Baldoví, un ultimátum preelectoral después de 4 años de silencio

Baldoví compareció este lunes ante los medios de comunicación para exprimir ese nuevo perfil combativo con el que aspira a marcarle el paso al PSPV en el hipotético caso de una tercera edición del Botánico. «Denunciaremos en los tribunales el retraso en la reforma de la financiación, la deuda histórica y la falta de inversiones del Gobierno», vino a decir. Un 'se va a enterar' Sánchez, en versión exalcalde de Sueca, que contrasta, en realidad, con el Baldoví diputado nacional de la coalición.

Porque lo que anunció Baldoví, acudir a la vía contencioso-administrativa si el presidente del Gobierno no resuelve los problemas con la financiación que arrastra la Comunitat, no es la respuesta a una situación nueva. Esa infrafinanciación viene no sólo del modelo actual, aprobado en 2009, sino incluso del que se puso en marcha en 2002, y que ya situó a la Comunitat, con Baleares, como una de las peor tratadas.

El modelo de 2009, vigente en la actualidad aunque se viene prorrogando desde 2014, ha acentuado esa infrafinanciación de la Comunitat. Baldoví, con Mariano Rajoy en la Moncloa, mostró un perfil reivindicativo para exigir un nuevo modelo. Perfil que fue suavizándose de forma paulatina a partir de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa en junio de 2018.

Desde aquella fecha, más de cuatro años y medio, el diputado nacional de Compromís ha tenido tiempo más que de sobra para acudir a los tribunales. Podría haber aprovechado cada uno de los proyectos de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentados por Sánchez, y que retrataban la raquítica aportación de fondos a la Comunitat Valenciana en materia de financiación.

No sólo no lo ha hecho en ninguna de esas ocasiones, incluso a pesar de haberle 'comprado' a Sánchez ese 'compromiso' en enero de 2020 de que tendría un nuevo sistema de financiación autonómica en un plazo de ocho meses. De la confirmación de aquella trola han pasado 30 meses.

Pero Baldoví sólo ha pensado ahora, a tres meses de las elecciones autonómicas y con las encuestas lanzando peligrosos avisos a su coalición, en que es el momento de anunciar que llevará –si preside el Consell-al Gobierno central por la vía contencioso administrativa.

Casi cinco años después de la llegada de Sánchez a la Moncloa. Más de un año después de aquel «esqueleto» que presentó la ministra de Hacienda con una propuesta de población ajustada que no le gustó a nadie –todas las CCAA alegaron pero nada se sabe de aquel documento-.

Baldoví anunció el pasado mes de enero su disposición a encabezar la candidatura de su partido a la Generalitat. En aquella comparecencia, el veterano político valenciano apostó por formar parte de un Consell más combativo con el Ejecutivo central. Se refiere, claro está, a una reedición del Botánico que, al menos hasta la celebración de las elecciones generales, tendrá en Madrid a un Gobierno presidido por el PSOE.

Probablemente en lo que estaba pensando Baldoví era en un Consell más combativo siempre y cuando el Ejecutivo central lo vuelva a ocupar el PP. De lo contrario, y a la vista de los hechos, cabría concluir que la combatividad se limitará a los anuncios, como el de este lunes en víspera electoral, más que a los hechos.