Las clementinas valencianas de Ramona, un puesto de toda la vida

Los tiempos han cambiado, y mientras antes los puestos permanecían abarrotados un miércoles cualquiera, ahora hay que esperar a los sábados para econtrarse con esta estampa. Ramona siente nostalgia de aquella etapa. «Antes éramos una familia y ahora va cada uno por su lado, también los vendedores. Comíamos juntos e incluso pasábamos los fines de semana. Ahora es todo muy distinto, es una pena», recuerda.

La relación con los clientes también es muy diferente a la de hace años. «A mí me operaron y me visitaron algunas clientas, éramos una familia con una confianza total», rememora y comenta que ahora los compradores son más exigentes y se quejan con frecuencia.

Tres generaciones han llevado el negocio de Frutas Ramona. Todo comenzó con su abuelo que vendía en el mercado de San Sebastián. Más tarde pasó el negocio a su padre y luego a ella, Ramona, que da nombre al negocio. Desde los 16 años lleva trabajando en el negocio y comenzó vendiendo en otros lugares como el mercado de Mossén Sorell. Después se quedó con el puesto y allí ha pasado la gran parte de su vida.

¿Cuáles son los productos más vendidos? «La alcachofa y la clementina», responde sin dudar. «La gente ahora tiene un ritmo de vida muy acelerado y por ejemplo si no pelamos las habas no les llevan, no pueden ni quieren dedicar tanto tiempo a la cocina», comenta José Ramón mientras quita las semillas de una rama y las agrupa en bolsitas.

La rutina diaria de la frutería es dura. José Ramón se levanta muy temprano. Su jornada comienza a las tres de la madrugada cuando va a Mercavalencia o Mercavasa. También cultivan en su propio campo y de ahí al almacén a seleccionar la fruta.

¿Heredarán los hijos en negocio? Ni Ramona ni José Ramón lo creen. «Los jóvenes de la familia están en otras cosas y esto te tiene que gustar para llevarlo», apunta.