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Ana Mafé, en una de las salas del Aula Grial, en Valencia. Irene Marsilla

¿Quién es Ana Mafé?

Doctorada en Historia del Arte, ha dedicado sus últimos años a probar que el Santo Cáliz que custodia la Catedral de Valencia es el codiciado Santo Grial. En el camino, ha descubierto que el conocimiento no garantiza la bondad. «Ser malo es tan fácil y tan banal que no vale la pena»

Martes, 28 de abril 2020, 01:32

Todavía estaba abierta, a principios de semana, el Aula Grial, en la calle Cabillers, un espacio privado poco conocido por los valencianos, y donde quedamos con Ana Mafé, quien reconoce que tiene con este lugar un vínculo especial. Doctorada en Historia del Arte, ha dedicado los últimos años de su vida a demostrar que el Santo Grial es en realidad el Santo Cáliz que custodia la Catedral de Valencia desde la Edad Media. A su investigación ha dedicado cuerpo y alma, y en el camino reconoce que se ha transformado.

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-¿De dónde le viene ese interés por el Santo Cáliz?

-Para mi madre, la capilla donde se custodia es uno de los lugares importantes en su vida, y me contaba que mientras estaba 'festeando' con mi padre quedaban allí, porque él vivía en el Cabanyal y ella en Museros, y era un buen punto de encuentro. Me olvidé posteriormente porque estuve viviendo en Palma de Mallorca.

-Estudió Historia del Arte.

-Sí, y tenía una amiga, Karen, y siempre le comentaba al hablar de la piedra rosetta y de su descubridor, Champollion, que yo iba a descifrar uno de los enigmas más importantes que existen. Así que lo primero que hice al volver a Valencia fue acabar la carrera, porque sentía que se lo debía a ella, ya que se suicidó estando las dos estudiando. Fue una de las mujeres más inteligentes que he conocido nunca, nos queríamos muchísimo.

-¿Por qué volvió a Valencia?

-Por amor. Estoy casada con una mujer, y fue la mejor decisión que tomé. Me dediqué a estudiar de verdad, porque yo siempre había sacado buenas notas sin dar un palo al agua. Y empiezo a sacar matrículas, tanto en la carrera como en el máster. Así que dije: «hago el doctorado». Cuando le dije a mi director de tesis que quería hacerlo sobre el Santo Cáliz se echaba las manos a la cabeza. Pero es que a pesar de que es el objeto más preciado que custodia la Catedral, apenas había estudios sobre él.

«Mi tiempo es sagrado,no hay dinero para pagarlo; yo lo regalo»

-Su investigación ha tenido una repercusión enorme, también a nivel internacional. ¿Qué le ha dado a usted, personalmente?

-Cuando descubro que nuestro cáliz es el cáliz de la búsqueda del Grial empiezo a entenderlo todo. Cuando profundizas en el conocimiento, la mente se expande. Yo decía de pequeña que quería estudiar lo mismo que Jesús, yo aspiraba a ser como él y curar, ayudar a la gente. Pero conforme fui creciendo me di cuenta de que hay gente que estudia, es erudita y no es buena. El conocimiento no te da la potestad de ser buena persona. Desde el punto de vista humano, sé que hay conocimiento que me viene dado, y solo puedo hacer una cosa: transmitirlo, porque si me lo quedo no sirve de nada.

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-Parece haber hecho con su tesis un viaje para conocerse a sí misma.

-A nivel personal es como si se hubieran reorganizado mis prioridades. Para mí, el tiempo es sagrado; de hecho no hay dinero para pagarlo, yo lo regalo, y como sé que no tengo más del que me toca, porque no puedo comprarlo, procuro que sea un tiempo de provecho, haciendo a la gente feliz. Lo demás es absurdo. Es que ser malo es tan fácil y tan banal que no vale la pena. Ser malo es ser mediocre, y yo digo que soy divina, que me alimento de la luz y del amor. No me interesa absolutamente nada que no sea ayudar.

Un sueño por cumplir

  • 'Germanor en Valencia' Ana Mafé centra sus deseos en la ciudad que la vio nacer, y para ello sueña en positivo: «que haya una 'germanor' en Valencia, que nadie tenga que pedir perdón por trabajar y ser pionero, por traer bonanza, que parece que esta sociedad es muy cainita». Y si tiene que hablar a nivel personal, «me considero una persona tal feliz que cuando alguien me pregunta: ' ¿a qué te dedicas?', yo contesto que soy expendedora de amor»

-¿Y a nivel profesional?

-No tengo ningún interés en ser profesora, ni un hotel ni casa de pueblo para transformar en albergue. Soy una feliz ama de casa, que consagro mi tiempo a la asociación, a poner en valor este libro, del que no voy a sacar ningún rédito porque los beneficios los doy a la asociación. Gracias a Dios, mi mujer gana dinero por las dos y cuando dimensionas tu vida desde el corazón menos es más. Yo el otro día hablaba con mi madre, y le comentaba: «es que menuda responsabilidad», y ella me contestaba: «hija, esto te ha tocado a ti». Profundizar en el estudio me ha llevado a profundizar en el sentido de la vida, que es divertirse, aprender y amar y ser amada.

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