

Secciones
Servicios
Destacamos
Fue el 16 de mayo de 2019. Les Corts de la X legislatura arrancaba su actividad tras el adelanto de elecciones autonómicas decidido por Ximo Puig un par de meses antes y con la vista puesta en las municipales del 26 de mayo. El Botánico había revalidado su mayoría absoluta, Podemos se incorporaba al Ejecutivo y Enric Morera mantenía, contra viento y algunos cargos de su coalición, la presidencia del Parlamento. Más partidos en el hemiciclo -hasta seis gracias a la irrupción de Vox- y una segunda legislatura de gobierno de la izquierda en la que se debían abordar hitos legislativos clave para la Comunitat.
¿Cuáles? El segundo acuerdo del Botánico, el programa de gobierno suscrito por PSPV, Compromís y Unides Podem, anunciaba toda una serie de novedades legales dirigidas a concretar la acción de ese 'gobierno de progreso'. Una ley para la Economía Circular, otra del Bienestar Animal, una nueva Ley valenciana de Igualdad, la de Diversidad Familiar y apoyo a las Familias, desarrollar la de Función Social de la Vivienda, una Ley valenciana de Educación y Formación, la de la Música, la de Empleo, la de Organización de los Agricultores, la de Pesca Marítima y Acuicultura, la reforma de la Ley Electoral Valenciana, la reforma de la de Transparencia y la de Hacienda Pública, la ley de comarcalización, la de coordinación de las administraciones públicas, la de Igualdad Lingüística...
Noticia Relacionada
Una legislatura dura cuatro años, si no se convocan elecciones anticipadas, claro está. Y en ningún apartado de ese segundo acuerdo del Botánico se definía que todo ese caudal legislativo tuviera que abordarse en los primeros doce meses. De hecho, el proyecto de una de las iniciativas legales que se anunciaba, la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, acaba de presentarse -aunque el jueves seguía sin haber llegado a Les Corts-.
Pero presentar el proyecto no es, obviamente, aprobar la ley. Les Corts dio luz verde esta semana a la Ley del Juego, tras una seria polémica respecto al modo de votación y en una sesión plenaria, la del jueves, marcada por el caos. La nueva norma fija distancias mínimas entre locales de juego y colegios, establece normas para el funcionamiento de las máquinas tragaperras, limita la publicidad e impide incrementar las licencias para abrir nuevas salas.
La del Juego es, en términos de actividad legislativa real -dejando al margen las leyes de presupuestos- la primera que se aprueba esta legislatura. Y, en realidad, pertenece a la legislatura pasada. El adelanto electoral contribuyó a impedir que la norma se aprobara la pasada legislatura. Con la ley del Instituto Cartográfico ocurrió algo parecido. Acaba de volver a presentarse para su aprobación, después de que la convocatoria electoral la dejara a mitad de camino.
La actividad legislativa de la Cámara en este primer año de legislatura ha sido más bien escasa. En su página web, la institución que preside Enric Morera informa de cuatro leyes aprobadas -la de presupuestos de 2020, la de acompañamiento de la anterior, la que deroga la disposición adicional quinta de la ley de espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimientos públicos y la de modificación de la ley de senadores territoriales- a las que habría que añadir la Ley del Juego aprobada este pasado jueves.
A esa producción legislativa hay que sumar cuatro decretos ley, todos ellos vinculados a la situación de emergencia provocada por el Covid-19, y un decreto legislativo de aprobación del texto refundido de la Ley del Estatuto de las personas consumidoras y usuarias de la Comunitat Valenciana. Y una propuesta de reforma de la Constitución, para la reintegración efectiva del Derecho Civil Valenciano, que está a la espera de que el Congreso la rechace.
Ese es todo el bagaje de lo aprobado. ¿Y lo que se está tramitando? Por parte del Consell, además de la Ley del Instituto Cartográfico y la del Cambio Climático, la Cámara tiene congelada la de Función Pública -con la conocida discrepancia entre PSPV y Compromís por la aplicación del requisito lingüístico- y la de los Colegios de Economistas de Alicante y Castellón. La oposición ha presentado propuestas de ley para modificar la LOTUP (PP), para derogar la ley de memoria democrática (Vox), y de libertad de elección de lengua (Iniciativa Legislativa Popular).
Se pueden buscar explicaciones al bajonazo de la actividad parlamentaria. El decreto del estado de alarma por la pandemia del coronavirus, aprobado el 14 de marzo, ha obligado a minimizar la actividad parlamentaria durante dos meses -aunque el periodo de sesiones ya arrancó el pasado 11 de mayo. Es en este periodo en el que se aprobaron esos decretos ley dirigidos a concretar medidas económicas y de perfil sanitario vinculadas a la crisis del Covid-19.
¿Y el resto del tiempo? Unas elecciones municipales, para empezar, un verano, a continuación, una repetición de las elecciones generales, las fiestas navideñas...el abanico de excusas para justificar la escasa producción legislativa en la Cámara puede contentar, si se quiere...
Pero la realidad, y los datos que facilita el propio Parlamento en su página web, indican otra cosa. En comparación con la efervescencia legislativa del arranque de la primera legislatura, cabría concluir que al Botánico se le han agotado las ideas. Es cierto que la izquierda recuperó la hegemonía en Les Corts tras dos décadas de mayorías del PPCV. Y que el Consell liderado por Puig y Oltra se puso manos a la obra para introducir cambios en el escenario legislativo autonómico.
Pero no es menos cierto que fue el mismo Botánico el que, tras mantener la mayoría hace poco más de un año, se comprometió con un buen número de iniciativas legislativas, algunas de mucho calado, que, un año después, siguen sin ver la luz. Falta de acuerdo entre los tres partidos, la voluntad de no generar tensiones con el Ejecutivo central, un Consell escaso de pulso político... todos ellos son factores que han condicionado ese escaso nivel de creación legal.
Porque la Ley de Presupuestos, como la de Medidas Fiscales que la acompaña, son normas que se aprueban todos los años. Es una norma que define las prioridades presupuestarias del Consell -que no es poco-, pero que no plasma a través de una iniciativa específica la voluntad de un Gobierno de introducir novedades en forma legislativa.
Unidas a las de presupuestos, Les Corts han aprobado otras dos leyes que son, en realidad, modificaciones de otras normas. En el primer caso, la que estableció una nueva regulación relativa a la celebración de los festejos taurinos tradicionales (bous al carrer), para los que el organizador, en cumplimiento de la misma, debía disponer de un servicio médico atendido por personal médico y personal de enfermería. El texto aprobado fue... un artículo y una disposición final.
La otra modificación afectó a la designación de senadores territoriales. En apenas dos folios, el DOGV dio marcha atrás a la última revisión de la ley, de 2016, declarada inconstitucional por el TC y que permitió dar solución de continuidad a la representación por parte de los senadores y senadoras en cualquier circunstancia de coincidencia o no de otras convocatorias electorales.
Publicidad
Patricia Cabezuelo | Valencia
Patricia Cabezuelo | Valencia
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.