¿Es malo bañarse en la piscina o en la playa con las lentillas?

Cuando el calor aprieta y estamos de vacaciones hay dos opciones para no acabar 'derretidos' por culpa del termómetro; o nos quedamos en casa con las persianas bajadas para que no entre el sol y encendemos el aire acondicionado, o nos vamos a la playa o a la piscina para refrescarnos y pasar un día divertido.

Para unos, darse un chapuzón puede resultar una delicia, sin embargo, para las personas que usan gafas o lentillas puede resultar un dolor de cabeza ya que puede surgir la preocupación de cómo cuidar sus ojos. Y es que, cuando hay que acudir a la piscina siempre surge la misma pregunta: ¿puedo nadar o bucear si llevo lentillas? ¿es perjudicial? Los expertos, por su parte, desaconsejan su uso pero, si no queda otra opción, se pueden utilizar tomando una serie de precauciones.

Desde +Visión, explican que el agua de la piscina, por ejemplo, aunque esté tratada con productos químicos como el cloro, «puede albergar bacterias y microorganismos que podrían provocar infecciones visuales». Además, continuan explicando, «estos microorganismos pueden adherirse a las lentillas y permanecer en contacto con los ojos durante un tiempo prolongado, aumentando así el riesgo de desarrollar complicaciones visuales».

Y por si esto no fuera poco, añaden que los productos químicos utilizados en el agua de la piscina pueden causar «irritación y sequedad» en los ojos, «lo que puede resultar incómodo durante la natación».

Por último, indican, también existe el riesgo de que las lentillas se deformen o se desprendan del ojo debido al contacto con el agua. «En algunos casos, las lentillas pueden incluso quedar atrapadas debajo de los párpados, lo que puede ser extremadamente incómodo y requerir intervención para su extracción», advierten.

Desde +Visión, comparten una serie de recomendaciones para que nadar, si se usa lentillas, resulte seguro:

1.- Utiliza gafas de natación además de las lentillas. «Las gafas de natación proporcionan una capa adicional de protección visual», indican.

2.- Evita el agua en los ojos. «Intenta no sumergirte completamente bajo el agua o nadar con los ojos abiertos. Esto reducirá el riesgo de que las lentillas se desplacen o se expongan a sustancias irritantes presentes en el agua».

3.- Mantén tus lentillas limpias antes y después de nadar.

4.- «Si planeas usar las lentillas en la piscina de forma muy frecuente, puedes utilizar lentillas acuáticas prescritas por un profesional de la visión».

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