El verdadero motivo por el que tu gato se acerca a tu cara

Los gatos son de los animales curiosos que hay y sus costumbres son tan extrañas que ni sus propios dueños entienden exactamente qué quieren decirnos con ellas. A veces llegar a adivinar qué significan los gestos de nuestras mascotas parece complicado, pero la realidad es que esas manías son bastante habituales en estos felinos y resultan muy entrañables cuando sabes por qué las tienen.

Y es que los gatos son animales especialmente atentos y juguetones, lo que hace que se distraigan casi con cualquier cosa que ven. Seguro que en más de una ocasión lo has pillado mirando fijamente la pared, totalmente absortos y perdidos en un punto fijo que no parece tener nada detacable. O habrás notado que se te queda mirando la cara fijamente. Puede que creas que lo hace porque eres tú, pero la realidad es que tu minimo no te reconoce al verte. Aunque queramos pensar que saben quién somos, la realidad es que no hay pruebas que cercioren que estas mascotas reconozcan rostros. Es decir que solo con verte la cara, tu gato probablemente no sepa que eres su dueño.

Eso sí, les encanta verte de cerca. Seguro que has notado que estos animales se acercan mucho a las caras de lo humanos, incluso llegando a frotar su nariz con la nuestra. El comportamiento de cada gato puede variar en función de su educación y los cuidados que le aportemos, pero gestos como acerca su cabeza a la nuestra suele ser común en la mayoría de felinos. ¿Por qué lo hacen?

Se trata de un gesto bonito y que expresa afecto, pero también posesión: los gatos tienen glándulas odoríferas en varias zonas de la cara y la cabeza, encargadas de liberar feromonas, una sustancia aromática con la que estos animales marcar su territorio y señalan los objetos o personas de su entorno. Así que, cuando tu gato se acerca y roza tu cara está intentando marcarte con su olor, su particular manera de decir que somos parte del entorno en el que se siente cómodo, y también que eres suyo.

Los gatos realizan este es un acercamiento de distintas formas. Además de rozarte con la cabeza o darte golpecitos con ella, también puedes mostrarlo rozándote con sus mejillas, frotando su nariz con la nuestra o lamiéndonos la cara.

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