Nace la milla de oro de la generación Z en Valencia

Para que así sus feligreses puedan ver, tocar y probarse la ropa que a menudo compran sin conocer todavía. Porque sí, la generación Z tarda apenas un segundo en adquirir una prenda por internet, pero valora igual que las anteriores -o quizás incluso más, por la carencia de ella- la experiencia física de la compra en tienda. «Los componentes digitales son empleados para conseguir inmediatez y eficiencia, mientras que los componentes físicos aportan emociones y generan recuerdo. La combinación de ambos mundos tiene como objetivo el entretenimiento, teniendo en cuenta que el ocio es un ámbito transversal para la vida de la generación Z», contaba Jesús Hernández, director del centro comercial La Vaguada, en la presentación del informe 'Análisis del comportamiento de compra de la generación Z', elaborado por la Asociación de Marketing de España, y presentado el pasado mes de noviembre.

Y es con esta generación, si te fijas, con la que se han concebido las 'flagship stores', tiendas que son buque insignia, que se distinguen por su ubicación premium, su cuidado diseño de interiores y la exposición de la gama completa de sus productos. Son consideradas las 'casas' de las marcas, en las que cuentan su historia y difunden sus valores, a través de una experiencia de compra única y completa. Un momento de encuentro entre el usuario y la firma, que marcará para siempre la forma en la que estos se relacionan, también de manera online. Esta es la tendencia: menos tiendas y más grandes. Con más tecnología y más estímulos. Convertir la compra en un momento de ocio, que no tiene porqué acabar siempre con bolsas en las manos.

Aunque para las firmas nativas digitales en las que compra la generación Z el camino hasta el punto físico es algo distinto. Su vida empieza en el mundo digital, más bien en las redes sociales, en Instagram y ahora también en Tik Tok, y su éxito las lleva a las calles de las grandes ciudades españolas.

Como decía, la primera en llegar a esta cotizada zona de Valencia fue Carhartt, que supuso en ese momento poner a la ciudad en el mapa, en lo que a moda urbana se refiere. Después lo hizo The Noth Face justo enfrente, en la calle Conde Salvatierra, otra marca internacional que denotaba el auge de Valencia. Más tarde Kaotiko, una pequeña firma de Barcelona que comenzaba a despuntar. También Blue Banana, durante y gran y efímero momento de auge. Luego Edmmond, que terminó abandonando la capital. Deus Ex Machina un poco más adelante, en Cirilo Amorós… Y así poco a poco hasta que el año pasado llego la más viral de todas, Nude Project. La firma que dos jóvenes de Barcelona lanzaron juntos en 2019, con una línea de camisetas y sudaderas que agotaron en pocos días entre todos sus amigos y que el pasado 2023 facturaban más 26 millones de euros. Álex Benlloch y Bruno Casanovas, sus fundadores, protagonizaban este mes de abril la portada de la edición internacional de Forbes. Un caso de éxito que se estudia ya en las universidades, la creación de una comunidad que traspasa las pantallas. La venta de un estilo de vida, que nada y todo tiene que ver con la ropa. «Nuestro público percibe la marca como suya, les inspira, forma parte de su día a día», comentaban ambos hace un año en la inauguración de su tienda en Valencia.

Nude Project sentó un precedente en la zona. Quizás la marca eligiera la calle Martínez Ferrando para su desembarco en Valencia porque ya estaba allí Carhartt. O quizás fuese tan sólo una coincidencia. El caso es que hace menos de dos meses, abría la persiana un par de bajos más adelante TwoJeys, la marca de joyería masculina de los creadores de contenido Biel Juste y Joan Margarit. Apenas 34 metros cuadrados que rebosan carácter y actitud y que son suficientes para poder compartir con su público su universo. «En la calle Jorge Juan veíamos marcas de otra generación, así que decidimos venir a esta calle, en la que somos vecinos de amigos nuestros, con marcas con un target similar, ofreciendo algo distinto para otro rango de edad», confesaban Joan y Biel hace unas semanas. «Para nosotros es muy importante tener un punto de venta físico, nos parece mucho más romántico. La gente puede no solo ver el producto, sino tocarlo, escuchar la música, oler el sitio. Poder entrar de lleno en el mundo TwoJeys en definitiva», añadían, reforzando esa idea de conexión entre marca y consumidor.

Y fue también The Are, la marca valenciana de ropa de fiesta, la que mudaba su tienda a esta zona a principios del mes de marzo, en la calle Conde Salvatierra número 25. Rocío Botella, su creadora, fundó la firma en el año 2012, apoyándose también en las redes sociales para su éxito y crecimiento. Un estilo de vestidos de fiesta e invitada que ha conquistado al público joven de toda España, pues ya suma trece tiendas.

Así, la calle Martínez Ferrando es ya el eje vertebrador de la zona en la que compra la gente joven en Valencia, y que se complementa con las tiendas de la calle Jorge Juan, Cirilo Amorós y cada vez más, Isabela Católica, con aperturas como la de la marca Bumpers.