¿Se puede detener el paso del tiempo sin agujas?

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En mi caso se da la paradoja de que, tras dos partos y alguna intervención quirúrgica menor, la aguja me sigue imponiendo. Así que de momento invierto en cremas, algún protocolo de cabina, me protejo del sol y trato de beber agua. Esta semana voy a probar Indiba en el centro Mila Peris. Se trata de una radiofrecuencia de la que todo el mundo me habla últimamente. Según me cuentan, regenera la piel, suaviza arrugas, unifica el tono y reafirma.

Lo primero que me piden al llegar es que me descubra la zona de hombros y escote, me tumban en una camilla y me limpian la piel con un gel suave. Para crear el campo electromagnético adecuado me colocan una fina capa metálica en contacto con la espalda, pues el objetivo del tratamiento es generar un aumento de temperatura a nivel celular, incrementando la síntesis de colágeno y elastina para actuar a nivel del ADN celular y estimular la regeneración. «Viene gente de todas las edades, desde chicas de veintipocos que buscan luminosidad o pulir imperfecciones hasta mujeres de setenta que quieren trabajar la flacidez, el descolgamiento y las arrugas. Además, cada vez se animan más hombres», me explica Cristina Lablanca, esteticista de Mila Peris.

La sensación durante el tratamiento con Indiba es súper agradable, se nota un calorcito que va aumentando de intensidad y que gradúan según tu tolerancia. No tiene efectos secundarios y tan solo está contraindicado en embarazadas y personas con marcapasos. Como buena impaciente que soy quiero saber cuándo notaré los efectos. La buena noticia, que comprobaré al levantarme de la camilla y mirarme al espejo, es que mi rostro ha adquirido un matiz jugoso y y rosado que durará varios días. La recomendación es hacerlo cada dos semanas aunque, en momentos puntuales para recuperar pieles deterioradas o antes de una ocasión especial, puede hacerse con la frecuencia que sea necesaria.

Me cuenta Cristina que algunas clientas lo combinan con bótox o infiltraciones y que otras apuestan todo al Indiba. Yo repetiré y seguiré combinando con cremas hasta que llegue el momento en el que éstas no lleguen y deba valorar ir un paso más allá o dejar que las señales del paso del tiempo sigan su curso. Continuará.