguno de los dos tiene duda de qué es lo que más les gustó: «El ambientazo de la ciudad».
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