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Arturo Millán en su parada. M. Gardó

El palco de los jamones de Rojas Clemente

en el mercado ·

Arturo Millán heredó el amor al mercado de su padre y desprende carisma desde el mostrador de este enclave de Extramurs

María Gardó

Valencia

Jueves, 27 de enero 2022, 19:34

Martes por la mañana en el Mercado de Rojas Clemente de Valencia. No parece que estemos en pleno centro de Valencia, pues en este enclave ... de Extramurs se respira ambiente de barrio. Se sirven desayunos desde primera hora y los carros de la compra atraviesan las calles cada mañana. El mercado está tranquilo entresemana, los vendedores hablan de ellos, los hábitos de compra han cambiado y ahora los días de más venta son los viernes y sábado.

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Al entrar por la puerta principal nos encontramos de frente con Arturo Millán y su parada 'El palco de los jamones'. Se mueve con destreza tras el mostrador y desprende carisma entre los clientes. «Si no hubiera vendido jamones y queso, vendería coches o lavadoras, lo que me gusta es estar de cara a la gente», confiesa. Ha nacido con el don de saber vender y se le nota al primer contacto.

Su padre ya tenía un puesto en la plaza de San Sebastián antes de que se inaugurara el edificio en 1963. «Entonces eran como puestos movibles con ruedas, se desplazaban», recuerda. Más tarde heredó el negocio cuando su padre se jubiló. Pero sus hijos no seguirán el mismo camino: «Esto tiene que gustarte mucho o no aguantas ni cinco meses trabajando en el mercado. Además ahora estas profesiones no se valoran, los jóvenes quieren dedicarse a otras cosas», explica.

Todo ha cambiado mucho desde que ayudaba a su padre siendo un niño. Las jubilaciones y los cambios en los hábitos de compra fueron reduciendo poco a poco el Mercado de Rojas Clemente. «Antes las paradas estaban pegadas las unas a las otras y había más de cinco carnicerías, cinco pescaderías, casi diez fruterías...», rememora. Ahora sólo quedan unos pocos puestos de todos aquellos. El mercado se ha visto muy reducido.

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Sí valora positivamente algunos cambios, como la envasadora al vacío con la que ahora cuenta en su puesto. «Esto es todo un avance porque permite a los clientes llevarse un kilo de jamón en distintos paquetes y aguanta mucho, así no tienen que venir a comprar todos los días para tener buen jamón en casa», explica. Los hábitos son distintos y mientras antes había mucha clientela durante toda la semana, ahora se concentra los fines de semana. «Ahora tanto hombres como mujeres trabajan y no pueden venir a comprar todos los días», dice.

Arturo atiende a los clientes. M. G.

El producto estrella de 'El palco de los jamones' es, sin duda, el jamón. «Es el principal reclamo para los clientes», comenta.

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Bicireparto

Desde la pandemia, el Mercado de Rojas ha introducido un puesto de bicireparto. Los clientes pueden hacer un pedido a través de Internet y un repartidor les lleva la compra a casa con bicicleta. «Eso nos salvó en gran parte durante el confinamiento», comenta Arturo, que no descarta abrir una web de venta de productos: «Si tuviera la ayuda de mis hijos o de alguien que supiera lo haría», dice.

Cartel de bicireparto. M. G.

La mañana sigue en este pequeño Mercado de Rojas Clemente, que sigue conservando la esencia de lo que fue. Los tiempos cambian pero un jamón de 'El palco de los jamones' seguirá siendo éxtasis para el paladar.

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