El Botánico trata de enterrar el caso de las subvenciones a Francis Puig

Tres veces, tres, el Botánico se ha negado crear una comisión de investigación en Les Corts que analice la intensa, prolongada y fructífera relación de Francis Puig, hermano del presidente de la Generalitat, con la Administración valenciana. Ya sea por las subvenciones recibidas a cuenta del valenciano, por las multas a causa de intentar pactar precios o por la acumulación de ayudas. No hay caso, para el tripartito, y mucho menos para los socialistas, que tratan de enterrar el asunto por todos los medios.

Tripartito trinegacionista. Lo sorprendente hubiera sido que se aceptase. Esta y cualquier otra. De hecho, el bloque de la izquierda también evitó ayer en Les Corts crear una comisión para investigar la deficiente atención recibida por los enfermos de Covid en la antigua Fe. Entre las comisiones sobre el hermano del presidente y el resto, ya son más de una quincena las veces que el Botánico se enroca y evita investigar desde el inicio de legislatura, hace dos años.

Da igual que los asuntos se estén investigando en los juzgados o en otras instituciones de control administrativo. Que los temas hayan pasado de ser una denuncia del PP a pesquisas de la Guardia Civil. No obstante, sí es cierto que han pasado aquellos tiempos en que un conseller, el de Hacienda, se emplease tan a fondo en defender la actividad del hermano de Ximo Puig que encumbró el entramado de empresas vinculadas a Francis al cielo del altruismo.

«Es un proyecto magnífico. Ojalá se hubiera hecho en más pueblos», deseó Vicent Soler una mañana en Les Corts. Quizá se pasó de frenada en su alegato el conseller. Ayer, el podemista Ferran Martínez, la nacionalista Nathalie Torres o la socialista Ana Besalduch defendieron el rechazo a la comisión, pero ni por asomo se les ocurrió defender y casi ni mencionar la operativa del hermano del presidente.

Entre las 13 y 15 horas, la izquierda despachó las dos comisiones. No y no. El Botánico, ferviente usuario de las comisiones de investigación en Les Corts durante la pasada legislatura, todas ellas en relación a la gestión del PP durante sus años al mando de la Generalitat, ahora ha rebajado a cero su deseo de investigar. Ciudadanos también pidió ayer iniciar indagaciones parlamentarias sobre la atención recibida en la antigua Fe. Que no. El Botánico se negó, en el caso de la cuestión sanitaria, porque la causa judicial se ha archivado, mientras que en el caso del hermano del presidente alegando que lo que busca la derecha es eliminar las ayudas al valenciano y desgastar al Consell, por lo que procedieron a echar tierra sobre el tema.

En la defensa de la creación de la comisión que investigue la calidad asistencial del centro sanitario de Campanar, el diputado Fernando Llopis, ha subrayado que «el juez no contempla negligencia del personal, pero hay muchos informes y mucho más allá de todo eso. La pregunta es por qué la conselleria autorizó llevar pacientes a un edificio que debía ser demolido. Se abrió sin tener constancia del personal disponible. Y así todo». Populares y Vox recordaron las quejas, las deficiencias, esas carencias señaladas por testimonios de usuarios. José Juan Zaplana, el diputado del PP, ha recordado las promesas incumplidas sobre la antigua Fe por parte del Consell. El parlamentario popular ha insistido que en ese centro debía ser pacientes con alta en Covid pero murieron 29 personas por coronavirus. El Botánico se escandalizó muchísimo considerando que la derecha ponía en duda a los sanitarios, no obstante, argumentaron su negativa aferrándose al archivo judicial del asunto a investigar. No tuvo, sin embargo, ningún problema la izquierda en continuar y alargar durante toda la legislatura pasada una comisión sobre Feria Valencia. En diciembre de 2016 se archivó la causa relacionada al recinto ferial, algo que para el Botánico careció de importancia. Alargó esa comisión durante tres años más, a sabiendas del daño reputacional a Feria y que ni siquiera lograrían emitir conclusiones sobre todo lo que se pretendía investigar.

Eva Ortiz, la diputada del PP que denuncia desde hace años «los negocios turbios» del hermano del jefe del Consell, utilizó palabras textuales de Mata para tratar de convencer al Botánico de que se investigasen las ayudas al valenciano recibidas por el hermano del presidente. Ortiz rememoró las negativas previas, la apertura de diligencias de la fiscalía sobre los concursos que se intentaron pactar por parte de Francis Puig y sus socios, el procesamiento de Rubén Trenzano... «en resumen, todo el mundo investiga menos el Consell y este parlamento. La mitad de los millones recibidos por Francis Puig en calidad de subvenciones se originan por el fomento del valenciano, con justificaciones irregulares«. Recordó la operación de utilizar a un artista guineano: «lo hacemos cantar en valenciano», o comentarios despectivos de Francis Puig: «¿La mierda del valenciano, ese es el respeto que ustedes tienen?». Pero no, no hubo sorpresas.

Compromís respiró por su herida, que tiene nombre y apellidos: Rubén Trenzano, director general de Política Lingüística y primer alto cargo del Consell tripartito que ocupará un banquillo. La diputada de Compromís Nathalie Torres, que en su día fue mano derecha de Trenzano en la Generalitat, se enzarzó con Ortiz a cuenta de su exjefe. Para Compromís, lo relevante no son los distintos modos y maneras por los cuales transita Francis Puig para llegar al dinero público, sino que en esta ocasión las subvenciones investigadas serían las relacionadas con el fomento del valenciano. Con la lengua hemos topado. El PSPV, por su parte, recurrió al amplio abanico de casos de corrupción en el que se ha visto implicado el PP para negarse a investigar, mientras que Podemos intentó introducir en el debate las amenazas a su líder, Pablo Iglesias. Tres modos distintos para decir por tercera vez que no.