El alimento diurético que ayuda a regular el tránsito intestinal, reduce el colesterol y combate el envejecimiento

Los superalimentos y las infusiones han dejado de ser una moda pasajera para convertirse en un pilar fundamental de la buena alimentación. Todo ello gracias, entre otras cosas, a sus múltiples beneficios y propiedades que puede reportar su consumo al organismo. Y es que los también denominados 'superfoods' pueden aportar ese puntito extra para conseguir los objetivos marcados en el calendario.

No obstante, hay que tener en cuenta que las dietas milagro no existen y todo ello es un compendio de elementos tales como llevar una vida saludable con un menú lleno de ingredientes naturales, evitar las grasas y, sobre todo, realizar ejercicio físico de manera frecuente. Si se dan todos estos factores conseguiremos resultados antes de lo previsto.

Retomando el tema de los superalimentos, los hay de todo tipo y variedad. Desde pequeños hasta grandes, muy comunes o desconocidos, pero su gran ventaja es que la gran mayoría son fáciles de conseguir en supermercados o herbolarios. Lo que permite introducirlos en la dieta. Uno de ellos es el zapallo o calabaza, una de las verduras más versátiles y populares que existen y originaria de las regiones tropicales de América. Este superfood se puede comer dulce o salado y es apto para niños muy pequeños y para personas con enfermedades estomacales.

Este alimento tiene un alto contenido en fibra, por lo que ayuda a regular la función intestinal y evitar el estreñimiento. Además, es especialmente rico en el antioxidante betacaroteno, que se convierte en vitamina A a medida que el cuerpo lo necesita. También contiene cantidades significativas de vitaminas C y E, ambas antioxidantes, cuya acción se refuerza con el licopeno, el mismo pigmento que da color al tomate.

Como mencionábamos anteriormente esta hortaliza presenta una gran riqueza vitamínica, especialmente de betacaroteno o provitamina A y de las otras dos vitaminas antioxidantes, la C y la E. Otra de las propiedades de la calabaza es que proporciona licopeno, el mismo pigmento antioxidante del tomate, y varias vitaminas del grupo B, (B2 y B6 y ácido fólico).

El consumo habitual de las semillas de calabaza, por su riqueza en ácidos grasos poliinsaturados omega-3, reduce los niveles de triglicéridos y colesterol LDL en sangre. Entre los minerales del zapallo destacan el potasio, el fósforo, el magnesio, el hierro y el cinc. Aparte de poco calórica, es uno de los alimentos más medicinales de nuestra huerta.

Además, la calabaza es saciante y nutre al organismo de azúcares complejos de asimilación lenta, por lo que mezclada con patata, zanahoria o puerro es un excelente plato para mantener el peso durante la época fría, en la que se suelen consumir demasiadas grasas y alimentos calóricos.

Ya sea cocida, estofada, frita, al horno, a la brasa, salteada o al microondas, la calabaza está cada vez más presente en nuestras casas. Una forma clásica de consumirla es metiéndola en el horno troceada y asarla. Además, este alimento se puede combinar con verduras o incluso carne. Hervida es otra de las formas más habituales.

Menos conocido es estofarla. Esta técnica implica cocinar el zapallo junto con otros ingredientes para elaborar el estofado. Lo más importante es que lo cocines junto con todos los ingredientes y condimentos a fuego lento y en abundante líquido, ya sea un caldo de verduras o de pollo.

Recuerda que esta es información general y bajo ningún concepto sustituye el consejo de un profesional.

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