Begoña Lluch.

Begoña Lluch, la chef que sueña con cambiar el mundo a través de la alimentación

La valenciana lleva media vida aprendiendo sobre cocina saludable, sobre todo después de que su padre padeciera un cáncer. Por el camino ha dado de comer a millonarios retirados en Florida y ha trabajado con Quique Dacosta

Lunes, 3 de octubre 2022, 00:17

Dice su hermana Cuchita que Begoña Lluch es una soñadora. Quizás sea el calificativo que mejor define a esta mujer, que ya de pequeña acumulaba libros de cocina en la mesita de noche. Todavía recuerda cómo se aburría en las clases de la Facultad ... de Derecho, así que a nadie le sorprendió cuando lo dejó todo atrás para irse a París a estudiar en Le Cordon Bleu, donde consiguió la mención de honor de su promoción. En realidad, Bego ha vuelto a empezar de cero varias veces a lo largo de su vida, como hizo con sus estudios de Derecho, en una búsqueda continua que parece haber llegado a su fin. «He encontrado mi meta», afirma Begoña Lluch, más segura que nunca. Y lo ha hecho en Valencia, en su casa, después de un periplo que le ha llevado a vivir en varios países, a tener diversos trabajos. Eso sí, siempre relacionados con la cocina.

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Primero, en París, donde después de su brillante expediente académico en la escuela, donde estudió pastelería y repostería, pudo trabajar en los mejores hoteles de la capital francesa. Posteriormente con su empresa de catering, donde volcó todos los conocimientos que se había traído de Francia, con la que trabajó para grandes firmas y empresas como Loewe, L'Oreal o Lladró, mientras gestionaba una escuela de hostelería por donde pasaron 600 alumnos. «Lo importante para mí en aquel momento era que la comida estuviera muy buena y fuera muy bonita», recuerda Begoña.

Pero si hay un antes y un después en la vida de esta mujer criada entre algodones (y de su hermana Cuchita) fue el cáncer de hígado de su padre, que les tuvo cinco años yendo y viniendo a la clínica MD Anderson de Houston, el centro oncológico más prestigioso del mundo. «Yo siempre estaba pegada a los nutricionistas del Anderson y empecé a conocer más sobre la nutrición anticáncer. Entendí que lo que comes te puede hacer enfermar y también sanar; entendí el poder de la alimentación».

Cuchita y Bego Lluch.

¿Por qué es noticia?

Begoña Lluch ha creado, junto a su hermana Cuchita, Begoístas, un negocio de comida saludable a domicilio que nace con la ambición de cambiar la vida a quienes se animen a llevar a cabo alguno de los planes de alimentación que ha ideado Bego, que es chef especialista en 'Healthy Epicurean Food'.

La vida le volvió a llevar a Estados Unidos, esta vez para instalarse con su marido y sus hijos. Y al otro lado del charco volvió a empezar, aunque su mochila de conocimientos y experiencias iba moldeando en ella una profesional que llegó a ser jefa de cocina en Palm Beach, Florida, en un centro residencial donde se retiran millonarios, algunos de la lista Forbes, la mayoría judíos, donde transcurre la última etapa de su vida rodeada de lujos y bienestar. Bego Lluch, que estudió en la Universidad de Nueva York nutrición integrativa, se especializó todavía más en ofrecer una alimentación que va más allá de lo saludable. «La mayoría eran refugiados que habían huido de la Segunda Guerra Mundial, que habían estado en campos de concentración, que habían sufrido mucho». Bego aprendió sobre la energía vital, sobre microbiota, sobre cómo, «si cambias lo que sucede en el estómago, cambias tu vida». Ella les podía dar la última cena que iban a probar en su vida, así que exploró además, la gastronomía de Europa del Este, y «gracias a esos platos volvían a ser un poco niños».

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Aquella etapa también tuvo un punto y final, ya que al crecer sus hijos, después de ocho años en Estados Unidos, se dio cuenta de que si se quedaban e iban a la universidad allí nunca volverían a España. Así que vuelta a hacer maletas y vuelta a empezar, aunque esa mochila de conocimientos se había agrandado de una forma que nunca imaginó. «Cuando volví, Quique Dacosta me contactó para que me encargara de su catering». Hasta que llegó la pandemia. «Sucedió de repente: no podía pensar, tenía ansiedad, quería vomitar». Acabó en Urgencias. Luego supo que era estrés, agotamiento, que no había conseguido adaptarse a los cambios que había experimentado, pasando por un divorcio, un cambio de país, unos hijos adolescentes.

Así que aquella llamada de atención hizo que Bego Lluch decidiera aplicarse a sí misma, por primera vez, todos los conocimientos sobre alimentación y salud que durante tantos años había ido acumulando. «Hice un plan de 21 días y empecé a sentirme fenomenal, se me fueron las alergias en la piel, estaba más tranquila, tomaba mejores decisiones, se me fueron mis problemas de memoria». Los primeros en alucinar fueron su hermana Cuchita y su marido, Juan Echanove, que después de probarlo experimentaron un cambio radical a nivel mental y emocional. «He estado toda mi vida comunicando la gastronomía de otros. Ahora nos toca a nosotras», dijo Cuchita. Y nació Begoístas.

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