La Seguridad Social concede 1.000 euros a los padres con hijos nacidos después de 2007 si cumplen este requisito

La Seguridad Social sigue reforzando las políticas de apoyo a las familias con hijos a su cargo, y una de las ayudas más destacadas para 2025 es un pago único de 1.000 euros destinado a aliviar los gastos derivados del cuidado de los más pequeños. Esta prestación, regulada por el Real Decreto-ley 6/2019, tiene como objetivo principal mejorar el bienestar infantil y reducir la vulnerabilidad económica de las familias. Sin embargo, no todas las familias podrán acceder a la cuantía total, ya que está sujeta a una serie de requisitos específicos que garantizan su concesión a quienes más lo necesitan.

El principal requisito para ser beneficiario del pago único de 1.000 euros, es tener hijos menores de 17 años, lo que significa que deben haber nacido a partir del 1 de enero de 2007. Sin embargo, no basta con cumplir este criterio: los padres también deben acreditar que cumplen con otros requisitos vinculados a los ingresos familiares y su relación con la Seguridad Social.

La ayuda está dirigida a familias cuyos ingresos anuales no superen los límites establecidos por la Seguridad Social. Estos límites varían en función del número de hijos y las circunstancias familiares, por lo que es imprescindible presentar la documentación que acredite tanto los ingresos como la composición de la unidad familiar.

Por ejemplo, el límite es de 14.011,00 euros para familias con un hijo, de 16.112,65 euros para aquellas con dos hijos y de 18.214,30 euros para las que tienen tres. Estos umbrales aumentan progresivamente con cada hijo adicional, priorizando a las familias más numerosas.

Si los ingresos de tu unidad familiar sobrepasan ligeramente los límites establecidos, aún podrías tener derecho a la ayuda, aunque no en su totalidad. En estos casos, la prestación se ajusta de forma proporcional, calculándose la diferencia entre tus ingresos y el límite fijado.

Otro requisito clave es la residencia legal en España. Los solicitantes deben residir de manera regular en el país y estar afiliados al sistema de la Seguridad Social, donde se les exige un período mínimo de cotización. En este sentido, los progenitores mayores de 26 años deben acreditar al menos 180 días cotizados en los últimos siete años o 360 días a lo largo de su vida laboral. Para los padres menores de 26 años, este requisito se reduce, facilitando el acceso a la ayuda para los más jóvenes.

Por último, las familias en situaciones especiales tienen prioridad para recibir esta prestación. Esto incluye a familias numerosas, monoparentales o aquellas en las que alguno de sus miembros tenga una discapacidad igual o superior al 65%.

Tal y como explican desde la Seguridad Social, el proceso de solicitud es sencillo y puede realizarse de varias formas. La opción más rápida es hacerlo a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social, utilizando un certificado digital o sin él. También es posible enviar la documentación por correo ordinario o entregarla presencialmente en los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS), siempre que se disponga de cita previa.

Una vez aprobada la solicitud, los beneficiarios recibirán el pago único de 1.000 euros directamente en su cuenta bancaria. Es importante destacar que esta ayuda no afecta a otras prestaciones a las que las familias puedan tener derecho, como los permisos por nacimiento y cuidado de menores.

• Temas
• Seguridad Social