La maternidad es dura. No empieza tras el alumbramiento, sino que el proceso comienza en el momento un test de embarazo sale con resultado positivo. Los cambios en la mujer empiezan a hacerse más evidentes conforme avanza el proceso gestante. En el caso de los padres, además del acompañamiento afectivo, sí existe un antes y un después tras contemplar por primera vez al recién nacido. Hasta no hace muchos años el progenitor contaba únicamente con dos días de permiso, los justos para estar presente en el parto y poder acudir al Registro Civil para inscribir al bebé. Ahora las bajas de maternidad y paternidad se han equiparado a 16 semanas, y el plan del Gobierno de coaliación era aumentarlas hasta las 20 semanas, pero la falta de consenso y Presupuestos Generales del Estado ha impedido que oa medida entre íntegra en vigor, pero no que lo haga de forma parcial.
Publicidad
Este 2 de agosto entrará en vigor el nuevo permiso retribuido para padres, pero no la nueva baja por maternidad y paternidad que quería aprobar el Gobierno. Eran los dos temas más candentes, aunque en el caso del primero, España cumplía cinco años después con una directiva europea que obligaba a la retribución de ciertos periodos de permiso de paternidad. El Ejecutivo de Sánchez fracasó en su medida al completo, pero intentó parchearlo a través de la, aprobada y ya entrada en vigor, Ley de Familias. Se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 8 de marzo y el texto normativo entró en vigor veinte días después. Pues desde aquel entonces los padres, únicamente los progenitores, pueden pedir un adelanto especial.
Éste periodo se resta de las 16 semanas tras el momento del alumbramiento, ya que realmente lo que solicita el trabajador es comenzar a disfrutar del permiso de paternidad por adelantado. Lo que sí deja bien claro el texto normativo es que no estamos ante el establecimiento de un prólogo a la paternidad, que no se regalan 10 días previos al permiso, sino que el trabajador decide empezar su permiso hasta 10 días antes del momento más esperado.
Noticias relacionadas
La fecha del parto es prácticamente lo primero que dice el médico tras confirmar el estado de gestación inicial. A partir de ahí comienzan los cálculos, la revisión del calendario para intentar ajustar, en la medida que se pueda, el permiso de las 16 semanas, ya que las seis primeras son obligatorias y las 10 restantes se eligen de forma libre durante el primer año de vida del recién nacido. Pero los padres, desde abril de 2024, pueden 'jugar' con las fechas de su permiso laboral.
Atendiendo a la fecha indicada que marquen los médicos para el nacimiento del bebé, el padre podrá solicitar un permiso especial que puede alcanzar los 10 días previos a la jornada indicada por los profesionales sanitarios. Es decir, que un padre puede estar de baja los últimos 10 días antes de que nazca su bebé para así acompañar a la madre del futuro retoño por si hubiera algún adelanto con respecto al calendario previsto. La ley, además, explica que «la madre biológica podrá anticipar su ejercicio hasta cuatro semanas antes de la fecha previsible del parto».
Publicidad
Así que un futuro padre puede estar de permiso los últimos días de embarazo de la madre, aunque ello implicará restar hasta 10 días al periodo total que se establece con fecha del nacimiento del bebé. Eso sí, la Ley de Familias indica que este adelanto se debe notificar «con quince días de antelación». De esta forma los padres pueden asegurarse estar ante cualquier adelanto y acompañar en cada momento a la madre biológica de su futuro hijo o hija.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.