La ingeniera química que ha encontrado su refugio diseñando bolsos

Carmen Bonet se hizo mayor, se licenció en Ciencias Químicas por la Universitat de València, una formación que le ha impreso un carácter investigador a la hora de buscar nuevos materiales, y que se completó posteriormente cuando se topó con la artesanía. «Aprender oficios tradicionales fue una experiencia que revolucionó mi vida por completo hasta conducirme a Secret Loom». En aquel momento ni siquiera imaginaba que la marca se convertiría «en mi refugio, en mi remanso de paz interior, en una terapia donde todo lo malo desaparece y el tiempo se detiene, al mismo tiempo que el universo creativo se dispara».

En realidad, ha tenido maestros muy cerca de ella. A través de la mirada de sus hijos revive todos los momentos de su propia infancia, además de enseñarle a mirar las cosas más simples, «las que damos por sabidas, con otros ojos. Así he sido capaz de volver a dejar que surja la magia de lo diminuto, de los pequeños detalles que nos rodean».

«Cada una de mis piezas lleva un trocito de mi alma y del Mediterráneo. Son mis orígenes, mis raíces y mis recuerdos de infancia». Secret Loom es artesanía contemporánea, bolsos no sujetos a las modas, porque «van más allá: son un estilo de vida. Una vida que se vive con calma, donde todos los días son verano y el sol vuelve a brillar».

Carmen Bonet se basa además en la transparencia del proceso, garantizando el cuidado de la materia prima y de sus trabajadores, en la búsqueda de una fabricación responsable y ética que persigue además el consumo responsable.