Los diputados, bajo sospecha fiscal por el kilometraje

Las dietas por kilometraje en Les Corts Valencianes están en el centro de la polémica. Un doble cobro, sin justificar y una parte exenta de tributación. Un dato que expertos ponen bajo el foco de la sospecha fiscal y que defienden que incumple la normativa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El debate está servido y casi nadie se quiere pronunciar.

El epicentro se sitúa en lo que se denomina como «gastos de locomoción» -popularmente dietas por kilometraje-, que según el artículo 17.1.d. de la ley del IRPF no se consideran rendimientos del trabajo, por lo que en principio no tienen una obligación de tributación si se cumplen unas condiciones desarrolladas reglamentariamente.

Además, el artículo 17.2.b) de la misma ley establece que las cantidades que se abonan a los diputados y otros cargos públicos se entenderán como rendimientos del trabajo -tributarán- «con la exclusión, en todo caso, de la parte de aquellas que dichas instituciones asignen para gastos de viaje y desplazamiento». Las Cámaras legislativas, entre ellas la valenciana, entienden que no hay que tributar por los pagos por kilometraje a sus señorías.

La duda se plantea con el desarrollo del reglamento del IRPF, que detalla en el artículo 9 las dietas y asignaciones. Esta norma entiende como gasto de locomoción «las cantidades destinadas por la empresa a compensar al empleado que se desplace fuera de la fábrica, taller, oficina, o centro de trabajo, para realizar su trabajo en lugar distinto». Entre las fórmulas posibles está el pago por kilómetro y el reglamento del IRPF establece que sólo dejará de tributar si se abona a un máximo de 0,19 euros. Todo trabajador que cobre por encima de este límite sí que tendrá que tributar la diferencia.

Ante esta tesitura, el dilema está servido. Hay expertos fiscales consultados por este periódico que defienden que el cobro de las dietas por desplazamiento de los diputados valencianos y el privilegio de no tributar por los ingresos no se ajustan al reglamento del IRPF.

La normativa entiende por «gasto de locomoción» el desplazamiento que un trabajador hace desde su centro de trabajo a otra localidad. En ningún caso, según el artículo 9 del reglamento del IRPF y refrendado por la normativa de la Agencia Tributaria, se puede considerar el trayecto desde el domicilio particular de un empleado hasta su fábrica, taller u oficina. Además, se limita la eliminación del gravamen a todos los pagos que no excedan los 0,19 euros por kilómetro.

La clave de la polémica está en lo que en este caso entiende Les Corts Valencianes como «gasto de locomoción». El Parlamento valenciano paga a sus diputados dietas variables de desplazamiento por el trayecto que hay entre el domicilio particular y la sede de Les Corts en la plaza de San Lorenzo, 4 de Valencia. Además, ese abono se realiza a un precio de 0,32 euros el kilómetro recorrido, una cantidad muy superior a los 0,19 euros que marca el reglamento del IRPF.

Los expertos fiscales, ante esta situación, se preguntan por qué los diputados no tributan sus ingresos por ir de su casa al Parlamento valenciano y, en todo caso, porque no se exige al menos el gravamen de los 0,13 euros de diferencia que hay entre los 0,19 euros permitidos y los 0,32 euros por kilómetro recorrido que paga Les Corts.

Desde la Cámara regional se apunta que el artículo 17 de la ley del IRPF es el que valida que los diputados no tributen por sus dietas por desplazamiento, aunque hay expertos en la materia que apuntan que se realiza una interpretación muy particular de la norma y que no se sustenta con lo que dice el artículo 9 del reglamento del IRPF.

Además, la compensación por el desplazamiento entre el domicilio y el lugar de trabajo sí que está contemplando entre los derechos de los trabajadores bajo la fórmula del plus de transporte, un complemento que sí que tributa desde el año 2013 de manera íntegra a la Seguridad Social y como rendimiento del trabajo en el IRPF. En un mes con el hemiciclo y las salas de comisiones del Parlamento valenciano a pleno rendimiento, el gasto en dietas por kilometraje supera los 30.000 euros. En un año, con dos periodos de sesiones, el abono puede saltar la barrera de los 300.000 euros sin tributar. Hay diputados que en un mes ingresan un extra que ronda los mil euros.

A las dudas legales del gravamen sobre el plus, se añaden otras relacionadas con la picaresca y el doble cobro. La Cámara valenciana no controla si los diputados realmente realizan los trayectos de los llamados gastos de locomoción. No hay un documento que justifique que sus señorías realmente se desplazan los kilómetros por los que cobran. Un asunto pendiente y que el presidente de Les Corts, Enric Morera, quiere regular tras las continuas advertencias que llegan cada año desde la Sindicatura de Comptes.

Además, en la nómina de los diputados ya se contempla un plus de distancia en función de los kilómetros que hay entre el domicilio de cada diputado y la sede del Parlamento. Un complemento fijo, que se paga todos los meses y que se conoce como «indemnización en el ejercicio de la función». Este plus tiene tres tramos que van de 0 a 10, de 10 a 100 y más de 100 kilómetros por el que se abonan 306, 612 y 918 euros al mes, respectivamente. La cantidad se paga incluso en los meses de vacaciones.

En su día, los grupos parlamentarios trataron de que sus diputados tampoco pagaran impuestos por esta cantidad. Un intento fallido después de elevar una consulta a la Agencia Tributaria, que consideró que esas sumas sí correspondían a rendimientos del trabajo. Un argumento más que algunos expertos en fiscalidad esgrimen para denunciar un pago doble y la obligación de declarar los pluses.