!['M de Alejandría', el dulce despertar de un sueño entre las viñas de La Alberca](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202106/17/media/cortadas/zonaliquida-RoGO7qnrc6bdnM8NCaBuudP-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
!['M de Alejandría', el dulce despertar de un sueño entre las viñas de La Alberca](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202106/17/media/cortadas/zonaliquida-RoGO7qnrc6bdnM8NCaBuudP-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Concha pastor
Dénia
Jueves, 17 de junio 2021
Amanece y llegan los primeros rayos de sol a la finca La Alberca de Teulada/Moraira. Una casa de campo reformada con el riu rau típico de la zona de la Marina Alta rodeada de bancales y muros de piedra seca, patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y de viñas que esperan la llegada de los amantes del vino para mostrar la historia del nacimiento de 'M de Alejandría'.
El proyecto de este moscatel de hielo comenzó en 2014 aunque la primera botella vio la luz dos años más tarde y fue el dulce despertar del sueño de una niña hecho realidad. Todos los años por Nochebuena, el padre de Cristina Rodríguez recibía la visita de un amigo que le portaba una botella de vino de su cosecha para acompañar a la comida de Navidad y que, por supuesto, antes cataban ambos. Este ritual era presenciado por la joven quien siempre anheló tener su propio vino para compartir momentos, amistad y felicidad con sus amigos como hacía su padre. Pasaron los años y aquella pequeña fue creciendo con la ilusión de producir un vino único y autóctono de la zona. Así nació 'M de Alejandría', un vino con M de moscatel, M de mujer, pero sobre todo con M de momentos.
El honor de ejercer como padrino de la vendimia este año ha recaído en Juan Moll, el alma mater de la regata Gourmet Race de Teulada Moraira y mano derecha de Joël Robuchon, el chef con más estrellas Michelin del mundo. Este teuladino asegura ser «sólo soy un camarero» pero está considerado como uno de los grandes embajadores de esta tierra de la Marina Alta y de 'M de Alejandría' y allá donde va hace gala de los productos de su ciudad natal.
La vida le llevó a estar al lado del afamado chef gracias a la Gourmet Race y, por supuesto, a las clases de francés que la madre de Cristina Rodríguez le impartió. De hecho, según cuenta la viticultora, en una de las galas de la regata gastronómica, Moll se empeñó en presentar a Robuchon a su madre para que supiera quién era su profesora de francés. El chef le dio la enhorabuena «porque gracias a que ha aprendido francés es mi persona de confianza» .
Moll asegura que le hace especial ilusión ser el padrino porque conoce el proyecto y porque transmite los valores desde la esencia «determinada por las vivencias y creencias de las personas». Es más, incide en que la familia Rodríguez-Vicente «me transmitió valores como saber estar y comportarse que me acompañan en mi vida diaria». Y por ello agradece ser el padrino de la vendimia de las viñas de una mujer que «ha creado un aporte de valor a la tierra y a la Comunitat Valenciana»
Habló del proyecto con Mario Schumacher, un amigo medio alemán, medio calpino, y le propuso que produjese un «ice wine», vino de hielo. Átonita ante la propuesta preguntó qué enólogo se atrevería a ello y acompañada del productor Ximo Cabrera, se dirigió a Fontanars del Alforins en busca de Daniel Belda. El «maestro», como le llama Cristina, viajó hasta La Alberca a ver el viñedo y se involucró en el proyecto de un caldo que ya se consume en países como Francia y Noruega.
Y es que uno de los muchos secretos de este vino dulce es que los granos de uva recogidos en la vendimia van directamente al interior de un camión a temperatura muy baja para congelarlos y ser trasladados de inmediato a la bodega de Belda, donde comienza todo el proceso de elaboración de este moscatel.
Noticias Relacionadas
Transcurridos ya cinco años de aquella primera botella del conocido como 'vino del hielo del Mediterráneo' y con la pandemia de por medio, la viticultora quiere poner el valor todo el trabajo que hay dentro de una botella de 'M de Alejandría', «porque hay mucha gente involucrada en ello, vigilando la tierra, mimando las viñas y un enólogo cuidando de que el vino salga perfecto», comenta Cristina Rodríguez, la primera mujer española productora de vino que pertenece a la selecta Cofradía de los Caballeros de Tastevin, en la Borgoña francesa.
Para ello ha puesto en marcha las visitas guiadas por La Alberca donde se incide en el moscatel, «una variedad que tenemos única, que necesita de esta tierra, de este sol y de la brisa del mar que recorre Teulada/Moraira para ser elaborado». A esta iniciativa enoturística se suma la cata del moscatel seco de Uvas Cabrera, el tinto 'Heretat' de Daniel Belda; y cierra la cata 'M de Alejandría'. Y, por supuesto, marinados con productos kilómetro cero seleccionados de la provincia de Alicante como las cocas típicas de Teulada/Moraira; los embutidos y la exquisita sobrasada de Carnicería Domingo; el aceite de Masía L'Altet y los nísperos y queso de romero y añejo de cabra de Callosa d'En Sarrià. Cierra la degustación 'M de Alejandría' marinado con la coca maría, las pasas y, cómo no, una onza de chocolate.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.