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Pablo Casado, junto a Vicente Mompó, María José Catalá e Isabel Bonig, saluda en el congreso provincial de Valencia. EP
Elecciones Madrid | Génova quiere un congreso del PPCV en el que no existan fisuras

Génova quiere un congreso del PPCV en el que no existan fisuras

La dirección apuesta por Mazón y espera que el cónclave sea el punto de partida para recuperar la Comunitat

Héctor Esteban

Valencia

Martes, 4 de mayo 2021, 22:55

Dos de los territorios que históricamente han amarrado las grandes victorias electorales del PP en las generales son Madrid y la Comunitat Valenciana. Hubo un tiempo en el que la región valenciana aportaba al caladero popular más de un millón de votos. En la época de las grandes mayorías absolutas, los populares eran una apisonadora que llegaron a engullir a partidos como Unión Valenciana para que todo el voto moderado fuera a la misma urna. El PP monopolizaba el voto del centro derecha. Entre 1999 y 2015 no entró en Les Corts ningún otro grupo parlamentario que no fuera el popular con Eduardo Zaplana y Francisco Camps al frente. La irrupción de Vox es difícil frenarla pero la fórmula del éxito para los populares es volver al escenario anterior. Génova lo sabe a corto plazo, para gobernar en la Generalitat y para aspirar a estar en Moncloa. El PP buscará que la elección del nuevo líder del partido en la Comunitat Valenciana sea por aclamación, como era tradición.

El candidato de Génova es Carlos Mazón. No hay otra opción. El político alicantino es el cargo con mayor responsabilidad del partido en la Comunitat Valenciana. Es el único que se puede sentar cara a cara en estos momentos con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Estar al mando de la Diputación de Alicante le da la visibilidad necesaria para perfilar a un candidato de cara a las próximas autonómicas, cuya convocatoria están en manos del jefe del Consell, que ajustará la fecha para acercarla a sus intereses. Madrid considera que contar con un líder ya conocido es medio camino hecho. Las visitas periódicas de Mazón a Valencia en los últimos meses no son fruto de la casualidad. No hay que olvidar que el actual líder en la provincia de Alicante fue en su día alumno aventajado del PP triunfador, el que copaba los puestos de mando de todas las instituciones de la Comunitat.

Génova no quiere fisuras en su estrategia. Isabel Bonig aguantó el órdago hasta que se dio de bruces con un plan cimentado en Madrid desde hace meses. El congreso de Castellón -se celebra el sábado-, donde hubo una maniobra clara en favor de la unidad, es la hoja de ruta marcada para el regional.

La opción de Vicente Anaya, que floreció por sorpresa, no se ve como un riesgo real para echar al traste el plan, pero sí que es cierto que genera cierto ruido. Más allá de por el perfil de candidato por quien acuna esa alternativa. Anaya es un dirigente bien considerado entre los cargos municipales de la provincia de Valencia, muy del corte del alcalde de toda la vida del Partido Popular pero el municipalismo escuchará a Génova, especialmente después de que el arrollador triunfo de Díaz Ayuso sea el clavo ardiendo al que se agarra el PP para enfilar la salida de esta travesía por el desierto. Los populares se han dejado por el camino muchas mayorías absolutas en los últimos tiempos. Además, una parte del partido cree en Carlos Mazón por su proximidad a la política municipal.

La cuestión de Francisco Camps (valedor de Anaya), que no ha escondido sus intenciones de presentarse como candidato a la alcaldía de Valencia, es otro cantar. Un detalle a tener en cuenta es que las autonómicas y las municipales no coinciden. Si el presidente de la Generalitat opta por agotar su mandato, los comicios se celebrarán dos meses antes de las municipales. Pero si Puig apuesta por convocar elecciones anticipadas, pueden haber muchos meses entre las autonómicas y las municipales, un colchón en el que se puede maniobrar y que se presentará en función de los resultados obtenidos. La otra incógnita que hay que despejar es la de Toni Cantó, que suena como futuro pilar del proyecto aunque queda mucho tiempo por delante para ajustar su perfil y es más que posible que se sume al gobierno de Ayuso.

El PP sabe que sin el caladero de votos de Valencia ciudad es muy difícil optar a la presidencia de la Generalitat. Rita Barberá fue alcaldesa cuatro años antes de que Zaplana fuera elegido presidente del Consell. En ambos casos el alumbramiento se produjo de la mano con Unión Valenciana, al que el PP terminó engulliendo.

De momento, la realidad es que Isabel Bonig será hoy quien abandere a la bancada popular en la sesión de control al presidente de la Generalitat. Un pleno con muchos alicientes, desde la comparecencia de la todavía presidenta del partido sin saber todavía hasta cuándo será la voz del principal grupo de la oposición hasta los resultados de las elecciones madrileñas, que seguro que formarán parte de un debate con vencedores y vencidos. Madrid abre un nuevo abanico.

Quiniela de portavoces

El melón de quien será el portavoz del grupo ya está abierto. Es muy complicado que Bonig se mantenga en el puesto. La opción de María José Catalá, que está sobre la mesa, genera las dudas de si una portavocía en Les Corts le alejaría de su cometido en el Ayuntamiento de Valencia. El desdoble de Catalá sonaría a que deja en un segundo plano su función de oposición al alcalde, Joan Ribó. A Eva Ortiz, mano derecha de Bonig, le avala su trabajo, en especial el que viene desarrollando con las ayudas recibidas por el hermano del presidente de la Generalitat.

Otras opciones son las de Miguel Barrachina, un diputado veterano, con una amplísima trayectoria tanto en Madrid como en Les Corts, pero sin ser completamente el perfil que se busca para desempeñar ese cargo. Otra de las posibilidades es bajar a Jorge Bellver de la Mesa del Parlamento. Bellver ya tuvo que ocupar el cargo de síndico de la bancada del PP -con los populares en el gobierno- tras la salida forzosa de Rafael Blasco. La diferencia en esta ocasión es que el exconcejal del Ayuntamiento de Valencia tendría que asumir ese mismo papel pero desde la bancada del principal partido de la oposición. Mazón, si finalmente es el elegido para ocupar la dirección del PP valenciano, necesita una voz en el Parlamento valenciano que coincida al cien por cien con la estrategia del partido de aquí a las próximas autonómicas.

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